viernes, 12 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2014-12-13 04:13

Jerónimo Salas Obregón, un ángel de paso por la tierra

Este pequeño huilense llegó al mundo para demostrar que pese a las dificultades, el baile y la sonrisa son las mejores armas para combatir la tristeza.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | diciembre 13 de 2014

Jerónimo Salas Obregón, llegó al mundo en el año 2010 después de que sus padres con gran emoción decidieran tener un bebe que complementara la familia que con tanto amor habían empezado a forjar.

El embarazo de Martha Patricia Obregón Salas, madre del pequeño fue completamente normal, él bebe nació por cesárea y poco después debió ser separado de su madre para ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos durante 10 días por una aparente infección.

Al llegar a la casa todo mejoró, la familia estaba completa y desde ese preciso momento podrían empezar a disfrutar cada segundo que tenían juntos. “De ahí iniciamos el tema de que Jero comiera porque no comía muy bien, empezamos como todo ese proceso de acompañamiento desde el hogar, nuestra felicidad más grande era tener a nuestro hijo”.

Los días empezaron a llegar y Jerónimo no hacía las cosas normales que a su edad debería estar realizando cualquier niño, “no controlaba la cabeza en el tiempo que debía controlar, luego todos esos procesos de gatear y sentarse, él los hizo después de lo que un bebé normal debía hacerlo”.

Las terapias empezaron a ser parte esencial de la familia Salas Obregón desde los 6 meses de vida de su que fue diagnosticado con retardo psicomotor pero esto no fue impedimento para que el amor siguiera pasando por encima de los inconvenientes que venían surgiendo en la corta vida del pequeño.

 

Primer año de vida, primera operación

“Al año se le detectó un quiste en el riñón izquierdo, el diagnóstico fue riñón poliquístico, lo operaron, le quitaron su riñoncito izquierdo y ahí entramos a un proceso con genética porque además de ese tema, Jero tenía unas características físicas que daban señales de que podía padecer de un síndrome”.

En ese mismo momento, Martha y su esposo, empezaron a buscar respuestas a lo que su hijo venía presentando pero luego de una serie de exámenes en Colombia, “nos dijeron que no sabían qué podía tener el niño, entonces tuvimos que hacer unos salir del país, para realizarnos pruebas en el instituto Miller de la Universidad de Miami y encontraron que Jero tenía un síndrome” que al parecer sería el primer caso que se presentaba a nivel mundial pues no existían reportes de niños que presentaran características iguales o parecidas a las que tenía Jerónimo Salas.

Un año después de que su riñón fuera extirpado, este pequeño fue detectado con un parasito que al parecer provenía del excremento de gato, que atacó su ojo izquierdo y que lamentablemente le había hecho perder la visión. “Nos fuimos para Miami al Bascom Palmer buscando respuestas para ver si el niño podía recuperar la visión, ese fue un proceso muy doloroso para nosotros como padres y para Jerónimo pero él siempre con su alegría, nos demostró que era un valiente” cuenta Martha Obregón mientras derrama lágrimas de dolor e impotencia al ver como la salud de su hijo se deterioraba con el paso del tiempo sin pensar en que poco después les notificarían que lo que le había atacado el ojo de Jerónimo no le permitiría volver a ver por el ojo izquierdo.

 

Los 3 años de edad, “el mejor año de su vida”

“Su tercer año fue muy bueno, no tuvimos crisis con él en cuanto a su salud, fue un año lleno de alegrías, le gustaba mucho el baile, tenía muy bien ritmo, le encantaba reírse todos los días, amaba correr, la guitarra y el tambor”.

Matecaña era una de sus orquestas favoritas, quizás porque canciones como las de este grupo que incitan a gozar y disfrutar cada segundo de la vida, hacían sentir identificado a Jerónimo, un ángel de alma pura pero con cuerpo de roble.

 

Jerónimo sinónimo de alegría y amor

El 2014, no fue un año bueno para la familia Salas Obregón, en mayo Jerónimo empezó a presentar irritación en su ojo izquierdo por lo cual decidieron llevarlo a Bogotá donde recibieron como respuesta que lo que sucedía era el deterioro normal de su ojo.

“En agosto Jerónimo se enfermó, empezó a presentar vómito y dolor, lo llevamos a Saludcoop, lo tuvimos en urgencias en varias oportunidades pero bueno él vomitaba y le pasaba, entonces decían que podía ser una viral, algo pasajero” pero sin nunca dejar de irradiar esa alegría que transmitía a todos los que de una u otra forma lo conocían.

La segunda semana de ese mismo mes, el niño presentó vómitos en mayor proporción por lo que su mamá tomó la decisión de llevarlo a Bogotá para saber qué podía estar afectando la tranquilidad de su bebé. “Le programaron cirugía de su ojo izquierdo, lo operaron y cuando salió de la cirugía despertó muy agresivo y luego se volvió a quedar como dormido, yo sentía que había algo que no estaba bien” y como dicen que el amor de madre jamás se equivoca, Jerónimo salió de la cirugía y convulsionó.

En ese mismo instante, se le realizó un tac donde se dieron cuenta que un tumor de gran magnitud estaba en el cerebro del pequeño Jero y que la causa de la convulsión había sido un sangrado de éste, “de una vez lo metieron a cirugía para quitar el sangrado pero Jero nunca volvió a despertar, duró 8 días en coma profundo y falleció”.

 

Un aporte importante a la humanidad

Los genetistas que se encuentran analizando el caso de Jerónimo, aseguran que es el primero que se presenta en el mundo pues no existen ningún tipo de datos que digan lo contrario. Algunos órganos del pequeño, serán enviados a centros de estudios para determinar cuáles son las causas exactas del síndrome que afectó su salud.

Del mismo modo, Martha Patricia Obregón y su esposo, esperan con ansias los resultados de algunas pruebas a las que fueron sometidos y que determinarán si esta linda pareja de huilenses, logran concebir más hijos.

Jerónimo partió de este mundo hace 3 meses y 12 días a los 4 años y medio de edad, dejando gran dolor en los corazones de todas aquellas personas que llegaron a conocerlo y compartir esa alegría que a él lo caracterizaba.

 

 

I Wanna Be Jerónimo Salas Obregón

La fundación creada por la familia Salas Obregón, será inaugurada oficialmente este 19 de diciembre en el Club Empresarial y de Negocios a las 5:00 de la tarde con el fin de darla a conocer a la comunidad huilense.

Padres de familia, médicos y especialistas podrán asistir a esta presentación que contará con la presencia de la consejera genética Jessica Ordóñez, con el fin de realizar una conferencia donde explicará la importancia de la genética y ofrecer diagnóstico a los asistentes.

Quienes deseen contribuir con esta bonita labor que desea inmortalizar el nombre de Jerónimo y ayudar a niños que presenten patologías similares, pueden acercarse y ayudar con un bono voluntario que se estará ofreciendo y que muy seguramente será destinado a la salud de los menores.