Tensa calma en Rivera
Con una fuerte presencia del Ejército Nacional y del escuadrón antidisturbios -Esmad- amaneció ayer el municipio de Rivera después de la asonada del domingo en la noche. Trece personas capturadas y cinco heridos es el balance.

Luego de los desórdenes del pasado domingo en horas de la noche, Rivera recuperó la tranquilidad. No obstante, el ambiente estuvo tenso por la cantidad de uniformados que llegaron al municipio para evitar nuevas alteraciones del orden público. El balance después de cerca de cinco horas de confrontaciones entre la fuerza pública y la población civil fue de trece personas capturadas y cinco con heridas leves.
Todo inició cuando agentes de la Policía Nacional realizaban actividades de control del tránsito de motocicletas parqueadas cerca a los establecimientos nocturnos. En el procedimiento habría intercedido Néstor Ramiro Barreiro, líder comunitario reconocido en esta localidad, y al ser conducido por los uniformados a la estación, los presentes arremetieron contra los policías.
“Al conducir a esta persona a las instalaciones, las demás reaccionaron para no dejar actuar a los funcionarios y es allí donde se presenta una asonada”, declaró el coronel Miguel Moncaleano, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva.
Llovieron sillas, botellas y piedras. Los gases lacrimógenos no se hicieron esperar después de que llegaron hombres del Esmad. Quienes tenían sus motos parqueadas en el sector de discotecas y bares aprovecharon para salir de allí. Sin embargo, muchos se quedaron. De las veinte personas que empezaron la revuelta, al final se sumó un centenar y se trasladaron a diferentes lugares de la zona céntrica del municipio.
El Hospital Divino Niño, la galería municipal, la plazoleta de comidas y el parqueadero de Tránsito sufrieron los estragos del descontento. En el último sitio protestantes intentaron encender fuego y destruyeron algunas tejas, además algunos vehículos resultaron averiados.
Un policía resultó herido y otras cuatro personas presentaron contusiones. Los trece capturados fueron dejados a disposición de la autoridad competente. A uno de ellos, que al parecer estaba grabando la situación, le habrían dañado el celular los uniformados, según denunció un familiar. Los habitantes de Rivera sufrieron los efectos de los gases lacrimógenos y algunos debieron salir de sus casas para otros lugares.
Una sección 55 policías el Esmad reforzaron inicialmente el proceso de recuperación del orden y luego llegaron más por la gravedad de la situación.
Habitantes de Rivera denunciaron “excesos” de la fuerza pública pero según el oficial, sus hombres actuaron conforme a la ley. En la noche ayer los establecimientos de consumo de licor permanecieron cerrados.