Los niños, protagonistas en la visita del Papa a Colombia
En cada una de las ciudades, la nueva generación y futuro de Colombia ha tenido la atención del Sumo Pontífice.

En el inicio de la tarde del cuarto día de visita apostólica en Colombia, el papa Francisco visitó el Hogar de San José, una casa familia gestionada por la arquidiócesis de Medellín para niños víctimas del conflicto y la violencia. Allí reciben afecto asistencia médica y psicológica y formación escolar. Operan allí, 5 sacerdotes, 20 monjas y un centenar de laicos.
Cuando el Papa llegó fue recibido con manifestaciones de afecto por los directivos y unos 300 niños. Delante de una imagen de San José el Pontífice depositó un ramo de flores.
El director de “Hogares infantiles San José” Mons. Armando Santamaría Ortiz le dijo al Papa “Bienvenido a nuestros Hogares de niños y jóvenes huérfanos, pobres y desplazados, y a nuestros albergues para enfermos pobres” porque usted nos enseña que “cuando vivimos el amor en la caridad con los débiles, tocamos la carne de Cristo”.
Los niños interpretaron para el Papa durante el encuentro, tres canciones sobre el calor del hogar, el conflicto y la esperanza, y una niña le entregó un ramo de flores.
Otra pequeña, Claudia Yesenia dio su testimonio narrando los horrores del conflicto: “A mis dos años de edad perdí a mi familia en una masacre provocada por la guerrilla, en San Carlos, Antioquia” y aseguró gracias a este hogar, hoy es una niña “nueva y con esperanza”.
En sus palabras el Papa recordó a los presentes que “también el Niño Jesús fue víctima del odio y de la persecución; también Él, tuvo que huir con su familia, dejar su tierra y su casa, para escapar de la muerte”.
Dirigiéndose a Claudia Yesenia, le indico que “Dios te regaló una tía que te cuidó, un hospital que te atendió y finalmente una comunidad que te recibió. Este ‘hogar’ es una prueba del amor que Jesús les tiene y de su deseo de estar muy cerca de ustedes”.
Le indicó además a los pequeños que así “como san José protegió y defendió de los peligros a la Sagrada Familia, así también los defiende, cuida y acompaña a ustedes”.
Multitudinaria misa campal
Cerca de 1.300.000 personas han participado en la misa celebrada ayer en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera, en Medellín, tercera del papa Francisco en Colombia.
El Papa llevó el báculo “de los cafeteros”, hecho de madera, típico de la zona de Antioquia, y diferente a los que llevó en las misas de Bogotá y Villavicencio.
Los obispos que han concelebrado la misa con el Santo Padre han vestido una casulla con el símbolo del sol en el centro y con el escudo del Papa, con la alusión a la Compañía de Jesús, y también el escudo de la Arquidiócesis de Medellín, todo bordado por indígenas colombianos.
Silletas
Los silleteros de Antioquia donaron las flores que lucían en el altar, llamadas silletas, más grandes de lo normal, típicas de los desfiles de silleteros en Medellín, queriendo así ofrendar su trabajo al pontífice latinoamericano y la Red de Escuelas de Música de Medellín, formada por centenares de personas, ha acompañado la ceremonia.
Virgen de la Candelaria
El Arzobispo de Medellín le regaló al Santo Padre una imagen de la Virgen de la Candelaria, patrona de la Arquidiócesis de Medellín, para que “guíe sus pasos, mantenga su ardor y haga fecunda su misión apostólica”, ha indicado Mons. Tobón.