viernes, 12 de septiembre de 2025
Judicial/ Creado el: 2014-07-26 09:15

Policía de cuadrantes entrará en la moda de las “taser”

Algunos de los más de 1000 cuadrantes de la Policía en la ciudad de Bogotá contarán con cien pistolas tipo taser, que en lugar de balas disparan impulsos eléctricos para inmovilizar personas durante hechos de violencia en la ciudad.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 26 de 2014

La Policía Metropolitana de la capital del país ya presentó los dispositivos y han participado en entrenamientos con la empresa que provee dichas armas. La idea es inmovilizar a las personas que le puedan hacer daño a los demás, durante riñas o atracos, sin comprometer sus vidas.

"Es una forma moderna y científica de evitar posibles agresiones", señaló el general Humberto Guatibonza, comandante de la Policía Metropolitana.

Guatibonza aclaró que estas armas "solo afectan el sistema nervioso y los músculos motores, pero no afectan el corazón. Por ejemplo, en el caso remoto de que se usara en mujeres embarazadas no las afectaría a ellas ni a sus bebés".

Los tasers están en manos de las autoridades desde hace dos años, pero ahora decidieron usarlas también con los patrulleros en las calles, durante las rondas de los cuadrantes. Todos están siendo entrenados.

En Neiva la policía por cuadrantes, según fuentes oficiales, aún no cuentan con la dotación de este tipo de arma, pues inicialmente se emplea en Bogotá en periodo de prueba.

¿Daños en la salud?

No obstante, hay quienes temen por los efectos que puedan tener estas armas en la salud de las personas que reciban las descargas.

Carlos Fernández, asesor médico de El Tiempo, explicó que el efecto de la corriente eléctrica de este tipo de arma, depende de su intensidad, y no del voltaje. Se considera que una descarga tiene efectos graves en el organismo cuando está por encima de los 50 miliamperios.

A partir de esta intensidad las contracciones pueden afectar a todos los músculos, incluidos los respiratorios. Si el contacto se prolonga se puede producir asfixia por contracción sostenida de los músculos de la respiración que, consecuentemente, puede llevar a paros cardíacos.

Aseguró el profesional que definitivamente son letales las descargas de corriente alterna, y con contacto de al menos un segundo, con intensidades de entre 75 y 100 miliamperios. Ellas hacen que el corazón altere su ritmo y se produzca lo que se conoce como fibrilación ventricular (el corazón es incapaz de bombear sangre), lo cual es incompatible con la vida, así el contacto sea por tiempo mínimo.

Y señaló que hay que tener en cuenta que si la corriente, así sea de baja intensidad, se aplica directamente y a corta distancia en estructuras como los ojos, el cuello, los oídos e incluso en algunas mucosas, como la boca, o estructuras frágiles, como los genitales, el daño puede ser severo.