Escándalo de ‘chuzadas’ tumbó dos generales
Mauricio Ricardo Zúñiga y Jorge Andrés Zuluaga dejarán sus cargos pero no saldrán de la institución.

El nuevo escándalo por presuntas interceptaciones a funcionarios del Gobierno, la Fiscalía y la Policía generó el relevo de sus cargos a los generales Mauricio Ricardo Zúñiga Campo, jefe de Inteligencia del Ejército, y Jorge Andrés Zuluaga López, director del Citec.
Zúñiga Campo ascendió a finales de noviembre del 2011 al grado de general y es oficial del arma de inteligencia. Es administrador de empresa y adelantó curso de Lancero, Básico de Inteligencia y Contrainteligencia y Operaciones de Paz.
Se desempeñó como Ejecutivo y Segundo Comandante de la Regional de Inteligencia Militar No. 4, siendo luego su comandante. También ocupó el cargo de Director de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército.
Por cuarta vez, le fue otorgada la Medalla Servicios Distinguidos en Orden Público. Además, recibió la condecoración Orden del Mérito Militar ‘Antonio Nariño’ y Orden del Mérito Militar ‘José María Córdova’, en el grado de Comendador.
De igual forma, le ha sido conferida la Medalla Distintivo Batallón Colombia No. 28, Medalla Unidos al Servicio por la Paz, Medalla Militar Ministerio de Defensa Nacional, Medalla Orden al Mérito Coronel Guillermo Fergusson, entre otras.
Antes de regresar a la Dirección de Inteligencia se desempeñó como Agregado Militar de Colombia en El Salvador.
Por su parte, Zuluaga López fue uno de los hombres de inteligencia que participó en la Operación ′Jaque′, en la que fueron rescatados 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt y tres estadounidenses.
En su hoja de vida aparece que es "un oficial del arma de inteligencia militar" y en su carrera ha recibido condecoraciones como la Orden de Boyacá, al deber cumplido, y Orden a la Democracia.
Zuluaga ascendió al cargo de director de la Citec en diciembre del 2012. Es profesional en ciencias militares, administrador de empresas, especialista en seguridad integral y análisis de riesgos. Ha sido comandante de la regional de inteligencia militar número cinco, profesor de inteligencia militar y asesor ante las OEA en Estados Unidos.
Los dos oficiales dejarán sus cargos mientras transcurre la investigación, pero no saldrán de las filas del Ejército.
Las reacciones del Presidente
El primer mandatario enfatizó que a él como ministro de Defensa no le tembló la mano para tomar decisiones sobre el DAS, y mucho menos le temblará ahora, y subrayó que dicho hecho es “inaceptable”.
“La información que ha surgido una operación de inteligencia donde aparentemente se le estaba haciendo inteligencia a funcionarios del Estado, específicamente los negociadores del proceso de paz en La Habana, es algo totalmente inaceptable”, afirmó.
Santos enfatizó que no se puede confundir el uso de las interceptaciones amparadas bajo decisiones jurídicas, y las que buscan afectar a las personas de bien.
“El uso ilegal de mina debilita y el uso legal de la inteligencia Es necesario para cualquier Estado para protegerse de sus enemigos, ahora en este caso específico he dado instrucciones perentorias al señor ministro de la Defensa y los comandantes de las FFMM y del Ejército que me investiguen hasta el fondo sobre esta situación y hasta donde ha podido llegar este uso ilícito de la inteligencia”, afirmó.
El presidente puntualizó que se debe determinar qué fuerzas oscuras están detrás de las nuevas ‘chuzadas’.
“Quién está detrás de esto, quién puede estar interesado en investigar, en grabar y en interceptar a nuestros negociadores de paz, qué fuerzas oscuras están detrás de esto, si hay ruedas sueltas dentro de la inteligencia del Ejército, a quién le están informando, quién filtró la información”, dijo Santos.
Negociadores del Gobierno habrían sido espiados: SEMANA.COM
Semana.com reveló una investigación que demostraría la existencia de una central secreta de inteligencia en Bogotá.
El portal de la revista Semana, Semana.com, revela una investigación que han llevado a cabo durante más de 15 meses, que indica que en un pequeño local ubicado en el barrio Galerías de Bogotá, existiría una central de interceptaciones del Ejército Nacional tras la fachada de un restaurante y de servicios de enseñanza informática.
Desde allí, señala el artículo “le habrían monitoreado comunicaciones privadas, entre otros, de algunos de los integrantes del equipo negociador del Gobierno en el proceso de paz que se realiza en La Habana”.
El restaurante que funcionaba en el local tiene registro de Cámara de Comercio aprobado el 12 de septiembre de 2012. Menos de un mes después de que el expresidente Álvaro Uribe anunciara al país que el Gobierno Santos adelantaba un proceso de paz en Cuba.