Claudia convive con 70 perros
Todos los animales que hacen parte de la familia de esta mujer han sido recogidos de la calle, abandonados por sus dueños, problemas de salud o víctimas de accidentes de tránsito.

Claudia Constanza Guzmán Ochoa, contadora de profesión pero protectora de animales por naturaleza y convicción, recoge perros abandonados en la calle y los trae a vivir con ella. ¿Por qué?, los ama.
Todo empezó hace más o menos 12 años cuando apenas estaban construyendo el Éxito, “yo iba por ahí cerca en mi moto y ahí en esa vía principal había un perrito atropellado y casi le paso por encima, era un cachorro. Yo paré y atravesé mi moto para que los carros no lo lastimaran más, lo recogí y me lo llevé. Ahí empezó todo” lo que ahora, 12 años después está ligado sin ninguna duda a la vida de esta valiente mujer.
Poco a poco Claudia empezó a darse cuenta que su amor por los perros era más grande de lo que pensaba por lo cual decidió crear una fundación llamada Adoptamor para que decenas de animales que han perdido su hogar o han sido abandonados, lleguen allá y sean adoptados por quienes prefieren acoger a un cachorro que lo necesita en lugar de pagar grandes cantidades de dinero por adquirir uno.
Su jornada empieza a eso de las 5:00 de la mañana cuando se levanta para hacer el aseo de la casa, alimentar a sus “peluditos”, como ella amorosamente los llama, hacer su comida y llevar a cabo otras tareas que debe hacer como ir al trabajo, lavar su ropa y cuidar de algunos que están enfermos, “acá es duro el trabajo, ellos son 70 y toca alimentarlos a todos, cuidarlos a todos y estar pendiente de todos” por lo que asegura le pueden dar las 2:00 de la tarde para luego salir corriendo a cumplir con sus obligaciones laborales a Neiva. “Cuando llego del trabajo es lo mismo, limpiar lo que ellos hacen, hacer curaciones y en eso puedo durar hasta la 1:00 o 2:00 de la mañana”.
Del mismo modo aunque Claudia afirma que no recibe ayuda por parte del Gobierno Departamental ni del Municipio de Rivera, donde queda ubicada su fundación hay un grupo de voluntarios que le colaboran en la tareas que deben desempeñar con los 70 perros que conviven con ella, la ayuda es mínima “ellos casi nunca vienen, son casi 10 muchachos voluntarios pero si acaso se aparecen cuando hay jornada de baño que es cada mes y eso porque no vienen todos”, lo cual hace que el oficio de cuidar estas mascotas sea agotador.
Los “niños” de Claudia
En el grupo de perros que Claudia cuida incesablemente sin importar si es sábado, domingo o lunes, está uno que fue víctima de un accidente de tránsito que lo dejó ciego de por vida, es blanco y tiene manchas cafés, tiene una mirada profunda pero eso jamás le impide demostrar su amor a quien salvó su vida.
Del mismo modo podemos ver a una hembra que se encuentra acostada en una sábana, nunca se levanta de allí pues cuando Claudia la encontró se dio cuenta que había sido atropellada y que el tiempo que había pasado era mucho por lo cual no pudo ser intervenida quirúrgicamente para que pudiera volver a caminar.
Los perros que hacen parte de Adoptamor son separados por áreas, unos afuera, otros en la sala, en el segundo piso y los más pequeños duermen con su ama pero todos son un mismo amor, solo basta con un vengan niños o juiciosos y cada quien toma su lugar para demostrar a su “mamá” que son juiciosos y hacen caso.
¿Y la alimentación?
La comida que se les suministra a los perros de la fundación es en su mayor proporción de personas que saben la situación de Claudia y donan bultos de comida marca Ringo. Aunque los donativos de quienes se conmueven con la labor de esta señora son muy importantes para la estabilidad de los animales, no basta para los 70 perros que allí viven, por lo cual “yo vivo endeudada porque cuando no hay comida para los perros me toca hacer avances en la tarjeta de crédito y comprar el concentrado con eso porque yo cómo más hago, a mí nadie me ayuda solo recibo 300.000 pesos de una entidad que me apoya en mi situación”, contó a DIARIO DEL HUILA mientras sus lágrimas corrían por su rostro asegurando que debe dar en adopción lo más pronto posible a los animales pues su mamá vive lejos, se encuentra muy mal de salud y sus “peluditos” no le permiten viajar hasta donde se encuentra para visitarla.
¡Adopta, no compres!
Todas las personas que deseen contribuir a la labor que adelanta Claudia Constanza Guzmán Ochoa, pueden acudir a las instalaciones de la Fundación Adoptamor ubicada en el casco urbano de Rivera – Huila en la calle 3 No.10-21 o comunicarse con ella al 3162203478, ya sea para adoptar a un perrito o hacer donaciones a la fundación.
Los animales son de todos los tamaños, de diferentes razas y colores, amorosos y sobre todo dispuestos a recibir cariño de quien se comprometa a cuidarlos.
Así mismo pueden contribuir comprando camisetas, vasos o calcomanías que son vendidos en las instalaciones de la fundación para financiar la comida de los perros y con dinero y consignarlo a la cuenta de ahorros de Bancolombia 07635690709 a nombre de Claudia Guzmán Ochoa.