Menor cobraba “vacunas” para las Farc

A sus 16 años, Yasmín, como fue apodada por la organización armada al margen de la ley, era utilizada por el Burro Demetrio, para intimidar a los gremios, citarlos y cobrarles las vacunas, actividades por las que el terrorista le dio la misión de secundarlo en el mando de la comisión de finanzas; la menor fue convertida en la segunda cabecilla de la estructura financiera de la Columna Móvil Héroes de Marquetalia.
La historia de Yasmín inició a los 13 años cuando decidió abandonar la capital del país para reencontrarse con su familia en una vereda del Tolima; pasaron pocos días para que la niña fuera reclutada forzadamente por subversivos de las Farc.
Extensas jornadas de guardia, realizar duros trabajos y enfrentarse a una vida sexual a temprana edad, fueron tan solo algunas de las consecuencias de esa etapa en la insurgencia.
Obligada a realizar los cursos de básico de guerrilla, radista y enfermería, la menor, según los cabecillas, estaba preparada para recibir el mando como comandante de escuadra, ocho guerrilleros quedaron bajo sus órdenes.
Para diciembre de 2013, la joven perdió a su novio alias Baudilio, quien murió durante combates contra el Ejército; pero esta no era la única situación dolorosa que tenía que experimentar; enterarse que Ricardo un joven de 17 años, había sido ajusticiado tras ser encontrado culpable en un consejo de guerra, marcaron su vida para siempre.

Utilizada para extorsionar
Para el mes de enero de 2014, alias Yasmín, ya con 16 años de edad, fue designada como radista de alias Burro Demetrio, acción que adelantaba cuando el campamento en el que se encontraban reunidos terroristas de la Alfredo González y la Héroes de Marquetalia, fue sorprendido por una operación conjunta entre Ejército, Fuerza Aérea y Policía. Ese día murieron en el desarrollo de la operación militar, un aproximado de 13 integrantes de esa organización.
La menor que logró huir del lugar, sufrió heridas en uno de sus brazos y en la cabeza, hecho que aligeró su deseo de escapar de las Farc y de volver a su casa. Para ese entonces ya alias el Burro tenía otros planes, necesitaba utilizar a la menor para incrementar las intimidaciones, con miras a fortalecer las finanzas de la columna.
Mediante claves y utilizando la palabra ‘patrón’, Yasmín era quien llamaba a comerciantes, agricultores y otros gremios de los departamentos de Tolima y Huila, para citarlos y recordarles el monto que tenían que cancelar si no querían ser declarados objetivo de atentados terroristas.
Llegó el día en que la menor logró escapar y recibió el apoyo de las tropas del Batallón de Artillería No. 9 Tenerife, unidad que en coordinación con del Batallón de Movilidad y Maniobra de Aviación No. 5, llegó hasta la vereda Chapinero de la ciudad de Neiva para extraerla en un helicóptero. De inmediato, la menor fue puesta a disposición de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Neiva.
El teniente coronel Norberto Salgado Zubieta, hizo un llamado a los padres de familia, para que ante la amenaza de reclutamiento forzado, denuncien en aras de salvaguarda los derechos de los niños, niñas y adolescentes, al tiempo que hizo un llamado a los cinco menores, que según los informes de inteligencia, permanecen en las filas de la estructura armada ilegal, para que busquen el apoyo del Ejército y retornen al lado de sus padres.