La secuestraron, pagaron el rescate e igual la asesinaron
Xiomara Méndez fue hallada sin vida en un vehículo después de que su familia pagara su rescate. El hecho ocurrió en Argentina

Por: El Comercio (Perú)
Xiomara Naomi Méndez Morales era una adolescente de padres peruanos que tenía 15 años y que era hincha del San Lorenzo de Argentina. Este miércoles se convirtió en una víctima más de la delincuencia que golpea a ese país.
La menor fue secuestrada por un conocido de su madre cuando salió del colegio, el martes en la tarde, en el popular barrio de Flores, en Buenos Aires.
Dos hombres la subieron a un Fiat Duna rojo, en el que se la llevaron secuestrada. Los delincuentes pidieron a la familia 30.000 pesos argentinos (cerca de 3 millones de pesos colombianos) y cocaína para liberarla. La familia cumplió con el pedido, pero los delincuentes no.
Tras tomar la suma fijada, uno de los secuestradores se subió al automóvil, donde se encontraba otro hombre, y arrancaron. La policía los seguía de manera discreta.
Al momento de llegar al desvío de Ituzaingo (ciudad de la provincia de Buenos Aires), el vehículo fue detenido por un control policial que se hallaba de operativo.
Tras solicitar documentación del automóvil, los hombres emprendieron huida y fueron perseguidos por agentes de la policía, que lograron interceptar de nuevo el auto y arrestar a sus ocupantes, dos argentinos de 36 y 40 años.
Los agentes encontraron en el suelo del asiento trasero el cuerpo de la menor, "maniatada con un cinturón a la altura de cuello y boca" y aparentemente sin signos vitales. Sin embargo, tras ser trasladada a un hospital, se constató su muerte.
Un conocido de la familia
De acuerdo con el diario argentino Clarín, tanto la madre de Xiomara se llama Jessica Patricia Morales Pérez, de 36 años, como su padre, Luis Gerardo Méndez Portilla, de 34, tienen antecedentes judiciales. Por eso, todo apunta a que el crimen fue perpetrado debido a un ajuste de cuentas posiblemente vinculado al narcotráfico.
La víctima había vivido en la peligrosa villa 1-11-14, del barrio Bajo Flores, en Buenos Aires. Su domicilio actual figura en la calle Zinny al 1900, en Parque Avellaneda.
Una familiar de Xiomara contó este jueves que uno de los secuestradores es una personas conocida de la familia. La amiga, que la vio subir al vehículo, describió a esa persona como "bajito, morocho, gordito", de acuerdo con el diario argentino.
En su perfil de Facebook, la adolescente nacida el 16 de julio de 2003, había posteado una foto, en agosto pasado con el mensaje: "Poco a poco la vida te enseña por quién debes luchar. Y a quién renunciar".
"Te vamos a extrañar"
El portal Infobae informó que en el colegio al que asistía la menor todo es tristeza y conmoción. Desde las autoridades hasta el último de los alumnos no salen de su asombro por la repentina muerte de la joven, a quienes sus compañeros llamaban por su segundo nombre, Naomi.
"Sus papás estaban separados y ella vivía con la mamá. El padre en cambio vivía en la 1-11-14. Tenía un montón de amigos que la querían y a pesar de eso no le gustaba salir mucho. Era muy de su casa. No andaba en nada raro. No puede ser", dijo a Infobae una joven que conocía a Xiomara.
"Yo la veía todos los días cuando vengo a buscar a mi hijo, que es compañero de su hermanito. Es increíble. Pobrecita. Pero es que en la villa pasan cosas muy pesadas. Eso viene de ahí", no dudó en afirmar una madre de familia.
"En mi liceo todos somos uno. Te vamos a extrañar. Sos una persona especial. Justicia por Naomi", dice uno de los mensajes que pegaron los alumnos en la entrada del Liceo N°5 Pascual Guaglianone, ubicado en Buenos Aires.
La negociación
Infobae también informó, basado en fuentes policiales, que la mamá era dueña de un puesto de venta de ropa en la zona de la avenida Avellaneda en Flores y el padre, por su parte, se dedica a la compra y venta de vehículos usados.
El portal argentino también explicó que las comunicaciones con los secuestradores fueron a través del WhatsApp de Xiomara.
"Patri, tengo a tu hija Naomi", dijo el secuestrador a la madre de la víctima, en la primera de tres breves llamadas de voz.
Según la agencia Télam, en la segunda comunicación, el delincuente le dijo a la madre: "Llamame rápido, urgente" y en la tercera, tuvo un breve contacto con su hija.
En esa tercera llamada de Whatsapp, Patricia escuchó a un hombre que decía "decile dónde estás" y oyó el llanto de su hija, que alcanzó a decir: "No me hicieron nada".
El padre de Xiomara pactó el pago del rescate y llevó el dinero hacia un punto de entrega en Boedo, donde los delincuentes cobraron el rescate, pero no liberaron a la víctima y huyeron del lugar.