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Productividad/ Creado el: 2020-11-27 03:40

Mujeres con micronegocios, prefieren más los créditos formales

Un estudio sobre micronegocios revela que solo 18,8% de este tipo de empresas solicitó un crédito en el último año. Cuando no se accede a las instituciones financieras se debe acudir al gota a gota o a un familiar.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | noviembre 27 de 2020

Por Rolando Monje

Las microempresas son un componente crucial del aparato productivo colombiano. Al revisar las empresas más formales, es decir, las del Registro Único Empresarial y Social (RUES) de Confecámaras, de los 1,6 millones de firmas registradas en 2019, 97,5% eran microempresas, mientras solo 1,9% eran pequeñas empresas, 0,4% medianas y 0,1% grandes (Confecámaras, 2020). Pese a que existen matices a la hora de clasificar por nivel de formalidad empresarial4, la alta informalidad es el factor común de este ecosistema.

Pero los altos niveles de informalidad no son su único rasgo distintivo. Este tipo de organizaciones también se caracterizan por un reducido patrimonio; una baja adopción de herramientas tecnológicas; participación en mercados de poco tamaño; limitada asociatividad y un precario acceso a financiamiento formal (Montoya, 2011). Este último punto es una barrera para su supervivencia, dado que limita oportunidades de inversión e impide la destinación de recursos que permitan generar innovación, incrementar sus niveles de productividad y fortalecer su capital físico y humano.

Los resultados en materia de acceso a servicios financieros, se encontró que solo 18,8% de los micronegocios en Colombia había solicitado un crédito en el último año. Del total, 72,1% lo había adquirido por medio del sistema financiero formal, 20,5% recurrió a agentes informales 14 y 5,7% lo obtuvo ante entidades microfinancieras.

Entre tanto, 89,9% de los créditos solicitados fueron aprobados, lo que reflejó la alta tasa de éxito de los requerimientos presentados. Entre los encuestados a quienes no les fue aprobado su préstamo, la mayoría argumentó razones relacionadas con los reportes negativos ante centrales de riesgo (35,2%), la ausencia de garantías (31,1%) y la falta de historial crediticio (17%).

Según la medición, la principal razón para no acceder al crédito radicó en que los empresarios consideraron que no resulta una herramienta necesaria para el funcionamiento de su actividad económica (41,3%). Otras variables como la aversión a las deudas (32,5%) y el incumplimiento de los requisitos del crédito (13,4%) contribuyeron a explicar tal condición.

El análisis de la destinación de los préstamos evidencia que los créditos se dirigen principalmente a solucionar problemas de flujo de caja y no a elevar la productividad en el mediano plazo. Los microempresarios cuentan con una cultura de ahorro precaria y normalmente destinan estos recursos a factores ajenos a la actividad económica de la firma.

En el último año solo 20 de cada 100 microempresas solicitó un crédito, cifra que muestra una aproximación a la radiografía del acceso al sistema financiero por parte de estos negocios y que ahora cuentan con más insumos.

Un grupo de investigadores, integrado por Freddy Castro, Daniela Londoño, Álvaro Parga y Camilo Peña, tomando como base la encuesta de micronegocios del Dane, encontraron cuáles son los factores que inciden en la demanda de crédito por parte de las microempresas en Colombia.

Sobresale el hecho de que si una mujer es quien lidera la compañía es menos probable que solicite un crédito de manera informal, esto se puede deber a que las mujeres son más aversas al riesgo o a que sean mejores administradoras y lleven mejor sus cuentas. Por esa razón, conocen que al demandar crédito es mejor utilizar mecanismos de financiación formal sobre los informales.

Probabilidades de un préstamo

Una de las recomendaciones del estudio al respecto, es analizar la posibilidad de incorporar elementos de la economía del comportamiento para entender mejor dinámicas como la aversión al riesgo o la planeación hecha por las mujeres. Además, el hecho de tener un RUT, usar internet, tener un año de antigüedad, contar con algún tipo de capital social y ser juicioso a la hora de llevar la contabilidad aumenta la probabilidad de pedir un préstamo formal.

En contraposición se encontró que el hecho de ser hombre cambia la tendencia a demandar créditos informales. Incluso, si se está en una zona urbana la probabilidad es mayor, al tener más opciones fuera del sistema financiero a las cuales acudir.

