Madremonte, una mítica tienda de café en el centro de Neiva
Karent Juliteh Romero es una joven que a raíz del desempleo, decidió abrir una tienda de café con la ayuda de su familia. El café que produce su padre tiene una taza entre 84 y 86 puntos. Cultiva la variedad caturra y quiere abrir mercado nacional e internacional para el grano que produce.

POR: LINDA VARGAS
Karent Julieth Romero Campos es de origen cafetero, sus abuelos Juan Ángel Romero e Isabel Sánchez, migraron al departamento del Tolima por la violencia partidista que estaba padeciendo el país después del Bogotazo. Lograron ubicarse en Planadas, en una parcelita de 16 hectáreas; empezaron con 4000 árboles de café arábigo y más adelante, con la variedad caturra. Ellos nunca pensaron que esta tradición pasaría de generación en generación.
Luego de la muerte de Juan Ángel e Isabel, los cultivos quedaron a cargo de sus 12 hijos, cada uno tomó sus terrenos y formaron sus familias. Por su parte, Jesús Arbey Romero Sánchez, padre de Karent, formó su familia en la vereda San Isidro de Planadas y se dedicó a la producción del café.
Tiempo más tarde, Karent y su familia se radicaron en una finca de 28 hectáreas ubicada en Pitalito- Huila, porque su papá en una visita que realizó a este departamento se enamoró de esas tierras. “Va a Pitalito y ve una oportunidad para seguir progresando, adquiere un predio e inicia allí la producción de café”, relató Karent.
Se radicó en Neiva
Dos años después, Karent junto con su madre y hermanos, se radicaron en la ciudad de Neiva, cursó su tercer año de primaria en la escuela El Rosario, terminó su secundaria en la Institución Educativa Inem Julián Motta Salas y estudió Ingeniería Industrial en la universidad Corhuila.
Después de salir de la universidad, logró entrar a trabajar por 6 meses en una empresa en el área de salud y seguridad en el trabajo. Luego tuvo otra oportunidad laboral por dos años, pero su contrato no fue renovado y quedó desempleada. “Me quedo desempleada con un hogar conformado por mi hija y esposo, le entra a uno un poquito de preocupación, pero uno se da cuenta que tiene que buscar una solución”.
Luego de quedar desempleada, Karent se dedica a trabajar en un café internet de su propiedad con su esposo mientras conseguía trabajo. “Pasó más de un año y digamos que mi situación laboral no mejoraba. Uno empieza a decir, Dios mío no estoy en lo que debo estar, algo aquí no va bien”.
Aprender del café
Debido a la crisis económica que estaba padeciendo y que no lograba ubicarse en el campo profesional que estudió, le surgió una idea, comercializar café molido o en grano empacado. “Nosotros tenemos el café. Mi padre toda su vida la ha dedicado a la producción de café y le ha ido muy bien, porque se ha propuesto metas muy claras que ha logrado alcanzar y siempre lo ha comercializado a través de compra de cafés especiales o por cooperativas”.
“Lo tuvimos tanto tiempo y no lo habíamos explotado”, karent refiriéndose a que el negocio siempre estuvo ahí, su padre toda la vida se ha dedicado a la producción y comercialización de café especial. “A pesar de que conocíamos rasgos grandes del proceso, pues faltaba mucho por aprender”.
Pero en el transcurso del tiempo, esa idea de comercializar café empacado dio un giro total: abrirían una tienda de café. Es así como esta joven, decidió estudiar por internet todo lo relacionado con el café, las variedades que existen, procesos en las que el grano se pueda obtener de mejor calidad y además, profundizó en temas como mercadeo y marketing, para analizar donde sería la ubicación más correcta para posicionar su tienda.
Estudio de mercado
El análisis que realizó, le indicó que en la zona céntrica de la ciudad de Neiva debía ser el punto para abrir su tienda, porque es un sector que estaba rodeado de bancos, oficinas y un alto flujo de personas.
“Este consumo del café, así como se vende actualmente, que es el expreso de café de muy buena calidad, no todos los consumidores están dispuestos a pagar el precio que merece”.
Este negocio es una sociedad de toda la familia Romero Campos y cada uno aportó recursos económicos e ideas. “Haber montado esta tienda fue un esfuerzo conjunto de mi familia y actualmente mi padre nos suministra el café”.
