Familia en Pitalito podría ser víctima de un falso positivo del Gaula
A los integrantes de la familia los han acusado de terroristas, desvalijadores de motos, traficantes de alucinógenos y ahora de participar en un secuestro. Sin embargo, intentan demostrar con pruebas que se trata de un posible montaje por parte del Gaula del Ejército y la Policía.

En audiencia del juicio oral del proceso que se le adelanta a Jony Fernando Andrade por el presunto delito de secuestro, se conocieron nuevos detalles del caso que involucra a toda una familia residente en el municipio de Pitalito.
Jony Fernando es acusado de participar en el secuestro de Omaira Marlén Andrade, en hechos ocurridos el 26 de agosto de 2012 en esa localidad. Entre las pruebas de la Fiscalía que lo señalan, están el registro de unas supuestas llamadas, que el señalado habría hecho desde su teléfono celular a la familia de la víctima, exigiendo la suma de 200 millones de pesos por su libertad.
En la nueva audiencia que se desarrolló durante todo el día de ayer, se escuchó el testimonio de José Hernando Andrade, padre del acusado. En su declaración denunció que él y toda su familia son víctimas de un falso positivo por parte del Gaula del Ejército y la Policía, en complicidad con un vecino suyo.
Señaló también que le han realizado dos allanamientos en su vivienda de los cuales el Gaula ha suministrado información, para ahora involucrarlos en dicho caso de secuestro.
Según se conoció en la audiencia, el primer allanamiento fue practicado el 6 de septiembre de 2012 por unidades del Gaula del Ejército y la Policía. En esa ocasión solo les incautaron las tarjetas de memoria de algunos de los celulares de los miembros de la familia Andrade, y sus datos de identificación.
Tres meses después fueron sorprendidos con un segundo operativo en su residencia, que fue realizado esta vez por la Policía y la Sijín, llevándose algunas prendas de vestir y un vehículo Mazda 626 de propiedad de José Fernando Andrade, a quien aprehendieron junto a su esposa y dos de sus hijos, acusados por terrorismo.
Días más tarde fueron puestos en libertad, pero ese no fue el fin del viacrucis que ha llevado esta familia, que dice sentirse perseguida por la ley, sin causa alguna.
La familia se defendió
José Hernando Andrade le dijo al juez del caso que él y su familia llegaron a Pitalito hace cinco años, procedentes de Orito Putumayo. En el municipio huilense abrió un taller de ornamentación, oficio que ha desempeñado casi toda su vida. Aseguró que producto de la envidia que le tiene un vecino del barrio, lo han involucrado en diferentes delitos.
“Luego de habernos tildado de terroristas, nos acusaron de ser desvalijadores de motos, solo porque mi hijo (el hoy acusado) en el momento en que llegó la policía, tenía la moto de él desbaratada porque la iba a pintar. En otra ocasión nos acusaron de vender alucinógenos, por el hecho de que mi esposa tenía un planta de marihuana en la casa, con la que yo me hacía remedio para el dolor de artritis”, manifestó Hernando Andrade.
A su turno, José Fernando Andrade, quien es hoy acusado por participar en el secuestro de Omaira Marlén Andrade, declaró que en una oportunidad le había prestado su celular, el mismo del que presuntamente salieron las llamadas extorsivas, al vecino en cuestión, porque él mismo le pidió el favor de que le regalara unos minutos. El hecho tuvo lugar en un establecimiento público de Pitalito, en que se encontraba el acusado con su hermana compartiendo algunas cervezas.
José Fernando recalcó que desde entonces ha recibido llamadas sospechosas de personas que no identifican, solicitándole en ocasiones datos personales.
En el proceso judicial será llamado a declarar en los próximos días el sargento de la Policía Medardo Rivas, como testigo importante en el caso.