Neiva, drogas y calor
En Neiva la noche es el momento preferido para consumir sustancias alucinógenas. En el mercado opita se encuentra desde marihuana hasta drogas sintéticas, no es necesario tener cédula ni parecer mayor de edad, basta contar con dinero y el número telefónico de algún vendedor.

Tal vez sea por los fulgentes rayos de sol que suelen caracterizar a la ciudad, por la rutina de quienes trabajan, o por el calor que se hace más fuerte en el día, pero parece ser que el momento más escogido para alterar los estados a través de sustancias alucinógenas es la noche. Las luces artificiales, la música de los establecimientos-en especial si es fin de semana- la oscuridad y la brisa de la noche suelen mejorar el ambiente para quienes quieren percibir de una manera distinta el mundo. Los vendedores lo saben y por ello las discotecas son el lugar preferido para las transacciones.
A pesar de ser una ciudad pequeña, en Neiva se pueden encontrar distintos tipos de drogas en variados precios dependiendo la cantidad. No es necesario tener cédula o parecer mayor de edad, siempre y cuando se cuente con el dinero para pagar y los contactos que faciliten la gestión. Algunos niños, muchos jóvenes y varios adultos disfrutan de la oferta del mercado opita que va desde marihuana hasta drogas sintéticas que tiempo atrás no se veían o conseguían con facilidad en la ciudad. El costo suele aumentar en temporadas festivas, pues la demanda es mayor, en algunos casos los precios se elevan al doble o triple dependiendo de la fecha, el 31 de diciembre suelen agotarse antes de mediodía.
La venta
Los lugares donde se pueden encontrar son variados, dependiendo de la sustancia, la marihuana por ejemplo se compra fácilmente dentro de las universidades, donde también se suele fumar. En temporada académica se vende a $2000 aproximadamente, en vacaciones se puede conseguir cerca del barrio José Eustasio Rivera, en los alrededores del río Las Ceibas o en el barrio Galán y Las Palmas a $1100, entro otros. Sus efectos como ya se saben suelen ser relajantes, irrita los ojos y en algunos casos abre el apetito o despierta sueño.
La cocaína por su parte se compra generalmente a domicilio, basta con llamar al vendedor y él llega al lugar donde se encuentre el cliente, la ′felpa′ (como suelen llamar a una pequeña bolsa de no más de 10 centímetros) cuesta $10.000 si se llega hasta donde el vendedor o $12.000 con domicilio. La droga se inhala y entre sus efectos se encuentra la ansiedad, en algunos casos la agresividad y el bruxismo (acción de rechinar los dientes involuntariamente), es una de las drogas más adictivas y perjudiciales después de la heroína.
El popper, es un líquido vasodilatador integrado por distintos compuestos químicos. Suele venderse en un frasco y ser inhalado, dura toda una noche y puede ser compartido por más de 6 personas. No es de consumo común dentro de la ciudad, su costo suele ser de $20.000 dependiendo de la demanda del momento, no genera dependencia y se desconocen los perjuicios que pueda provocar, los efectos son efímeros, incrementa la excitación sexual y las sensaciones del orgasmo, por lo que en algunos casos se consume en pareja. También se puede comprar a domicilio.
El éxtasis es una de las drogas más populares, se usa especialmente en las fiestas pues produce gran euforia ya que contiene anfetamina, un potente estimulante del sistema nervioso central que genera gran adicción. No es tan fácil conseguirla en la calle, sin embargo en las discotecas se vende muy bien, en especial aquellas que están de moda y suelen tener un cover (el precio que se debe pagar para entrar al establecimiento) costoso, son las más elegidas por los vendedores ya que en estos lugares se encuentra gran demanda por parte de mujeres y hombres generalmente jóvenes.
Entre sus efectos se encuentra dilatación de las pupilas, sed, deseos de intimidad, sentimiento de confianza y empatía, por ello es llamada ′la droga del amor′ y en algunos casos ′Frijoles′. Se vende a $20.000 la pastilla que viene en colores y curiosas presentaciones, algunos clientes son amigos de los vendedores, por ser una droga de uso recreativo, la venta suele darse entre charlas sociales y para círculos sociales reducidos. También se puede comprar a domicilio con algunos jíbaros de la ciudad.