El estudio retomó la información recopilada por la encuesta del Dane, que también deja ver que las principales razones para que los microempresarios no se endeuden son que no lo necesitan o tienen miedo de hacerlo. En concreto, 41% dijo que no necesita recurrir a un préstamo, mientras que 33% consideró que existía un temor o una aversión a hacerlo.

En general, esos mismos bajos niveles de educación y de cultura financiera, esa desconfianza sobre el sistema financiero, lo que termina haciendo es que los microempresarios no tomen las mejores decisiones para hacer crecer su negocio. Y es posible también, es solamente una posibilidad, que no existan los suficientes incentivos para que la firma crezca, por aspectos como los regulatorios.

Según la encuesta, 72,1% acude a una institución financiera regulada y 5,7% a entidades microfinancieras. Sin embargo, hay un 14,2% que acude a prestamistas gota a gota, aunque Castro advierte que este número puede ser mayor.

Este tipo de hallazgos son importantes. La alta informalidad que hay en la economía disminuye la posibilidad de monitorear a este tipo de firmas. Este sector microempresarial aporta más de 50% del empleo nacional, o sea, el impacto que tiene en términos de empleo es muy importante y es más o menos cercano a 95% del tejido empresarial, por tanto, es un segmento que es de gran relevancia en la economía.

El estudio concluye con la necesidad de reforzar la política pública para formalizar y financiar a las microempresas, aunque recuerda los pasos que se han dado con los Conpes de formalización empresarial y de inclusión y educación económica y financiera.

Al utilizar el RUT como medida de formalidad empresarial, se evidencia que las microempresas ubicadas en zonas urbanas contarían con una probabilidad menor en 8,3% a la hora de solicitar crédito formal frente a sus pares rurales. En contraste, los empresarios que se encontraban en ciudades y aglomeraciones tendrían una probabilidad 8,8% mayor de demandar crédito informal.

Las mujeres dueñas de sus negocios tendrían una mayor disposición a demandar crédito formal (6,2%). En prácticamente la misma magnitud, la probabilidad se reduce a la hora de buscar prestamistas informales (6%). Esta condición se explicaría por el hecho de que las mujeres tendrían una mayor aversión al riesgo y un manejo más responsable de las finanzas que los hombres, lo que explicaría que se dirigieran en menor proporción al mercado informal.

Los micronegocios en Neiva

En Neiva existen 34.866 micronegocios de los cuales 5.099(14,6%) son el propio patrón o empleador y 29.767 (85,4%) trabajan por cuenta propia. Del total de negocios los hombres con 3.531 son mayoría como patrón empleador y las mujeres con 14.992 superan a los comerciantes hombres en negocios por cuenta propia.

Del total de negocios 16.471 (47,2%) se dedican a los servicios; 13.697 (39,3%) al comercio, 4.210 a la industria (12,1%) y 498 (1,4%) al sector agropecuario. El 34,4% (12.004) de estos negocios funcionan en las propias viviendas. En local, tienda, taller, fábrica, oficina, consultorio 6.809 (19,5%), funcionan de puerta en puerta o a domicilio 6.622 (19,0%), vendedores ambulantes o en sitio al descubierto 4.087 (11,7%), en vehículo con o sin motor 3.412 (9,8%), obra o construcción 1.090 (3,1%) finca 412 (1,2%).

La motivación que llevó a la creación o constitución de estos negocios es variada: 7.978 (22,9%) no tiene otra alternativa de ingresos, quienes identificaron el micronegocio como una oportunidad de negocio en el mercado son 9.414 (27,0%), por tradición familiar o lo heredó 1.714 (4,9%), para complementar el ingreso familiar o mejorar el ingreso 8.233 (23,6%), para ejercer su oficio, carrera o profesión 4.120 (11,8%), no tenía la experiencia requerida, la escolaridad o capacitación para un empleo 218 (0,6%).

El 37,7% de estos negocios tiene más de diez años de constitución. De los más de 34 mil micronegocios que funcionan en Neiva solo el 40,6% cuenta con Registro Único Tributario (RUT) y 24,6% cuenta con Registro de Cámara de Comercio, el 34,2% de los negocios tiene acceso a internet. En lo que tiene que ver con seguridad social el 82,5% no hizo ningún aporte, solo el 11,3% aportó a salud y pensión, solo a salud el 5,2% y solo a pensión el 0,9%.

En lo que tiene que ver con los ingresos de estos micronegocios aquellos que tienen patrón/empleador tuvieron ventas o ingresos por más de 10 millones de pesos, por su parte los de cuenta propia fue de $1’791.000.