“Alberto y Argemiro son inocentes”

Alberto y Argemiro, dos de los capturados como presuntos responsables del crimen del educador Manuel Ignacio Reyes, recibieron ayer el más grande gesto solidario de una comunidad que cree en su inocencia.

Carteles con frases sentidas y arengas exigiendo su inmediata libertad, fueron la constante durante la marcha que adelantaron familiares y amigos de los detenidos por las calles del poblado.

María Rodríguez, habitante de Rivera desde hace 30 años, dice que le dolió profundamente el crimen del educador, a quien conoció y quien fue el maestro de sus hijos, sin embargo, se niega a creer que Alberto y Argemiro, a quienes también conoce desde hace muchos años, hayan sido capaces de quitarle la vida al educador.

Lo que se rumora entre la comunidad es que el otro capturado por este hecho, identificado como Camilo Armando Sandoval y quien ya confesó ante las autoridades su participación en el crimen, está enlodando a estos dos labriegos para desviar la investigación y favorecer a los que fueron sus verdaderos cómplices.

Otras fuentes indican que Sandoval, quien posee antecedentes penales y es reinsertado de las Farc, está adelantando un preacuerdo con la justicia en busca de rebajas en la pena, lo que lo llevó a señalar a estos dos labriegos.

¿Quiénes son los capturados?

Alberto Chaparro Palomino, de 30 años de edad, es montador de caballos. La comunidad asegura que es un hombre calmado y que “su único pecado es que le gusta la cerveza”. En la actualidad vivía con una mujer que conoció hace varios años en Rivera y era el responsable económicamente de su madre, Silvia Palomino, de 63 años, quien padece una atrofia cerebral y permanece postrada en una silla de ruedas.

Por su parte Argemiro, de 47 años de edad, se desempeñaba desde hace varios años como mayordomo de la finca y hombre de confianza del profesor Reyes. Cuentan que hace unos meses Argemiro se separó de la esposa y que el profesor Reyes prefirió contratar quien le hiciera la comida para que no se fuera de la finca, un gesto que demuestra el afecto y grado de confianza que el extinto profesor le tenía al hoy detenido.

Extraoficialmente se conoció que hay por lo menos tres informantes quienes estarían dispuestos a declarar en el proceso, involucrando a otros sujetos y dejando en limpio el nombre de Alberto y Argemiro, dos campesinos que como se demostró con la marcha, son queridos y respetados por la comunidad de Rivera.