lunes, 21 de julio de 2025
Judicial/ Creado el: 2014-04-01 09:16

“No somos vándalos”

Los hombres que fueron detenidos en el transcurso de la asonada en Rivera denunciaron abusos de autoridad. Patadas y puños habrían recibido por miembros de la Policía Metropolitana el pasado 23 de marzo.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | abril 01 de 2014

“Rivera no es un municipio revoltoso y tampoco somos unos vándalos como lo quiso decir la Policía Nacional”, manifestó Néstor Ramiro Barreiro, uno de los habitantes de esta localidad que resultó retenido al iniciar la asonada que le quitó la tranquilidad a la población el domingo 23 de marzo. Esa noche, cerca de los establecimientos nocturnos a la entrada del pueblo, una confrontación entre la fuerza pública y civiles llenó de gases lacrimógenos el ambiente y lo dejó a él y a otras doce personas en poder de las autoridades.

De acuerdo a relatos de los detenidos, desde el principio todo fue maltrato. Néstor se habría acercado a un sargento de la Policía a preguntar el motivo por el que iban a llevarse su motocicleta del lugar en una grúa sin haber pedido antes los papeles de la misma. “Nosotros no nos oponemos a estos operativos pero lo que no comparto es la forma (…) Lo que recibí del sargento Agudelo fueron patadas y agresiones en las canillas”, dijo el líder. Uniformados lo habrían apartado y uno de ellos lo golpeó con el puño, actitud que él respondió “en legítima defensa”.

Y así inició el descontento de la población. Daniel Vargas, Cristian Morales, Fabio Barreiro, Mario Andrés Sánchez, Francisco Vargas, Diego Cortés, Diego Losada, Johan Montero, entre otros, fueron, según ellos, capturados ilegalmente y ahora están siendo procesados por asonada, daño en bien ajeno y violencia contra servidor público. A todos los llevaron a la estación de Policía de Rivera.

Daniel, por su parte, contó que llegó al comando sin sentido. Lo que recuerda es que unos policías lo agredieron cuando estaba en el Hospital Divino Niño con su hermano y su cuñada, ésta última afectada por los gases lacrimógenos. “La Policía bruscamente y comenzó a agredir a mi hermano que lo único que pedía era ver a la esposa y a la niña. Yo me meto, no sé quién me empujó y caí al suelo, me agredieron en el suelo con patadas en la cara y ya me vuelvo a acordar cuando estaba en la estación, no sé qué más pasó”.

“Fuimos tratados como delincuentes”
28 horas estuvieron privados de la libertad. De la estación fueron conducidos por cerca de una hora a una tanqueta y más tarde a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Neiva. “Para llevarnos a Medicina Legal nos amarraron con cordones de zapatos en la patrulla. Iban dos motos adelante, dos atrás y dos Chevrolet Duster (camionetas). Allá cuando llegamos eso no hacían sino sonar las armas. Cuando salió la doctora ella se quedó mirando y dijo ′tanto escándalo para esto′”, narró Fabio Barreiro.

Presuntamente, a algunos de los capturados los despojaron de sus teléfonos celulares y a uno de ellos se lo destruyeron. “Han tratado de ocultar pruebas”, explicó Néstor Ramiro. Las quejas serán presentadas ante la Procuraduría, la Fiscalía y las instancias que consideren necesarias.