Édinson quiere ser presidente de la República
Un joven de piel morena, fue discriminado por su propia familia. Con tan solo 5 años de edad fue golpeado y aislado por sus abuelos, hoy en día es un reconocido estudiante de derecho de la Universidad Cooperativa de Colombia.

Todo empezó cuando Édinson Yamil Caicedo Salcedo tenía cinco años y a su corta edad ya era maltratado por parte de sus abuelos paternos quienes en ese entonces residían en el barrio ‘Alberto Galindo’ de Neiva.
Látigos, correas y demás, servían como arma para golpear a este niño que tan solo por tener la piel morena y no residir con sus padres, debía soportar todo tipo de maltrato físico y psicológico. “Mis abuelos por parte de papá no me querían por el simple hecho de ser moreno (…) me pegaban con correa, latigazos, solamente por ser moreno, eso nunca se olvida, lo tengo marcado”.
Poco tiempo después este pequeño escuchó de un programa del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, en el cual ofrecían a menores de bajos recursos, la oportunidad de realizar manualidades y demás actividades para su bienestar. Édinson logró convencer a su abuelo para ser inscrito en el plan, llamado ‘Proyectar’, donde conoció personas a las cuales les confió su historia de vida y quienes poco a poco le fueron ayudando a salir de allí.
El 2 de marzo de 2001, Édinson Yamil Caicedo Salcedo ingresó al Bienestar Familiar con tan solo cinco años de edad, dejando a un lado las múltiples golpizas y reuniendo todos los argumentos necesarios para emprender una vida cargada de amor por los demás, tolerancia, respeto y sobre todo, perdón.
Albergue Infantil ‘Mercedes Perdomo de Liévano’
El 19 de diciembre del año 2006, con nueve años de edad, este niño llega hasta las instalaciones del Albergue Infantil ‘Mercedes Perdomo de Liévano’ con la gran expectativa de culminar sus estudios, ser una mejor persona y, sobre todo, servir a la comunidad y al país.
Édinson recibió apoyo psicológico, la oportunidad de estudiar en el colegio Técnico Superior de Neiva donde terminó sus estudios con muy buen puntaje y una familia cargada de amor y sentimientos positivos para empezar a forjar un proyecto de vida, el albergue.
Hace algún tiempo, este guerrero de la vida, recibió noticias de quien probablemente sería su madre. “Tuve la oportunidad de encontrarme con mi mamá pero no quise porque durante 15 años” como, según afirma el joven, jamás tuvo noticias de sus padres a pesar de que “a mí me sacaron en todos los medios de comunicación para que ellos supieran dónde estaba su hijo pero luego de tanto tiempo mi mamá aparece, diciéndome que es ella (…) yo no sentí esa emoción tan grande de saber que era ella”, porque para él, ese vínculo familiar que usualmente existe entre madre e hijo, hoy está muy lejos de él, de hecho la cara de sus padres para él en este momento es totalmente desconocida, pues no tiene recuerdos de ellos.
La Universidad
Al cumplir la mayoría de edad, Édinson renunció a la medida de adoptabilidad ofrecida por el Bienestar Familiar para ser acogido por un hogar con el único propósito de seguir en el albergue. “Inicialmente tuve la oportunidad de ser adoptado pero luego de un tiempo decidí renunciar a la medida de adoptabilidad para poder seguir en el albergue y aprovechar todas oportunidades que me están dando”.
Hace dos años, este joven ingresó a la Universidad Cooperativa de Colombia cumpliendo el sueño latente, desde los nueve años, de ser un abogado prestante, servicial, defendedor de los derechos humanos y sobre todo, constructor de la sociedad libre de pretensiones erróneas en contra de los niños y jóvenes.
“En la U todo el mundo sabe quién es Édinson Yamil Caicedo Salcedo, saben cómo es, de dónde viene y quién lo está criando, a mí no me da pena decir que soy del albergue y que estoy bajo custodia del Bienestar Familiar”, comenta el joven con una sonrisa en su rostro la cual representa satisfacción por estar donde vive y por estudiar donde desde el albergue le han dado la oportunidad de hacerlo.
Hoy
“Édinson es una persona sencilla, disciplinada, es una persona que ha dejado todo su pasado atrás para enfrentarse a una nueva realidad que es su proyecto de vida”, se describe.
Tiene claro que su labor en este mundo es ayudar, “a mediano plazo quiero terminar mi carrera universitaria y a largo plazo quiero ser presidente de la República para cambiar esta sociedad que tenemos”, sin dejar a un lado, por ningún motivo, su albergue, ese lugar que sin duda alguna, le ofreció 11 hermanos adoptivos, (niños y jóvenes que se encuentran en modalidad de internado en el albergue), varias madres y un sinnúmero de amigos que valoran y respetan la historia de vida de este joven que sin olvidarse de dónde viene, tiene claro hacia dónde se dirige.
“El albergue es como una tabla, el que se quiere salvar se sube, el que no se aparta de la sociedad” y según este joven cargado de madurez, son varias las historias que le han tocado el fondo de su corazón por la dureza de ellas y por la actitud que muchos niños y jóvenes toman ante ellas.
“Una vez un amigo mío estaba a punto de caer en el mundo de las drogas, tenía muchos problemas con la mamá y como a veces también soy consejero, le ayude a salir adelante contándole desde un principio toda mi historia” con la satisfacción de verlo hoy en día vendiendo escobas y trapeadores en la calle y no sumiso en la drogadicción.
Hoy, Édinson Yamil Caicedo Salcedo tiene 20 años, está en segundo semestre de derecho en la Universidad Cooperativa de Colombia, ama su albergue, a sus amigos, asegura que “mi vida en el albergue es muy agradable, creo que cuando me vaya del albergue lo voy a extrañar muchísimo”, que está luchando por sacar todos sus sueños adelante, por tener una familia a eso de los 30 años, mientras suelta carcajadas, por servirle a la comunidad y al país entero y por algún día, llegar a ser presidente de la República.