Habrían matado a un joven después de intentar robarlo
A dos hombres les imputaron los cargos de homicidio doloso agravado en concurso con lesiones personales, tráfico, fabricación o porte de armas y tentantiva de hurto calificado y agravado.

Miguel Andrés Quino Robles, alias El Zorro, y Álvaro Javier Lozada Reyes, alias Gury, comparecieron ante el juez Cuarto Penal Municipal por el asesinato de José Alfredo Mañosca Cangrejo ocurrido el 16 de marzo de 2013 cuando encontraron resistencia al intentar robar un computador portátil. En la audiencia de imputación de cargos, los jóvenes de 24 y 23 años respectivamente, no los aceptaron. Dos mujeres lloraban y cargaban en sus manos bolsas plásticas con ropa para la estancia de los hombres en la cárcel de Rivera, centro de reclusión a donde fueron enviados.
El fiscal fue enérgico a la hora de narrar los hechos que le permitieron inferir la probable responsabilidad de los sujetos. Fue a las 10:00 p. m. cuando Miguel Andrés habría ingresado a la casa de la familia Mañosca Cangrejo una noche de marzo el año anterior. La puerta estaba abierta en la calle 82 con carrera 1H bis en el Barrio Villa Marcela primera etapa. Padre, madre, dos hijos, la nuera y la nieta están departiendo en el lugar. Miguel Andrés llevaba en su mano un arma de fuego y les apuntó. Diciendo groserías y amenazando, al parecer exigió la entrega del computador portátil. Édgar Mañosca se resistió y Miguel disparó la primera vez hiriendo en el brazo a Diego Mauricio Mañosca.
Ahí no terminó el asunto. Quino Robles insistió y en medio de la negativa de don Édgar una segunda bala hirió a otro de sus hijos, esta vez de manera más grave. José Alfredo Mañosca murió en el Hospital Universitario de Neiva después de recibir el proyectil. Dejó huérfana a una niña de dos años que estaba en el sitio. Después de eso, huyó gracias a un hombre que lo esperaba en una motocicleta sin placas. Según la investigación de la Fiscalía se trata de Álvaro Javier.
Una pena máxima de sesenta años
Debido a la gravedad de las conductas y del número de cargos que afrontan, El Zorro y Gury podrían llegar a purgar hasta sesenta años de cárcel. Fueron capturados el pasado jueves al hacerse efectiva la orden proferida por el juez Segundo Penal Municipal desde el 27 de septiembre de 2013.
En la legalización de la captura la defensa sustentó que la orden de captura no era legal, que no había conocimiento de los motivos de la decisión. El juez de control de garantías deslegitimó esa posición.
La prueba reina de la Fiscalía es el testimonio del vecino de enfrente quien fue testigo de los hechos e identificó fotográficamente a los sujetos. De igual modo, un retrato hablado dado por Diego Mañosca muy similar a Álvaro Javier.
No obstante, la familia víctima del asalto asegura que no está en capacidad de reconocer a ninguno y esta última afirmación dio pie a que la defensa se negara a la medida de aseguramiento. De nuevo, el juez no admitió los argumentos y les dieron boleta para la cárcel.