El lsd es una de las sustancias que ha retornado a la ciudad después de que no se vendió por mucho tiempo. Sus presentaciones son muy variadas, se puede conseguir en gotas, papeles, cristales y en algunas universidades de la capital incluso la venden en ′gomitas′. En Neiva se consigue en ′cartones′, papeles que se colocan debajo de la lengua o incluso algunos osados introducen el fragmento en uno de sus ojos. Cada fragmento cuesta $20.000 aproximadamente, esa pieza hace parte de un mosaico de 25 porciones que integran generalmente un dibujo. Existen versiones de la droga con curiosos nombres, la más conocida es la ′Hoffman′ el apellido del científico que descubrió la sustancia.
El lsd genera menos dependencia que el tabaco y el alcohol, sus efectos son distintos dependiendo del contexto, el tipo de lsd y de la persona que la consuma, en todos los casos dilata las pupilas y agudiza los sentidos.
Consecuencias
La ilegalidad hace del negocio de la venta de drogas uno de los más lucrativos en Colombia y aumenta la inseguridad, en algunos barrios decaídos de la ciudad se ha agudizado la crisis social a raíz de las llamadas ′ollas′ lugares donde se expenden generalmente marihuana y en algunos casos cocaína. La transacción se hace frente a muchos niños del barrio que en ocasiones colaboran en el ′negocio′ y con el silencio de los vecinos del lugar. Es difícil cerrar dichos sitios porque no se suelen denunciar por temor o complicidad.
En los lugares públicos la policía realiza requisas, en especial en la noche cuando algún grupo de personas les parece sospechosa, la marihuana en pequeñas dosis es decomisada y los consumidores enviados a su hogar. Sin embargo, con las drogas sintéticas como la cocaína el trabajo se complica más, pues para los compradores es más fácil disimularla y su consumo no emite ningún olor como sucede con la marihuana.
La informalidad de la venta también aumenta los riesgos a la salud, muchas sustancias son vendidas con el nombre de otras, lo que produce otro tipo de efectos que el cliente no espera y pueden desembocar en episodios profundos de psicosis, intoxicación, pérdida de la memoria o incluso muerte. Algunas drogas son mezcladas irresponsablemente con alcohol, lo que eleva aún más los riesgos.
La sobredosis también es un riesgo latente, muchos principiantes aún no saben qué cantidades es imprudente consumir y si no reciben orientación del vendedor pueden sufrir las graves consecuencias mencionadas, entre ellas la muerte. En caso de que se presente sobredosis lo mejor es tratar de conservar la calma y asistir al puesto de salud más cercano.
Dato curioso
Albert Hofmann fue el químico suizo que sintetizó por primera vez lsd en 1938 durante una investigación. En el proceso se sintió mareado y decidió ir a casa. Al reposar en cama sintió un "estado similar a la ebriedad" que estimuló extraordinariamente su imaginación alucinando con los ojos cerrados. Se sintió tan activo que se fue a casa en bicicleta, por eso la versión más popular del lsd tiene como imagen a un hombre desplazándose en bicicleta.
En otros países
Algunos países han decidido legalizar varias drogas y regular su consumo. En España, Portugal y Luxemburgo la tenencia de drogas para consumo personal no es delito punible. En Países Bajos, Alemania y la República Checa, se establecieron directrices para que hasta cierta cantidad no se impongan penas ni multas. En Brasil ya no se aplican penas de prisión sino educativas y comunitarias. En Colombia la intención de legalizar la marihuana ha generado sinnúmero de debates lo que hace visualizarla como una realidad lejana.
Precios
Marihuana | una bolsa pequeña cuesta entre $1000 y $2000 |
Cocaína | un tubo pequeño de cocaína se consigue entre $12.000 y $16.000 dependiendo de su pureza. |
Éxtasis | una pasta cuesta entre $20.000 y $30.000 |
Lsd | depende de su tipo, presentación y tamaño, un fragmento de cartón cuesta entre $20.000 y $35.000 |
Popper | un frasco pequeño suele costar entre $20.000 y $37.000 |