Los taxistas también temen contraer el Covid-19
Un conductor de taxi narra a esta Casa Editorial que, pese a que usan las medidas de protección para evitar el virus, tiene miedo de que algo pueda suceder. Además, nos cuenta una radiográfica de la situación que está viviendo este gremio.

Diario del Huila, Neiva
Por Linda Vargas
Aún en cuarentena, el servicio de taxi es el único medio de transporte que está habilitado para laborar en la ciudad de Neiva; así las cosas, los conductores de estos vehículos deben movilizar a ciudadanos exentos de la medida y a aquellos que están habilitados para realizar algún trámite bancario o para proveerse de alimentos. Sin embargo, ellos se sienten vulnerables y expuestos, como cualquiera otra persona, en contraer este virus, que hasta este domingo el Ministerio de Salud confirmó 1.485 casos, de los cuales, 31 son de Neiva y 3 de Palermo.
Carlos Mejía* trabaja en un taxi desde hace aproximadamente cuatro años, esta labor la realiza con valor, responsabilidad, honradez y don de servicio. En medio de esta pandemia se logra ver las necesidades más sentidas de los neivanos y más en esas zonas que poco interviene el Estado, que los políticos llegan en tiempo de campaña, pero que poco lo hacen durante una crisis sanitaria; pese a la situación hay personas de buen corazón que nacen para ayudar a su prójimo. Este es el caso de este noble conductor, que sin importar nada a cambio, gestiona y lleva mercados a las familias de escasos recursos.
Impactos económicos
Desde que entró en vigor el confinamiento nacional las personas quedaron a la deriva, sin empleo, sin un sustento diario, solo a la suerte del Gobierno. Otro panorama se veía en el gremio de los taxistas, fueron los únicos autorizados para transitar pasajeros por la ciudad, pues tiene la capacidad de movilizar un mínimo de personas.
Tras pasar los días de esta medida, el mencionado sector ha sentido los impactos económicos de esta crisis, que según la directora del Instituto Nacional de Salud prevé que en Colombia puedan ser 4 millones de personas las contagiadas por la pandemia.
Descontento
Indica Carlos que, pese a que son los únicos trasportadores públicos laborando, no son muchas las ganancias que deja exponerse a contraer el virus, pero que es lo poco que puede hacer porque es su medio para subsistir, para pagar las deudas que nunca faltan y para pagar la frecuencia del taxi; esto último le causa inconformidad.
“Acá en Neiva las empresas están cobrando la quincena sin ningún problema, deberían de hacernos algún descuento por la situación que está pasando en medio del Covid-19. Estamos recogiendo por mínimo 3 servicios y la frecuencia cuesta para los que no tienen sim card $59.000 y los que tienen $64.000, precios muy elevados”, sostuvo Mejía.
Más gastos
Sumado a lo anterior, tienen que sacar de sus ganancias para comprar alcohol, tapabocas, guantes y demás elementos de aseo para limpiar cada vez que un usuario utilice el servicio.
“Nosotros nos estamos arriesgando. El par de guantes está valiendo $800, los tapabocas se consiguen en $5.000 o $6.000 donde hay oferta, entonces nos salen más gastos y debemos comprar los alimentos para el desayuno, almuerzo y cena; eso no están mirando las empresas”, asegura.
Poca rentabilidad
Agrega este taxista, que tienen que “voltear” por toda la ciudad para lograr conseguir unas pocas carreras y cuando no es así trata de parquearse en algunos puntos claves de la ciudad para esperar a los usuarios. “Y eso que uno no puede por ejemplo hacerse a las afueras de los hospitales o supermercados porque eso está prohibido debido a que estamos haciendo aglomeración, entonces nos toca esperar el servicio”.
Día a día
No solo eso le toca vivir en el día a día, también lidiar con las personas que no entienden las medidas que toman las autoridades, muchas de ellas, incluso, se enojan porque él les indica que solo se puede subir un pasajero. “Nos tiran la puerta a uno y dicen “¡ay, pues no me subo!”, entonces me disculpo y les digo que si quieren rectifiquen con la empresa y le dejan la carrera a uno tirado”, dice.
Aproximadamente $15.000 está ganando Carlos de su labor, cuyo dinero lo destina para el sustento diario de su familia “y tras de eso nos toca tanquear y pagar radio frecuencia”. Menciona que esperaba que los fines de semana fueran los mejores días, pero es cuando peor le va; tan solo el domingo trabajó hasta el mediodía, porque las calles estuvieron solas, más de lo normal desde que inició la emergencia sanitaria en Neiva.
No se están cuidando
Analiza que tan solo el 60% de los neivanos están cuidándose, porque “hay muchas personas que están saliendo sin tapabocas, sin guantes, por ejemplo, cuando hacen filas hablan entre sí”.
De otro lado, afirma que la labor del personal médico es de resaltar y por eso, hace un descuento de $2.000 para aquellas personas que se sacrifican y se exponen diariamente en mejorar la salud de los neivanos.
Un buen servicio
Asegura que no es como aquellos taxistas que se exceden en los precios aprovechándose de la situación e invita a la ciudadanía a que denuncie las malas prácticas de estos conductores y siempre exija que ponga el taxímetro para pagar lo justo. “¿Qué necesidad hay de engañar a las personas?, Mejor prestemos un servicio de excelente calidad”.
Finaliza que nunca en su vida había experimentado esta situación que atraviesa el mundo. “Son épocas que la gente sabe lo que está pasando y sabe lo que está sucediendo, pero la gente no reflexiona. Las personas deben orarle mucho a Dios, estoy recomendando a que oren el Salmo 91, es muy bonito para que la gente se dé cuenta de lo que está sucediendo”.