Niños desarraigados
Los niños migrantes, refugiados y desplazados son, ante todo, niños. Tienen derechos y merecen protección.

El desafío
Millones de niños están en movimiento. Algunos son expulsados de sus hogares por el conflicto, la pobreza o el desastre; otros están migrando con la esperanza de encontrar una vida mejor y más segura. Demasiados encuentran peligro, detención, privación y discriminación en sus viajes.
No debería ser así. El sufrimiento y la discriminación de los niños migrantes es inaceptable y puede prevenirse. Ante todo son niños, independientemente del motivo por el que abandonen su hogar, el lugar del que procedan, dónde se encuentren o cómo hayan llegado hasta allí. Y cada niño merece protección, cuidados y todo el apoyo y los servicios necesarios para su desarrollo. Con demasiada frecuencia, sin embargo, este no es el caso.
Los niños desplazados y migrantes hacen frente a numerosos desafíos tanto en su recorrido como a la llegada porque, en muchos casos, sus opciones suelen ser limitadas para moverse por caminos seguros y en compañía de sus familias. Con frecuencia se encuentran en situaciones de violencia, abuso, explotación o discriminación. No reciben educación ni atención médica adecuada. Su condición de recién llegados puede obstaculizar su integración y, así, hacer que resulte aún más complicado el aprendizaje de un idioma nuevo y la adaptación a otra cultura. Estas dificultades dejan secuelas físicas y psicológicas permanentes.
En ningún otro lugar del mundo los niños son tan importantes para el futuro de un continente como en África. Por una parte, esto presenta una dificultad; por otra, una oportunidad. Si se aplican las políticas y prácticas adecuadas, los estados africanos mejorarán las acciones nacionales y la cooperación internacional y, de este modo, podrán abordar los factores negativos que obligan a los niños a dejar sus hogares y proteger y responder a las necesidades y los derechos de los niños desarraigados, sin importar quiénes son ni de dónde vienen. Del total de personas migrantes y desplazadas que hay en África, la proporción de niños es la más alta en todas las regiones: cerca de uno de cada cuatro migrantes internacionales de África es un niño, más del doble de la media mundial.
La solución
Se debe tratar por igual a todos los niños del mundo, independientemente de dónde procedan o por qué hayan abandonado su hogar.
Los niños deben sentirse protegidos contra la violencia y la explotación. Deben poder permanecer con su familia. No deberían tener que faltar a la escuela o no poder ir al médico. No deberían temer a la xenofobia o la discriminación. Deben poder sentirse en casa, dondequiera que esta se encuentre.
En todo el mundo, UNICEF lleva a cabo una labor orientada a asegurar la protección de los niños refugiados y migrantes y el respeto de sus derechos. Ofrece suministros humanitarios vitales en campos de refugiados. Dirige espacios amigos de la infancia, es decir, lugares seguros donde los niños refugiados y migrantes pueden jugar; las madres, descansar y alimentar a sus bebés en privado; y las familias separadas, reunirse. Apoya las iniciativas de los gobiernos nacionales y locales dirigidas a poner en marcha leyes, políticas, sistemas y servicios públicos que incluyan a los niños refugiados y migrantes, aborden sus necesidades específicas y favorezcan su desarrollo. Recopila, analiza y difunde datos. Ayuda a mantener juntas a las familias y promueve las soluciones basadas en la familia como alternativa a la detención de niños desplazados y migrantes. Colabora con los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Emplea soluciones novedosas en favor del empoderamiento de los niños y los jóvenes desarraigados, y facilita modos de que se tenga en cuenta su opinión.
El Pacto Mundial sobre los Refugiados
El Pacto Mundial sobre los Refugiados es un acuerdo internacional que permite sentar las bases para una dar una respuesta internacional más firme, previsible y equitativa a las graves dificultades que afrontan los refugiados. El Pacto, aprobado en 2018, ofrece una hoja de ruta a la comunidad internacional y a los países de acogida para mejorar la inclusión de los refugiados en los sistemas, sociedades y economías nacionales, a fin de que puedan contribuir a sus nuevas comunidades y asegurar su propio futuro. Los cuatro objetivos principales del Pacto son: aliviar las presiones sobre los países de acogida; aumentar la autosuficiencia de los refugiados; ampliar el acceso al reasentamiento y a otras soluciones; y apoyar la situación en los países de origen para que los refugiados regresen en condiciones de seguridad y dignidad.
El Foro Mundial de los Refugiados es la primera reunión de alto nivel centrada en la aplicación del Pacto Mundial para los Refugiados. Durante el Foro, que tendrá lugar del 16 al 18 de diciembre de 2019 en Ginebra, Suiza, se espera que los gobiernos y otras partes interesadas aporten promesas y contribuciones concretas que promuevan los objetivos del Pacto Mundial y logren beneficios tangibles para los refugiados y las comunidades de acogida. También se espera que los participantes destaquen los logros más importantes e intercambien las prácticas más idóneas tanto en lo que respecta a la situación de un país específico o de una región determinada, como a escala internacional.
Este Foro se centrará en cinco esferas temáticas:
Promover el acceso a una educación de calidad
Fomentar el establecimiento de entornos propicios que faciliten el empleo y los medios de subsistencia
Mejorar el acceso a la energía limpia y a una infraestructura más adecuada
Facilitar soluciones duraderas para la migración, como la ampliación de la base de participantes en actividades de reasentamiento y el apoyo a las condiciones necesarias para un retorno seguro y digno
Fortalecer la capacidad de protección mediante el apoyo a las instituciones y la preparación y planificación para las situaciones imprevistas.