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Neiva/ Creado el: 2014-05-25 11:32

Neiva, 402 años de historia

La capital del departamento del Huila se rige como el polo de desarrollo y principal ciudad del sur del país.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | mayo 25 de 2014

Su progreso y expansión urbanística la ubican como una de las capitales de mayor crecimiento. En su cumpleaños número 402 presentamos este documento de la Academia de Historia que nos presenta el paso a paso de un municipio que hoy es ejemplo nacional.

Fundación

Según los historiadores el conquistador español Sebastián de Belalcázar ordenó al capitán Juan de Cabrera que fundará a Neiva en 1539; pocos kilómetros arriba del sitio conocido como Las Tapias (hoy Campoalegre), antiguo dominio de los indios Tamas.

Once años después, la ciudad fue destruida en los enfrentamientos entre aborígenes y conquistadores.

En 1551, el español Juan Alonso trasladó la localidad al lugar donde en la actualidad se encuentra el municipio de Villavieja pero de nuevo fue arrasada por los indios Pijaos y los españoles tuvieron que replegarse a Timaná.

El 24 de mayo de 1612, el capitán y alguacil mayor Diego de Ospina y Medinilla la fundó en su ubicación actual. Cuentan que el oficial salió de Fortalecillas con la misión de establecer por fin a la que ya llamaban Nuestra Señora de la Concepción.

Con una cabuya que media treinta y tres pies hizo el trazado de la plaza en torno a la cual crecería la localidad. Diez cabuyas, es decir, unos 100 metros, contó don Diego.

La orden desde entonces fue que cada cuadra del poblado tuviera igual medida: 35 pies, representados en cuatro solares cuadrados de ochenta y un pies y medio.

Aunque la nueva fundación sufrió el constante asedio de los indígenas Pijaos y Paeces fue convirtiéndose lentamente en un emporio ganadero de primer orden.

Conquista

Así transcurrió el tiempo de la conquista, durante el cual la economía de Neiva se basó en la explotación del oro. Luego se desarrolló la ganadería vacuna, caballar y porcina.

En 1575 se decía que el clima no era propicio para cultivos de productos traídos desde España como el trigo o la cebada pero sí para la cría de vacas, yeguas y ovejas.

Según el historiador Reynel Salas Vargas a finales del siglo XVI las condiciones de vida eran precarias, se trataba de un población radicada en haciendas cuyos caminos eran objeto de continuos asaltos.

Colonia

Durante la Colonia, como lo describe el Coronel Don Antonio de Alcedo –Diccionario Geográfico-histórico de las Indias Occidentales o América-, la ganadería y el comercio fueron los elementos económicos que dinamizaron la sociedad neivana.

Proveía el mercado de casi todo el Reino y particularmente la capital de Santa Fe.

Según el historiador Camilo Francisco Salas durante este período las celebraciones religiosas: Semana Santa, Corpus Christi, San Juan y San Pedro, fiestas patronales y Navidad regulaban la vida social.

En 1763 la ciudad contaba 3000 habitantes que moraban en modesto ranchos de paja y bahareque. Según el censo efectuado en 1779, el incremento de la población en un periodo de 16 años fue solamente de escasos 85 habitantes.

Independencia

La ciudad tuvo una activa participación en el movimiento de Los Comuneros. El 19 de junio de 1789 entró en Neiva el jefe de este grupo, Toribio Zapata quien dio muerte al gobernador de la Provincia don Policarpo Sánchez mientras Zapata cayó en manos del capitán Pedro López de la guardia oficial.

En 1810, con el Grito de la Independencia, la localidad tomó partido al lado de la libertad, el 8 de febrero de 1814, el corregidor de justicia, mayor Anastasio Ladrón de Guevara, sublevó a la provincia de Neiva y promulgó su constitución el 31 de agosto de 1815.

Neiva contribuyó con sangre de sus hijos a la gesta libertadora, y dentro de los próceres figuran entre otros Benito y Fernando Salas Vargas, Francisco López, José María López, Luis José García, Manuel Ascencio Tello, Mariano Vásquez Posse y Galavis, el poeta guerrero José María Tello, Juan Antonio Samper, Antonio Piedrahita, Hermógenes Céspedes, Ambrosio Ortiz, Hipólito Perdomo, Miguel Cuellar, José Oliveros, Juan Ignacio Vanegas, José Ignacio López, Carlos

Agustín Quintero, José Gutiérrez, Juan Vicente Durán, Manuel García y el presbítero José Joaquín Buendía, entre los oficiales, fuera de los soldados que se incorporaron a la campaña del sur.

Integración a Cundinamarca

La reorganización administrativa que trajo la Independencia hizo que la Provincia de Neiva fuera integrada al departamento de Cundinamarca. La localidad siguió siendo capital.

En 1825 la Provincia estaba integrada por los cantones de La Plata, Neiva, Purificación y Timaná con unos 50.000 habitantes. Nada cambió, seguía siendo el lugar de mercaderes y viajeros. Sólo con las revoluciones liberales de mediados del siglo se presentan las primeras modificaciones.

Tolima Grande

A partir de 1860 la historia de Neiva se liga al Tolima, tanto así que durante la colonia y primeros años de la República, formaron parte de un mismo territorio.

Neiva fue durante la mayor parte del siglo XIX la capital del Estado Soberano del Tolima. Su desarrollo económico y social le valió esta designación.

La presencia de artesanos, la abundante producción de ganado, tabaco, cacao, la comercialización y exportación de quina y caucho a través del Magdalena se convierten en motor de este desarrollo.

El transporte fluvial fue un factor determinante. Sólo en 1856 se movilizan 8000 cargas de quina y 60.000 de cueros. En 1858 se anunció la llegada del primer barco el “Vapor Weckbecker”.

Cerca de 1880 se instaló en la ciudad el Banco del Tolima y surge uno más de Neiva, que contaba entre sus accionistas al comerciante J. Bedjord Des Sources.

En esta época nacen los que más adelante serían considerados grandes personales del Huila: José Eustasio Rivera, Julián Motta Salas y Luis Calixto Leyva.