viernes, 12 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2015-01-17 02:00

“Quiero vivir para ayudar a quienes han perdido seres queridos”

Hace cerca de 5 meses, María Consuelo Pérez de Cajiao, una mujer hermosa y feliz, debió afrontar con sabiduría, valentía y amor la inesperada muerte de su esposo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | enero 17 de 2015

La depresión, una enfermedad silenciosa y en ocasiones muy dificil de detectar, ha llevado a miles de personas a lo largo de la historia a tomar decisiones equivocadas a la hora de pensar en acabar de una u otra forma con su vida.

María Consuelo Pérez de Cajiao, una bogotana con corazón huilense, apegada a Dios y consagrada en cuerpo y alma a su familia, fue desafiada por el destino cuando su esposo empezó a sentir una serie de síntomas que jamás demostrarían que estaría padeciendo depresión.

Al poco tiempo, este hombre que desde que llegó a la vida de Coney, (como la llaman sus amigos más cercanos) se convirtió en el amor de su vida, tomó la sorpresiva decisión de partir de este mundo sin dejar explicaciones.

“Este tipo de situaciones dejan un dolor inmenso en la familia” es quizás una de las frases que esta hermosa mujer de ojos verdes, piel blanca y voz dulce, más repite a la hora de hablar de este suceso que si bien marco la vida de ella y su familia, también le dejó una enseñanza que espera transmitir a quienes la rodean.

“Cuando pasan este tipo de cosas uno no encuentra respuesta”

El suicidio, definido por Medicina Legal como un fenómeno global e impactante que afecta a todas las esferas de la sociedad, ha acompañado al hombre durante toda su existencia.

Coney quien vivió en carne propia esta situación dolorosa, manifiesta que ningún miembro de la familia logra reponerse de estos sucesos y que para ella, es importante que las familias reciban apoyo emocional para lograr sobrellevar ese dolor.

Hoy en día niños, jóvenes y adultos, adoptan esa salida como unas de las soluciones más fáciles para deshacerse de cada uno de los problemas que los rodean.

Fundación Vida por Amor a Ellos

Esta institución dedicada a ayudar a quienes han perdido a sus hijos, padres, esposos, amigos y demás familiares, fue uno de los lugares en los cuales María Consuelo decidió apoyarse dos meses después del fallecimiento de su esposo, para empezar a entender que la enfermedad por la cual pasó su compañero se trató de un padecimiento silencioso que si bien pudo haberse tratado, jamás lograron darse cuenta de lo que él en realidad estaba sufriendo.

“Fuimos al médico y ni siquiera lo valoraron, solo le dijo que sí, que efectivamente sí estaba bajo de peso pero jamás se dio a la tarea de examinarlo. Si a él lo hubieran diagnosticado a tiempo, las cosas serían diferentes”.

Coney asegura que hoy, cinco meses después de empezar a llevar una vida sin su esposo, quiere vivir para ayudar a quienes han perdido a algún familiar en situaciones similares a la suya para que dialoguen y logren salir adelante al igual que ella lo ha venido haciendo durante este tiempo.  

Expresa que le gustaría encontrarse con alguna persona que durante estos 5 meses en los cuales ella ha hecho su duelo, haya tenido que enfrentar esta situación tan dolora para así lograr darse apoyo mutuo.

Cifras que preocuparon a Coney al poco tiempo después de llegar a la Fundación, arrojan resultados que comprometen a la comunidad de Neiva, Ibagué y Pereira donde hasta el momento se han presentado grandes índices de suicidio.

Es por eso, que la Fundación Vida por Amor a Ellos tiene grandesexpectativas de llegar hasta la capital huilense en los próximos meses para dictar una serie de talleres donde la comunidad logre entender este tipo de patologías, prevenirlas y manejarlas para así evitar desenlaces fatales en niños, jóvenes y adultos que hoy en día sufren de depresión. “Todo se realizaría por el bien de los ciudadanos, para que las cosas cambien y no se sigan presentando estas cosas que llenan de tanto dolor a las familias”.

 

Resultados

Durante el año 2013, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses registró 1.810 casos de suicidio en el territorio nacional.

Según el Sistema medicolegal colombiano, dieciocho mil doscientos setenta y cinco (18.275) personas fallecieron por suicidio durante la década comprendida entre los años 2004 a 2013, con una tendencia muy estable en la notificación que oscila entre los 1700 y 1900 casos por año.

A partir del año 2004 y hasta el 2006 se observa una tendencia al descenso con 66 casos menos durante este lapso de tiempo; para el 2006 la tasa se reduce a 4 suicidios por cada 100.000 habitantes.

A partir del año 2007 y hasta el año 2012, se observa una tendencia al ascenso, siendo el año 2012 el que mayor número de casos registra (1901), sin embargo el fenómeno se mantiene estable con una tasa promedio de 4,1 suicidios por cada 100.000 habitantes.

Para el año 2013, se registraron 91 casos menos que en el año 2012 y una tasa de 3,84 suicidios por cada 100.000 habitantes.