Joyero opita murió en Bogotá
Guillermo Contreras Ruiz, dueño de la Joyería Dinastía, salió caminando y con unas laceraciones pequeñas en su cuerpo a abordar un taxi sobre la calle Séptima con carrera Quinta, en pleno centro de Neiva, para dirigirse al hospital.

Un cilindro de gas explotó dentro de su negocio mientras él trabajaba, resultó herido y el Cuerpo de Bomberos de la ciudad acudió al sitio de la emergencia.
Los hechos se presentaron el sábado anterior hacia las dos y treinta de la tarde y el pasado viernes perdió la vida en el Hospital Simón Bolívar de Bogotá. Su cuerpo estaría llegando pasada la media noche de ayer a la capital huilense para ser velado por sus familiares y conocidos en la funeraria Los Olivos. Mientras tanto, Joyería Dinastía ha tenido su portón blanco cerrado.
Durante el comienzo de la semana, sus parientes rogaban por su recuperación y agradecían la oportuna atención del Hospital Universitario de Neiva. Pero las heridas que parecían simples lo llevaron hasta la capital del país a ser atendido por los galenos.
Su partida deja huérfana a una niña de quince años. Contreras Ruiz era hermano de la gestora cultural, Martha Constanza Cuéllar Soto, directora de la organización no gubernamental Casa de la Cultura.