Carta del padre Gabriel al fallecido padre Nelson

Mi Padrino

He pasado estas horas recordándote, y me parece verte.

Te conocí hace más de 10 años en el Seminario San Esteban. Allí brilló tu fe y tu sentido de servicio a la Iglesia.

Me perdonaste cuando te pedí perdón. Y cuando, las puertas parecían cerrarse para mí, tú tendiste una mano y me llevaste contigo al Vichada.

Tú, como enviado de Dios, creíste en mí. Y yo, yo volví a creer en Dios. Recuerdo tu Ordenación Diaconal. Tu felicidad también era mi felicidad. Ese 4 de Marzo fue heroico porque Dios le cerraba la boca a muchos que se oponían.

También recuerdo ese 6 Agosto en Bogotá. Toda tu familia te rodeaba y sus rostros eran de regocijo. Recuerdo tu primera Misa en tu parroquia, la Parroquia del Espíritu Santo.

Estuviste en los días más lindos de mi vida. Tu Estola Diaconal y tu Dalmática las porté con alegría.

Para mi Ordenación Sacerdotal, te elegí como mi Padrino queriendo devolverte todo lo que habías hecho por mi vocación. Pero no se puede pagar toda tu amistad, con nada del mundo.

Justamente, tú me diste mi vestido de Ordenación, el cual porto con orgullo, porque él lleva lágrimas de júbilo.

Cuando enfermaste... tuve miedo y no fui a verte. Oré por ti y supliqué a Dios. Le dije: "Tu eres sabio, nos hiciste para ti. Nacimos en la tierra pero nuestro destino es el Cielo. HÁGASE TU VOLUNTAD"

Amigo "Nels", lo que Dios te prometió te lo ha concedido. Todo aquel que deje casa, padre y madre, esposa, hijos, bienes por mí, y cargue la cruz, es discípulo mío, y recibirá cien veces más en el Cielo.

No me despido de ti. Porque sé que ahora me ves todo el tiempo... y bueno, yo también deseo estar allí con Mamá María Reina del Cielo, los ángeles, los santos, y contigo... junto al altar de Cristo, nuestro Señor, celebrando la Eucaristía Eterna!

Amén.

Padre Gabriel Flórez