viernes, 12 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2014-11-06 05:13

Un cortocircuito en una vivienda de Villa Ferry acabó con todo

Nueve casas quedaron convertidas en cenizas cuando un cortocircuito que dio inicio en uno de los “ranchos” acabó con todo lo que encontró a su paso.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 06 de 2014

Unas 50 personas (32 según la oficina de emergencias) que residían en el asentamiento Villa Ferry, ubicado al norte de la capital huilense, perdieron todo lo que tenían en sus viviendas por un incendio que se generó en el lugar.

Neveras, televisores, camas y hasta animales, perecieron en el percance que hasta el momento no dejó víctimas humanas pero que dejó sin hogar a decenas de niños y adultos que desde hace varios años vivían en el lugar.

Casas hechas en madera, plástico y algunas tejas de zinc en las cuales habitaban personas que se dedicaban al reciclaje, ventas ambulantes y oficios varios, quedaron prácticamente en la calle, con la ropa que tenían puesta y con el poco dinero que tenían en sus bolsillos al momento de percatarse de la conflagración.

“Nos quedamos en la calle”

Diana Mercedes Pérez Salamanca quien residía en la vivienda en la cual inicio el incendio aseguró que todo empezó con un corto que hizo el bombillo de su cuarto, el que empezó el fuego que acabó con las 9 viviendas del asentamiento.

“Yo salgo a trabajar a eso de las 5:00 de la tarde porque vendo gelatina, llegué como a las 7:00 de la noche y cuando ya estaba cerca me dijeron que corriera porque el lote en el que yo vivía se estaba incendiando y ya todo estaba chamuscado”.

En medio de lágrimas, Diana Mercedes de tan solo 30 años de edad, madre de familia de tres menores, recicladora y vendedora de gelatina, asegura que no pudo sacar nada de su “ranchito” porque en ese momento ella no estaba en su casa y “gracias a Dios le había dicho a mis niños que se fueran para la casa de la abuela apenas salieran del colegio” expresando que en varias ocasiones los menores se quedaban solos en el lugar mientras ella y su esposo salían a vender las 30 gelatinas que compran diarias y de las cuales sacan aproximadamente 8000 pesos para sobrevivir.

La mujer afectada, lloraba inconsolable mientras afirmaba que no sabía qué hacer pues ni ella ni su familia contaban con otro lugar para donde irse.  “Tenemos que ver cómo levantamos otra vez el “rancho”, lo más triste es que no sabemos por dónde empezar, no tenemos nada y las personas que están acá tampoco porque igual que yo lo perdieron todo”.

“Se nos quemó todo”

Blanca Nidia Reyes Claro, comentó a DIARIO DEL HUILA  que hacia las 6:20 de la tarde cuando ella y su familia se disponían a comer, escucharon como las personas corrían y gritaban. “Salimos a ver qué pasaba porque no nos habíamos dado cuenta y cuando estábamos afuera ya el incendio iba cogiendo el “rancho” de nosotros”.

Tres hijos, una bebe de 20 meses y dos niños de 13 y 10 años, hacen parte de la familia de esta mujer que no tuvo más remedio que correr para llegar hasta una loma cercana y ver como las pocas cosas por las que había luchado junto a su esposo durante tantos años, se desaparecían convirtiéndose en cenizas.

“Lavadora, televisor, las camas de los niños, la ropa y todo lo demás se nos quemó” reitera Blanca Nidia quien cargaba un bolso con algunas camisetas y un vaso que vecinos del sector se habían acercado a donarle.

“Lo único que me gustaría, lo único que le pido a Dios y a la Alcaldía es que nos reubiquen, la otra vez también nos inundamos y la única ayuda que recibimos fue un mercado” insistiendo en que las condiciones en las cuales sobreviven son difíciles pues al lado de las casas pasa un camino de agua que en épocas de lluvia se mete a las casas y los habitantes terminan con el agua más arriba de las rodillas.

Hacia las 10 de la mañana cuando DIARIO DEL HUILA se acercó al lugar, los afectados manifestaron que no habían recibido ayuda por parte de ningún ente administrativo por lo que piden que las personas de buen corazón se solidaricen y lleguen hasta el lugar para dejar donativos que sirvan de ayuda para los damnificados.