Ley de Financiamiento, de nuevo a debate en el Congreso
En apenas 45 días, el Congreso de la República deberá debatir y aprobar otra vez la Ley de Financiamiento que fue declarada inexequible por la Corte Constitucional por vicios de forma.

Aunque el Gobierno ha dicho que se solucionarán los vicios de forma para que sea aprobado el mismo texto, ya las distintas bancadas, gremios y analistas consideran que esta vez el trámite puede ser más engorroso y complicado dada la brevedad en su debate.
Es prácticamente una carrera contra el reloj, ya que debe quedar lista en diciembre antes que los legisladores se marchen de vacaciones.
Además en esta oportunidad, el Gobierno se la juega toda no solo para sacar adelante un proyecto que se enredó por culpa de trámites simples, sino que detrás de esta iniciativa está colgado el inmediato futuro de lo que puede ser el ordenamiento de las finanzas.
Sin duda todos los ojos en el país y fuera de él estarán pendientes de la suerte de esta ley. Por una parte el Gobierno tiene el reto de continuar con el desarrollo normal de los impuestos que esta vez contempla alivios a las empresas, pero también normativas para varios sectores que hoy están a su lado pero pueden estar al otro, como es el de los bancos.
Otro elemento que preocupa al Ejecutivo es que las firmas calificadoras están pendientes de la aprobación. Ya algunas como Fitch Ratings han advertido que hasta el momento no se han afectado las finanzas del país ante la suspensión de la ley porque prácticamente las necesidades fiscales para 2019 estaban cubiertas, pero otra cosa será a partir de 2020.
En la mente de todos está que la reforma debe cubrir inmediatamente el hueco que dejó el Presupuesto General para el próximo año de $7 billones y las necesidades de otros $7 billones. Es decir, el Gobierno con la Ley de Financiamiento debe reunir entre $6 y $7 billones para emparejar los requerimiento fiscales y además, para poder cumplir con la regla fiscal que se fijó para corto y mediano plazo.
Eso por parte de las firmas, pero a poca distancia de estas apreciaciones, están los inversionistas tanto nacionales como internacionales.
Cambios y efectos
La Ley 1943 de Financiamiento introdujo grandes cambios para las empresas: redujo el impuesto de renta, implementó descuentos por la adquisición de activos y creó estímulos para las inversiones de Economía Naranja.
Al mismo tiempo estableció un gravamen extraordinario al patrimonio, permitió la normalización de activos para las personas que tenían bienes sin declarar, aumentó las tarifas de renta para personas naturales y creó una sobretasa bancaria, entre otros cambios al sistema tributario nacional.
Todas estas medidas están en vilo. En baja voz, varios analistas han señalado que uno de los principales temores al reabrir el debate tributario es que se generen nuevos cambios en materia de impuestos. Este año 1 millón de colombianos más pagaron renta (3,2 millones) y de la discusión en el Congreso podría salir cualquier otra medida.
Para los empresarios la principal consecuencia del fallo de la Corte Constitucional es la incertidumbre jurídica porque en este momento no se sabe qué reglas tributarias regirán en 2020. En el ámbito internacional pueden ver esta situación no como incertidumbre sino como una muestra de que en Colombia las normas deben cumplirse sin importar de donde vengan y que los altos tribunales están para validar eso.
Entre los perdedores si no pasa la ley, están las empresas porque a esta les otorgó rebajas en el impuesto de renta del 33% al 30%.
Además, las personas naturales serían en parte ganadoras, pues la Ley de Financiamiento aumentó las tarifas de impuesto para quienes tienen mayores ingresos (del 33% al 39%). Esta afectó a los colombianos de ingresos altos, pero si devuelve al sistema anterior los hogares con mayores recursos no tendrían que pagar una renta tan alta.
El nuevo proyecto
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, explicó que este nuevo proyecto tiene 110 artículos y que algunos de estos fueron suprimidos porque perdieron su vigencia, pero enfatizó en la similitud del texto que no pasó el examen de la Corte.
“Las modificaciones simplemente se dan por el paso del tiempo y no alguna modificación que tuviera que ver con la estructura del proyecto que se radicó hace un año aquí mismo”, expresó Carrasquilla.
Para el Gobierno lo fundamental es que el Congreso apruebe rápido el proyecto y no se modifique en grado alguno. Pero otra cosa piensa el Legislativo y sobre todo las diferentes bancadas que tienen intereses en el articulado.
Otros puntos
De otro lado uno de los puntos que no debería tener discusión y ser aprobado es el IVA plurifásico para cervezas y gaseosas. “Al final del día no afectó ni la industria ni el consumo de esos productos y no generó inflación; yo pensaría que ya no debe tener discusión”.
El representante a la Cámara Germán Navas Talero, de la bancada del Polo Democrático, se mostró crítico ante el texto radicado por Carrasquilla. “El Polo Democrático no solo demandó la anterior, sino que votó negativos todos los puntos de esa ley. Nosotros no aprobamos ninguno. Estamos dispuestos, si repiten lo mismo, a votar negativo esa reforma tributaria”, afirmó.
El presidente del Consejo Gremial, Jorge Enrique Bedoya, se pronunció en defensa de la nueva versión de la Ley de Financiamiento.
“Para nosotros la seguridad jurídica es fundamental en las señales que se generen para la economía de nuestro país. En tal sentido, le hemos manifestado al Presidente que el camino correcto es que la ley, tal cual se presentó, sea aprobada por el Congreso de la República”, expresó Bedoya.
La defensa
El crecimiento de la economía colombiana, de la inversión extranjera y del consumo, son algunos de los indicadores que demuestran que la Ley de Financiamiento ha sido útil para el país.
Así lo señaló el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo Abondano, quien manifestó que confía en el sentido patriótico del Congreso de la República para la aprobación del proyecto.
“La Ley de Financiamiento ha sido un instrumento valioso para atraer inversión, y la primera estrategia para lograr la internacionalización 2.0 es atraer más inversión extranjera directa de eficiencia. Es decir, que sean capitales que generen la competitividad suficiente para usar a Colombia con un hub de exportaciones. El país necesita la Ley de Financiamiento, necesita ese proyecto para poder seguir el camino de la reactivación económica”, dijo el Ministro.
Por su parte el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), Juan Pablo Córdoba, dijo que “es importante que este año en el Congreso de la República se apruebe el mismo texto de la Ley de Financiamiento discutido el año pasado. Esto daría continuidad a la política fiscal y animaría el sano proceso de recuperación que se viene presentando”.