domingo, 20 de julio de 2025
Judicial/ Creado el: 2014-03-06 10:50

Tres meses de incertidumbre

Ya van noventa días desde que Alberto Parra Gómez salió de su casa en El Pital rumbo al Nevado del Huila y no ha regresado. Las Farc, que se comunicaron al inicio, hoy siguen en silencio. Sin embargo, la esperanza no se pierde.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 06 de 2014

Hace tres meses, desde el 6 de diciembre de 2013, la familia de Alberto Parra Gómez vive en la incertidumbre. Parra, excursionista por pasión, decidió irse a finales del año anterior a una nueva aventura de largas caminatas y espléndidos paisajes. Sin embargo, se fue por un camino en el que no ha encontrado el regreso. Unas personas identificadas como integrantes de las Farc-Ep se comunicaron al inicio de su desaparición para decir que lo tenían en su poder pero el rastro de Alberto se ha perdido.

Decenas de mensajes se juntan en los perfiles de los hermanos para pedir-exigir el regreso a su casa. “Hermano no te hemos olvidado”, “Liberen a nuestro hermano, ya no más incertidumbre”, “Todos pensamos en estar fuera del conflicto armado hasta que llega el día que nos toca”, “La incertidumbre nos tiene del peor de los ánimos”. Frases que acompañan con imágenes de travesías de Alberto y días en familia.

El viaje que emprendió a inicios de diciembre el hijo menor de los nueve Parra Gómez, estuvo planeado en compañía de Diego Chaux, uno de sus amigos, pero su afán de ponerse sus botas y llevar su cámara al frío del nevado del Huila, lo encaminaron solo. Se fue también con su carpa y enlatados para alimentarse. Pero hoy no se sabe nada. En el municipio de Belalcázar, al parecer, fue el último lugar en que lo vieron y le advirtieron que era peligroso.

A finales de enero, Rubén Parra Gómez, hermano de Alberto, pedía el cese al fuego en la zona ya que los enfrentamientos entre la fuerza pública y la guerrilla eran intensos. En varias ocasiones se dirigió hasta allá a averiguar de la suerte del excursionista pero no volvió a hacerlo. “Nos puede pasar lo mismo, nos da miedo por el conflicto tan fuerte”. Pero hicieron una marcha, repartieron volantes y no paran de pronunciarse.

Llamadas extorsivas
Después de la entrega de volantes, personajes que decían ser de las Farc llamaron a la familia pidiendo dinero a cambio de la libertad de Alberto Parra Gómez. 15 días transcurrieron pero dejaron de comunicarse.

“Seguro se cansaron de pedirnos y pedirnos. Nosotros le exigíamos alguna prueba de vida porque qué íbamos a negociar sin ninguna base de nada”. Nadie más hizo uso de los números de teléfono que aparecían en los impresos con la foto del “‘pelao′ sano, de casa, intelectual y amable”, como lo describe su amigo Diego Cháux.

La otra fuente de información era la gobernadora del cabildo de Belalcázar pero esa posibilidad también se debilitó pues ella se encuentra amenazada por la guerrilla. Ahora hay otra persona que los puede ayudar a realizar un acercamiento con el grupo armado al margen de la ley.

“Estamos viendo la información con otra persona que nos ha estado colaborando pero nos dicen que probablemente él ya no esté con nosotros, otras personas dicen que sí, que él está vivo, que hay que seguir esperando pero la verdad es que estamos en las mismas”, relató Rubén.

La esperanza sigue ahí
Además de la incertidumbre, los parientes viven con esperanza. Cháux, por su parte, estuvo averiguando en la localidad de Belalcázar hace tres días. Sutilmente, averiguó por su amigo. Le contaron que ya dos personas habían sido asesinadas por la guerrilla por ser desconocidos en la zona: un vendedor de libros y un ingeniero de sistemas.


“Es difícil que de pronto (silencio) no sé, la verdad (…) esa gente está haciendo y deshaciendo”, comentó. Mientras tanto la familia sigue con la expectativa. “Estamos esperando comunicación nuevamente a ver si ellos se deciden a hablar, llamarnos, darnos alguna prueba de vida. Tampoco han llamado los indígenas, de la guerrilla tampoco sabemos nada. Se quedaron mudos”, agregó el hermano del joven que estaría secuestrado por las Farc, el aficionado a los videojuegos, a los libros de mitología griega y de las caminatas ecológicas.