Los jóvenes que cambiaron al país hace 30 años

En 1989 surgió un movimiento juvenil, que preocupados por la situación de violencia que vivía Colombia, acordó promover una reforma institucional. La propuesta de los estudiantes recién salidos de las universidades pronto fue tomando fuerza y expandiéndose por todo el territorio nacional.

A la propuesta que fue impulsada por Fernando Carrillo, hoy Procurador General de La Nación; por Claudia López, hoy alcaldesa de Bogotá; entre otros jóvenes que en la actualidad están desempeñando cargos de gran importancia, fue bautizada como la Séptima Papeleta.

Los promotores recuerdan que en esas elecciones que estaban deslegitimadas, requerían con urgencia el pronunciamiento de los ciudadanos.  Para esa época lo que se registraba eran elecciones: de alcalde, de concejales, de gobernador, de diputados, de senadores y de representantes a la Cámara. Eran elecciones que se acercaban en medio de una enorme falta de legitimidad del Estado, en particular del Congreso. presentantes a la Cámara. Eran elecciones.

Pero el seis de febrero de 1990, Fernando Carrillo, joven profesor de derecho de varias universidades que propuso que los votantes incluyeran en las urnas una séptima papeleta de convocatoria a la Constituyente. Esa idea fue aceptada por los liberales, y por el movimiento estudiantil espontaneo. Así fue como los estudiantes de las distintas universidades y colegios iniciaron el proceso de socializarla y promoverla.

Ya en las elecciones de 1990 fueron depositadas en las urnas miles de Séptimas Papeleta, sin embargo, la Registraduria las recogió, pero no las contó debido a que no tenía un valor legal. 

Para llevar el control los estudiantes optaron por unos voluntarios que estuvieran presentes al cierre de las urnas para que tomaran los datos de la votación. l final de la jornada, el resultado fue 1.342.000 votos por la Asamblea Nacional Constituyente, número que, ante la ausencia de una cifra oficial, fue reproducido por los medios de comunicación.

Esto se convirtió en un hecho político de gran transcendencia, hasta tal punto que le Presidente de la República Virgilio Barco Vargas, le dio la importancia y empezó a mover la idea de la constituyente del 91, e incluso los candidatos presidenciales apoyaron la eventual Asamblea Nacional Constituyente.

Sobre este hecho histórico sin duda alguna para Colombia, hoy el Procurador General de La Nación, recuerda, “La Séptima Papeleta fue un proceso quijotesco. Ese día se abrieron las puertas para qué Colombia tuviera la Constitución más garantista y en términos de derechos la más progresista de América Latina”

Surgimiento de la propuesta

Carrillo recuerda que el asesinato de Luis Carlos Galán el 18 de agosto de 1989 le marcó mucho. Recuerda que para esa época era profesor primíparo y llegó a dar clase de Derecho Constitucional en la Javeriana ese día, después de que en la víspera hubieran matado a un magistrado y al comandante de la Policía en Antioquia.

Pero la gran pregunta que se hacía era qué sentido tenía estar uno hablando de normatividad y de institucionalidad cuando en ese momento estaba ganando la guerra el crimen organizado del narcotráfico.

Después de ese episodio vino el hundimiento de la reforma constitucional de la administración Barco, que era la esperanza, el 15 de diciembre de 1989, cuando al propio gobierno le tocó enterrarla en la Comisión Primera del Senado por cuenta de un mico que prohibía la extradición.

Comenzó a formarse un movimiento estudiantil alrededor de unas mesas de trabajo que se dieron en universidades como la Javeriana, el Rosario, los Andes y La Sabana. La conclusión a la que se llegó era que había que hacer una propuesta. Ahí surgió la idea de la papeleta.

Recuerda el Procurador, “Fueron tres semanas de locura donde, además, terminamos nosotros en las emisoras, en muchos pueblos de Colombia, ayudando o enseñándole a la gente cómo podía hacer la papeleta”.

Ante el registro que tuvo la Séptima Papeleta el Presidente Barco dice que se va a contar oficialmente esa papeleta en el proceso electoral vigente que era el domingo 27 de mayo de 1990.

El joven profesor, hoy jefe del Ministerio Público, rememora, que con la séptima papeleta formalizada en un pomposo tarjetón electoral tuvo lugar la elección de Gaviria, quien como presidente electo convocó a un gran acuerdo político, lo que fue un gran cabezazo. A las dos semanas de posesionarse expidió un primer decreto en el que formalizaba la convocatoria de la Asamblea Constituyente que va a control de la Sala Constitucional de la Corte Suprema. Esta le da la bendición en octubre y suceden las elecciones el 9 de diciembre de 1990.