Farc niega responsabilidad en ataque a Quibdó
La guerrilla de las Farc negó ayer en La Habana su responsabilidad en el ataque que el pasado martes dejó cuatro muertos en un supermercado, y aclaró que la propuesta de hacer un pausa en los diálogos de paz por las interceptaciones ilegales "todavía no se ha discutido".

"No es la conducta, no es la política de las Farc ese tipo de acciones", dijo a periodistas Marcos Calarcá, uno de los delegados de las Farc en las conversaciones de paz con el gobierno en La Habana.
"Ya estamos acostumbrados a que todo lo negativo que pase en Colombia es responsabilidad de las Farc", añadió Calarcá, tras subrayar que "hasta si se dañan las cosechas por mucha lluvia o por sequía es responsabilidad" de esa guerrilla.
La Policía dijo que el ataque contra un supermercado de la ciudad de Quibdó, que se saldó con cuatro muertos y 10 heridos, pudo ser realizado por un frente de las Farc o por la banda los ′Urabeños′, integrada en parte por antiguos paramilitares de ultraderecha y considerada una de las organizaciones narcotraficantes más peligrosas del país.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, afirmó que el atentado era muestra del "absurdo" en el que caen las Farc, y agregó que el hecho "merece denuncia internacional y que se señale por parte de organismos internacionales"
Calarcá también comentó la propuesta que lanzó el miembro del secretariado de las Farc, alias Joaquín Gómez, de hacer una pausa en las negociaciones de paz de La Habana por el episodio de las interceptaciones ilegales de la inteligencia militar a miembros de las delegaciones negociadoras de la guerrilla y el gobierno, y a periodistas que cubren ese proceso.
"Es una propuesta del camarada" (Joaquín Gómez)", pero "todavía no se ha discutido eso ni se ha llegado a una decisión", dijo Calarcá.
En un comunicado divulgado en internet, Gómez propuso que la guerrilla haga una pausa en las conversaciones hasta que el presidente Juan Manuel Santos esclarezca esas supuestas intercepciones ilegales, sin que ello implique levantarse de la mesa de negociación.
Las revelaciones sobre las escuchas ilegales, que son investigadas por la Fiscalía, levantaron un escándalo político en Colombia, al punto de que Santos afirmó que el espionaje era "totalmente inaceptable" y que "fuerzas oscuras" buscaban sabotear los diálogos de paz.