Mujer por poco pierde sus brazos en cirugía estética
Una intervención presuntamente irregular le desfiguró sus brazos, la hizo perder el empleo y la dejó con una limitación. Ahora demandarán a la cirujana.

Ximena Osorio jamás olvidará el aciago agosto de 2012. Se había hecho la lipo meses atrás, pero quería un recorte de piel en sus brazos, razón por la que ansiosa acudió donde la cirujana que hoy es el motivo de dolores de cabeza.
De acuerdo con su versión, la cirujana Emma Chávarro, propietaria del centro Emma Spa, ubicado en el barrio La Gaitana de Neiva (Calle 7 #26-12), fue quien por un millón y medio, se comprometió a hacerle el recorte de piel.
“En el 2012 me hice una lipo con la doctora Emma Chávarro, en las lipo quedé bien, pero yo quedé con exceso de piel, entonces yo le dije que me recortara y ella me recortó. Me lo hizo con anestesia local y en el sitio donde ella trabaja. Cosa que no debería ser así. Pensé que era en una clínica, como era recorte de piel, pensé que era diferente. Hizo mucho recorte de piel, entonces al inflamarse la piel. Ese día no hubo ni las pinzas, porque ella ese día tuvo que recoger la piel interna con unos ganchos especiales, pero no los tenían, entonces pusieron los que encontraron, porque igual no me podían dejar así”, dijo la joven Ximena.
Según el relato de la mujer, la cirujana al otro día de la intervención salió a vacaciones y no estuvo para los cuidados y controles de Ximena. “Al otro día yo me fui a que me hicieran el aseo y la higiene, con tal de lograr una recuperación y no estaba ella. No me atendió la enfermera sino la recepcionista, la de los tintos, todo mundo, menos una enfermera para que me hiciera una curación”, dijo.
Xiomara dice que se le comenzaron a reventar los puntos, entre tanto ella angustiada iba al consultorio pero no la atendía y le decían allá que eso volvía a cerrar. “Ella no volvió, ni me miró ni nada”, dijo la joven. “La piel no me dio para más hasta que se me reventaron todos los puntos. Se me presentó una infección muy fuerte y no me podían operar ni nada, pues ella tenía que cerrar solita”.
Ante esta situación todos los días visitaba el consultorio pero no le daban una solución y cada curación le costaba diariamente 50 mil pesos y con los medicamentos y demás implementos le tocaba pagar diariamente 100 mil pesos.
El problema no solamente eran los gastos diarios sino que no lograba los resultados esperados de que le sanara la herida. Pero todos los días, supuraba más materia la infección y ningún antibiótico lograba calmar el avanzado estado de deterioro de sus brazos. “Eso era un sangrado en la cama y una materia y un agua sangre, todos los días en mi casa”.
Ante esta situación, DIARIO DEL HUILA quiso conocer la versión de la cirujana, a quien se trató de comunicar a través de su asistente Kelly, pero nunca se obtuvo una respuesta.
Su recuperación
Pese a que Ximena buscó en reiteradas oportunidades a la cirujana, no obtuvo una respuesta favorable, por esta razón acudió a la especialista Gemma Campoalegre, quien a través de plasmas frecuentes logró reconstruirle la piel y hacer que le sanaran rápidamente las heridas.
“Yo quedé con limitaciones, yo no puedo alzar los brazos, la piel no me da a pesar de que ha pasado tiempo. Si me hago una moña, tengo que agacharme y cogerme la moña y ya yo quedo con eso porque quién me arregla”, relata Ximena, quien afirma que aunque inicialmente no tuvo la intención de demandar a la cirujana, ahora sí lo hará con otra amiga que también tuvo problemas en una intervención con la doctora Emma Chávarro. “Yo quedé lisiada. No me puedo poner una blusa ni una chaqueta porque tengo que pedirle ayuda hasta la gente que no me conoce”, dijo.
A raíz de esta enfermedad perdió el trabajo en un almacén de calzado donde trabajaba, debido a los constantes permisos para sus curaciones. Su marido tuvo que entrar a pagar el ‘arreglo’, “luego del daño que me hicieron con la cirugía”.
“Ahora estoy presentando dolor, porque las agujas internas que ella me puso se quieren como salir. Yo las siento. Me molesta mucho en los dos brazos. Esto me quedó una cosa desastrosa. Yo quería que me quitara piel y me quedó otra cosa peor”, concluyó.