“La universidad no ha roto la esfera parroquial”
Ricardo Mosquera Mesa, exrector de la Universidad Surcolombiana y la Universidad Nacional, senador y destacado investigador habla sobre el proceso de elección de rector que se adelanta en la Usco.

CARLOS A. PÉREZ TRUJILLO
Editor actualidad, Neiva
¿Cómo vio la terna que recientemente se eligió en la Universidad Surcolombiana de cara a las elecciones?
Muy respetable las consideraciones del consejo superior sé que está el profesional José María Peña que fue compañero mío en el Santa Librada. Es profesor de la Universidad Nacional, es una persona bien meritoria bien interesante tiene buenas relaciones a nivel nacional.
Por su puesto que de Gustavo Bríñez tengo también una muy buena opinión, sé que es un profesional muy acucioso sé que ha trabajado los temas no solo de la lengua castellana sino de la región. Él ha hecho en su trabajo importante de vinculación de la universidad con la región.
De Pedro Reyes, por supuesto que lo conozco sobre todo por su trabajo en la Facultad de Salud, sobre todo en mi segundo periodo de rector. Sé que es un buen profesional. Todos son bien intencionados para resolver un par de problemas que me preocupan.
¿Cuáles son los problemas inmediatos a solucionar para quien llegue a la rectoría?
El recto para cualquiera de ellos, todos muy calificados, es cómo llegar a posicionar la universidad, que es una buena universidad regional, pero cómo posicionarla dentro de las 32 universidades públicas del país por la parte de investigación. Si no logramos hacer estudios profundos no solo de la región sino del país, por ejemplo, cuánto puede aportar la universidad para el tema de la guerra y el posconflicto. Es muy probable que lo de La Habana se dé, los vientos soplan a favor, pero el tema de la guerra no es solo dejar de echar bala, es cómo lograr una verdadera reconciliación y cómo hacer de ese proceso, lo que llaman los politólogos el proceso de inclusión social cierto que no queden heridas. Ahí el papel de la universidad tiene que ser claro y decisivo.
Segundo, el tema de las regalías. La región ya no tiene los recursos que tuvo en el pasado de los que incluso la Universidad Surcolombiana se benefició. Entonces van a tener que presentar proyectos muy cuidadosos con profundas huellas regionales de impacto de generación de empleo, de valor agregado y sobre todo los problemas que tienen que ver con el medio ambiente.
El Quimbo, por ejemplo…
Allí hay voces a favor y en contra. Las voces a favor ya las sabemos, el desarrollo la generación de energía, todo eso, y las voces críticas que es lo que se discute en el mundo entero cómo hacer que la explotación minera o energética se reconcilie con el medio ambiente y los impactos no sean perversos a largo plazo, menores al corto plazo que puede dejar el desarrollo, es decir, el célebre debate de desarrollo económico con eso que se llama desarrollo sostenible, es decir, desarrollo amigable con el medio ambiente.
¿Y dónde queda la calidad de la educación?
Ese es el tercer punto, y es clave. Nos fue supremamente mal en las pruebas Pisa. De 65 países ocupamos el puesto 62 en áreas de lectura de lengua castellana, de ciencias básicas, de matemáticas estamos en la cola. Pero peor, no sabemos leer inglés, en otras palabras, estamos mudos frente a la globalización. Entonces en el tema de la educación el cuadro es dramático por no decir mal.
Si usted mira en las ferias de los libros donde las universidades y las instituciones de investigación compiten la presencia de la Usco es muy modesta para una universidad que ya cumplió 40 años. Ya tenemos que responder por los compromisos de una institución respetable.
Para investigar se necesitan recursos, pero lo que vemos es que por ejemplo en lo que vemos como trasferencias a la Universidad, el Departamento ha sido renuente al cumplimiento de esta obligación por más de 20 años. ¿Cómo ve esta situación?
Es dramática y es una pena, por no decir una lástima que la universidad haya perdido esa financiación, entre otras cosas en la etapa de bonanza petrolera. Que acuérdese que por ordenanza de la Asamblea se obligó a tener unas rentas fijas para inversión en la Universidad Surcolombiana. Entonces acá hay un alegato que tiene una parte política y otra parte jurídica, la parte jurídica es que es verdad que la Universidad Surcolombiana es nacional y en ese sentido la principal financiación pues corresponde a la nación, pero no es cierto, y en la ley lo dicen (recordarás que yo fui ponente de esa ley) cuando fui senador, dice claro que los recursos de las universidades (eso me lo sé de memoria) lo constituyen las rentas nacionales y las rentas de la región. Entonces el departamento le puede y le debe dar, además porque esta universidad está en Neiva, le sirve al Huila entonces no debería haber mezquindad. A mí me parece que el Departamento debería buscar un acuerdo de pago para reconocerle la deuda. La universidad no ha roto la esfera parroquial.
¿Cómo estamos en relación con las universidades del mundo?
El conocimiento transita y se mueve a nivel internacional hoy QS World University Rankings, de Gran Bretaña que acaba de salir, ¿sabe a dónde ubica dos universidades latinoamericanas de Colombia entre las 500 primeras del mundo? Solo dos, Los Andes y la Nacional de Colombia. Esto es muy dramático.