viernes, 12 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2014-10-04 07:04

Pasión por la cocina, amor por los animales

Dos cocineros profesionales huilenses, trabajan dentro de una cocina pero tienen algo que los satisface aún más, rescatar perros de la calle para ofrecerles mejores condiciones de vida.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | octubre 04 de 2014

Aranza Martínez de la Puerta y Miguel Ángel Ramírez, son unos cocineros amantes de los buenos platos que desde hace algunos años, por cosas del destino, se encontraron para darse cuenta que el amor entre ellos, la cocina y los perros no era coincidencia.

Todo empezó cuando paseando por un parque de la capital colombiana, este par de chefs se encontraron con una señora que aseguraba tener un perro que estaba en muy malas condiciones y que necesitaba a alguien que lo auxiliara, “nosotros decidimos ir a ver al perrito, no teníamos nada más que hacer pero jamás pensamos en quedarnos con él”, asegura Aranza recordando el poco pelo que cubría la piel de Bruno y las laceraciones que generaban algo de angustia.

“Encajó súper bien con nosotros, nos lo llevamos para la casa, ya teníamos a otra perra –Tulipán– y se entendieron, solo jugaban mucho” mientras ellos dos pensaban en una solución pronta para entregar en adopción a quien quisiera hacerse responsable de Bruno.

Pasaron dos semanas y ahora, nueve meses después, Bruno el perro callejero por el que quizás, pocas personas se arriesgarían a tenerlo, hace parte esencial de la familia de Aranza y Miguel y poco a poco empieza a hacerse grande.

Dante, el más pequeño de la familia todavía no nace, patalea el estómago de Aranza, su mamá, cada vez que ella se sienta de una forma que a él no le gusta, cada vez que su papá se acerca y le habla y cada segundo que Bruno y Tulipán, deciden subirse a la cama para darle besos a la panza de su mamá.

 

El amor eterno por los animales

“Yo rescataba perros cuando estaba en el colegio, uno se me murió porque estaba muy enfermo, tenía huecos en la piel y no soportó las curaciones pero a los otros dos los logré dar en adopción”, reveló esta cocinera que además de salvar a varios caninos de la calle y adoptar a Bruno, encontró en el oriente de la capital del departamento del Huila, a Huesos de quien no hay que dar muchos detalles para saber, por el solo nombre, el estado en el cual se encontraba.

“Por Altamurani vimos que pasó algo pequeñito corriendo muy rápido, Miguel se bajó del carro y el perro estaba muy asustado, lo veíamos muy flaco pero cuando lo cargó se dio cuenta que no pesaba nada y nos lo llevamos para la casa”, ese día Huesos recibió un baño, dejó de tener garrapatas y al día siguiente fue vacunado, desparasitado y valorado por veterinarios que aseguraban ver a Huesos en muy buenas condiciones.

Mucha comida y amor, era lo que más reclamaba este perro que sin saber de dónde venía y para dónde iba, fue rescatado por esta linda pareja de ejemplares cocineros rescatistas de animales.

 

Una fundación

Luego de conseguir un terreno en el municipio de Villavieja para empezar a constituir oficialmente una fundación que permita salvar a la mayor cantidad posible de animales que se encuentran en estado deplorable y que son vistos en varios puntos de Neiva, Aranza y Miguel necesitan un sinnúmero de ayudas para empezar a forjar lo que será un verdadero hogar con amor para los animalitos con más necesidades.

“Yo sé que es complicado pero necesitamos la colaboración de las personas de buen corazón que deseen contribuir con esta obra que estamos empezando con Miguel, Dante, Bruno y Tulipán, queremos ayudar y hacer más bonita la vida de muchos perros que están en la calle, sin comida y muy enfermos”, reiterando que necesitan materiales para la adecuación del terreno que permitan cercar, enmallar y ajustarlo a las condiciones necesarias para la vivienda de varios animales. ¿

Estantillos, alambre, tubos y demás herramientas, son algunos de los donativos que necesitan este par de huilenses para empezar a trabajar, con sus propias manos en un terreno que si ahora se ve triste y desolado, dentro de poco estará lleno de vida y amor por decenas de perros que llegarán a alegrar el ambiente.

Del mismo modo, Aranza y Miguel piden la colaboración de colegios y entidades que deseen contribuir con alimentos, elementos de aseo, purgantes, vacunas, y demás cosas que sean útiles para que la fundación en el menor tiempo posible cuente con buenas instalaciones y con todas las condiciones necesarias para ofrecer un lindo hogar a los más desprotegidos.

Todas las personas que deseen contribuir con la causa de la familia Ramírez–Martínez de la Puerta, pueden comunicarse al 311 226 39 67 y hablar con estos dos jóvenes visionarios.