Aunque abrir la tienda de café no iba a ser sencillo porque la competencia estaba fuerte y muy bien posicionada en el mercado, para ella este sería el gran reto, dar a conocer su propia marca familiar.
No fue fácil
“Precisamente, ver como se estaba presentando este auge de negocio, también nos impulsó, porque si muchas otras personas lo estaban haciendo, ¿por qué nosotros que teníamos lo principal, la materia prima, no lo podíamos hacer?”
Los recursos económicos para abrir la tienda fueron obtenidos por préstamos bancarios. “No fue fácil. A Dios gracias lo logramos hacer”. El único paso a seguir, era realizar el curso de barismo, porque Karent tenía la tarea de atender a sus clientes y preparar los cafés y demás bebidas.
“Me dirijo a la ciudad de Bogotá y hago el curso de barismo, en Varietale Café, allí son excelentes impartiendo este curso y de catación”.
Y llegó el día, 21 de noviembre de 2017. Karent inauguró su tienda de café denominada Madremonte. Fue un total éxito. “Llegó esa primera mesa, yo me sentí súper emocionada. Yo dije, vamos bien porque desde muy temprano empezaron a llegar los clientes. Cuando tú abres, lo haces con toda la expectativa, ahí te vas dando cuenta cómo va a ser”.
Buena taza
El café de la tienda Madremonte, tiene una taza entre 84 y 86 puntos y es de variedad caturra, porque ha sido el grano que ha cultivado su familia desde hace mucho tiempo, además es de muy buena calidad.
Mientras fue avanzando el tiempo, Karent se enfrentó a muchos retos, se dio cuenta que había muchas cosas que debía mejorar, por eso amplió mucho más el menú. Incluyeron bebidas saludables, malteadas, limonadas, snacks, sándwich, pastelería, panadería, además ofrece dos líneas de café en empaque, de grano y molido.
“Teníamos que ser más llamativos, hacemos un cambio de imagen corporativa, cambiamos el logo, colores, fachada…Otro de los cambios que tuvimos que hacer en el producto fue en el empaque de café, ya que este no estaba siendo llamativo, cambiamos la presentación y gracias a Dios nos fue bien”.
El sueño, la expansión
Karent tiene muchos proyectos a mediano y largo plazo, quiere expandir a nivel departamental y nacional su tienda de café y exportar su propia marca.
“Nosotros no solamente aspiramos con quedarnos con esta tienda, queremos abrir de manera local al menos una o dos sedes más, extendernos a nivel departamental, elegir algunos municipios en los que pudiéramos ir ubicando nuestras tiendas y luego a nivel nacional. Sabemos que no va a ser del todo rápido, pero si queremos trabajar para lograr ese propósito”.
Además, uno de los proyectos es comercializar diferentes variedades de café del departamento del Huila en el local. “Hay personas que le gusta el café mucho más ácido, es decir de una mayor altura, así como hay personas que les gusta el café mucho más suaves, que es a más bajas alturas”.
Karent indicó, que tienen el control de todo el proceso del café, desde la siembra hasta la preparación en la taza.
“Nosotros el café que preparamos no es de una finca que no sabemos que procesos le hayan hecho, es nuestro propio café”.
Caso exitoso
En el marco del foro “Cadena productiva y desarrollo regional del café”, a Karent la catalogaron como un caso exitoso. “Lo que miramos nosotros es esa innovación, ese riesgo, ese emprendimiento de una hija de un caficultor. Nosotros lo que decimos es que debemos generar valor, los huilenses no nos podemos quedar en simplemente una materia prima, nuestros jóvenes tienen que comenzar a explorar nuevos productos en la cadena de valor”, indicó Javier Murgueitio Cortés, director de la Fundación Decintec.
Karent se sintió muy feliz de que todos sus esfuerzos hayan sido reconocidos y haber contado su historia de vida en el foro, la inspiró en seguir luchando por sus sueños.
“Todos esos esfuerzos, digamos que de una u otra manera vale la pena, cuando se arriesga en ser un emprendedor, se encuentra con muchas dificultades, es de trabajo duro, como tú ves acá, mi vida inicia a las 7:00 a. m. en la tienda y todos los días termino a las 7:00 p. m., salgo muy cansada pero cuando pasan este tipo de cosas, uno se siente satisfecho de saber que las cosas las estamos haciendo bien de la mano de mis padres, mi esposo y hermanos, independientemente de las dificultades, que considero que es normal para emprender un negocio”.