“La situación no ha variado mucho”: CICR sobre el conflicto armado
En el 2013, las consecuencias del conflicto armado colombiano no cambiaron. 617 presuntas violaciones al Derecho Internacional Humanitario -DIH- se presentaron en el año anterior.

Las condiciones humanitarias siguen siendo complejas mientras se acuerda la paz.
En Colombia las consecuencias del conflicto armado no paran. Un informe presentado por el Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR- sobre la situación humanitaria del país en el 2013 deja en evidencia que aun cuando se están realizando unos diálogos de paz, en el campo y las ciudades la población civil sigue sufriendo la guerra. En el mismo periodo, esta organización atendió a 235 mil víctimas.
Jordi Raich, jefe de la Delegación del CICR en Colombia, plantea que se vive en un tiempo de ansias y ansiedades frente a las posibilidades de paz. “Ansiedades porque el tiempo de espera no es tiempo de paz, sino tiempo de guerra que continúa sin pausa, engordando la cuenta diaria de desapariciones, desplazamientos, homicidios, amenazas y abusos sexuales, inventario trágico de víctimas que cifras oficiales ponen ya en más de seis millones desde 1984”. En el 2013 se habrían presentado 617 violaciones al DIH.
“La situación no ha variado mucho”, afirmó Angélique Appeyroux, jefe de la subdelegación Florencia del CICR en Colombia. Según la funcionaria, las consecuencias más frecuentes de las confrontaciones son las muertes y amenazas, la desaparición, el desplazamiento, la contaminación por armas y la destrucción y ocupación de bienes civiles. “Quedar en medio del fuego cruzado o morir por sospechas de ser auxiliador de la contraparte son graves situaciones a las que sigue enfrentándose la población”, explica el documento denominado Colombia: situación humanitaria.
La causa por las cuales la situación de conflicto no ha cambiado, explica Angélique, se debe a que las Farc no son el único actor armado. Las condiciones en las zonas urbanas también son complejas por grupos armados como las bandas criminales. Por tanto, la realidad en las ciudades no es muy distinta a la de la periferia del país. No obstante, el CICR adelanta labores humanitarias en 25 zonas donde la violencia se hizo sentir con mayor intensidad.
En el caso del Huila, aunque los efectos directos no son tan evidentes, sí los indirectos. “El departamento es receptor tanto de población desplazada como de las víctimas de contaminación por armas que vienen acá a recibir atención médica en hospitales de tercer y cuarto nivel”, indicó Appeyroux.
La labor del CICR
En el contexto de conflicto armado, el CICR lleva a cabo estrategias de atención a la población víctima y desarrolla diálogos confidenciales con todos los actores armados para vigilar el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. En el 2013, unas 235.000 personas se beneficiaron de las acciones humanitarias.
Por otro lado, 609 víctimas de amenazas recibieron ayuda económica para refugiarse en lugares seguros y 107 familias recibieron ayuda para costear gastos funerarios. Así mismo, 6300 hogares que no habían declarado su situación de víctimas pudieron hacerlo. “Las condiciones de vida de la población afectada por el conflicto no han mejorado. Por ello, animamos a las partes a analizar la posibilidad de establecer acuerdos que contribuyan a aliviar el sufrimiento de las víctimas. El CICR confirma su disponibilidad para contribuir a la formulación e implementación de dichos acuerdos, si esa es la voluntad de las partes”, anunció el jefe de la delegación del CICR en Colombia.
El reto: el postconflicto
Mientras en La Habana, Cuba, se pretende llegar a un acuerdo de paz, en Colombia la situación de las víctimas del conflicto armado colombiano no ha cambiado en lo rural ni en lo urbano. Sin cese al fuego se siguen generando consecuencias humanitarias para miles de colombianos. En ese sentido, para el CICR el reto es el postconflicto. En ese posible escenario el CICR partirá de experiencias en otros países y desarrollará actividades entorno al retorno a sus parcelas de los desplazados, descontaminación de explosivos de los campos, desaparecidos, entre otros.
“Inquietud porque un acuerdo de paz exitoso con las guerrillas no pondrá fin a la violencia armada generada por otros grupos, las denominadas bandas criminales, cuyo impacto humanitario es, con frecuencia, comparable al del conflicto armado. En las paradojas de la desgracia, la consecuencia más inmediata de un acuerdo de paz con las Farc-EP y el ELN podría ser un aumento del área de actuación y de la violencia de esas bandas”, plantea Raich.
¿Qué es el DIH?
El derecho internacional humanitario (DIH) es un conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que ya no participan en los combates y limita los medios y métodos de hacer la guerra.
*Foto/www.bbc.co.uk