domingo, 20 de julio de 2025
Judicial/ Creado el: 2014-03-17 11:00

Soldado involucrado en falso positivo alega inocencia

Un soldado vinculado en un proceso por ejecuciones extrajudiciales pide ayuda a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El militar, con pruebas, alega su inocencia.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 17 de 2014

Un soldado profesional, involucrado en un falso positivo ocurrido en Algeciras en el año 2005, recurrirá ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos alegando una total inocencia en el hecho que se le imputa. La decisión surgió ante la imposibilidad de que los argumentos de su defensa sean escuchados por la justicia colombiana.

El militar Florentino Tovar Gómez, oriundo de Garzón, es un hombre casado y padre de tres hijos. Desde enero de 2011 permanece suspendido del cargo y detenido en las instalaciones del batallón Pigoanza de ese municipio. Le pagan la mitad del salario que devengaba antes del proceso judicial.

“La mitad del sueldo que vengo recibiendo y del que depende el sustento de mi esposa y mis hijos lo dejaré de recibir la próxima semana cuando me notifiquen la medida de aseguramiento por un delito que nunca cometí”, dijo el soldado entre lágrimas.

DIARIO DEL HUILA confirmó que efectivamente la Fiscalía 39 de Neiva, que investiga el caso donde se involucra a Tovar Gómez, tiene lista para su notificación la medida de aseguramiento al soldado profesional en mención por el delito de homicidio agravado en persona protegida. Según una fuente castrense, una vez se notifique esta decisión en contra de Tovar Gómez, este dejará de pertenecer al ejército, no recibirá más su salario y será trasladado del Batallón Pigoanza a una cárcel de reclusión militar que podría ser Tolemaida.

Los hechos
El 14 de diciembre de 2005 en la vereda Chorro Frío de Algeciras, tropas del Batallón Pigoanza dieron de baja a Juan Cristóbal Alvarado, alias Juanito, señalado de pertenecer a la columna móvil Teófilo Forero de las Farc. En ese momento, los militares que participaron en el operativo inicialmente fueron felicitados por el comandante de la época de esta unidad militar, coronel Orlando Pico.

Sin embargo, tras la investigación apoyada en versiones de desmovilizados del grupo guerrillero, se descubrió que la operación había sido un falso positivo, que Juanito no era guerrillero y que en el momento de ser dado de baja no portaba armas de fuego. Al parecer habría sido capturado con engaños, posteriormente fusilado y “cargado” con una pistola que los militares le colocaron después de asesinarlo.
Por el hecho fueron judicializados cinco militares de los cuales dos quedaron en libertad mientras que el oficial que comandaba el operativo, un suboficial y un soldado fueron condenados.

Inculpan a Florentino
Siete años después del operativo de Chorro Frío, un hombre que se desmovilizó de las Farc identificado como Andrés David Martínez manifestó a la Fiscalía que el soldado Florentino Tovar Gómez fue el militar que le entregó la pistola al teniente Míller Damián Forero para que se la colocara al cadáver de Juanito y justificar así el falso positivo.

Martínez también aseguró que Juanito era un humilde campesino de la región. Luego de la esta declaración, al soldado profesional lo suspendieron del servicio activo y lo privaron de la libertad en el Batallón Pigoanza.
La afirmación del reinsertado contrasta con la versión de otro exguerrillero de las Farc, que afirma que el occiso sí era miembro del grupo armado al margen de la ley, que portaba armas y un radio de comunicación en las manos. Además asegura no haber visto en el operativo al soldado Tovar.

La defensa
Según la versión del soldado Tovar, el día del operativo él era el radio operador de la segunda sección y estaba en la parte de atrás en el despliegue de la tropa hacía el objetivo. “Mi teniente Forero, iba adelante y nosotros, la segunda sección, íbamos atrás separados unos 700 metros de la avanzada. Llovía y había niebla, lo que no permitía la visibilidad. En ningún momento me acerqué a la avanzada y menos a entregarle armas a mi teniente como lo afirma descaradamente el reinsertado con el afán de perjudicarme”.

Por otro lado, el teniente Forero, comandante del pelotón; el sargento Moya, comandante de la segunda sección y los compañeros de pelotón del soldado Tovar, han declarado ante la fiscalía bajo la gravedad del juramento que el militar no le entregó arma alguna al oficial y que no participó de manera directa en el operativo. No obstante, el militar sigue preso.

Tras su detención, Tovar, vive una dolorosa situación familiar pues su esposa e hijos carecen de vivienda y medios de subsistencia. Su casa en Garzón, el único patrimonio que tenía, la vendió para pagar un abogado particular ante la ineficacia del abogado que para su defensa las fuerzas armadas le facilitaron.

“A mí me acusan de algo que no hice y lo más grave de todo es que he aportado una gran cantidad de pruebas donde demuestro que yo no participé en ese operativo y la Fiscalía colombiana no me quiere oír dándole toda la credibilidad al reinsertado de la guerrilla y no a mí que por doce años con orgullo y dedicación porté el uniforme del ejército nacional”, manifestó.

“La última esperanza que tengo es la Corte Interamericana de Derechos a quien voy a solicitar que revise mi caso y obligue a la Fiscalía a evaluar tanto los testimonios de mi teniente Forero, de mi sargento Moya, de todos mis compañeros de pelotón y del reinsertado donde ellos dan fe mi de inocencia. De lo contrario la justicia colombiana cometerá un falso positivo conmigo”, aseguró el soldado profesional Florentino Tovar Gómez.