domingo, 20 de julio de 2025
Judicial/ Creado el: 2014-02-26 07:36

Enviadas a la cárcel 'fuerzas especiales' de las Farc

Las cinco personas que fueron capturadas con un poderoso arsenal, que según las autoridades era de la columna móvil Teófilo Forero, no aceptaron los cargos imputados por la Fiscalía. Una menor de edad también fue aprehendida y está bajo disposición de la Fiscalía de Infancia y Adolescencia.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | febrero 26 de 2014

Dos mujeres y tres hombres, presuntos guerrilleros de las Farc, llegaron esposados al Palacio de Justicia de Neiva a bordo de una tanqueta escoltada por una patrulla de la Policía. Llovía fuerte y corrieron para resguardarse. Eso fue ayer en la mañana y en la tarde, a Rocío Cuéllar Guevara, Dolly Consuelo Chávarro Satizábal, Luis Alberto Mora Ramos -alias Gato o Lucho-, Hermes Andrés Jiménez y Wilmar Alejandro Tabares Marín -alias Peludo- los cobijaron con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario y hoy se encuentran recluidos en la cárcel de Rivera. La decisión fue tomada por el juez Segundo Penal Municipal.

Antes de entrar a la sala en la que se imputaron los cargos y se pidió la medida de aseguramiento por parte del fiscal 41 Especializado, una mujer lloraba mientras veía tras el vidrio oscuro a su compañero sentimental Mora Ramos, dentro del recinto. En el transcurso de la diligencia judicial, el ente acusador endilgó los cargos de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones, concierto para delinquir, terrorismo, utilización ilegal de prendas e insignias y falsedad en documento público. Del último delito solo fueron acusados alias Gato, alias Peludo y Rocío Cuéllar Guevara, los mismos que manifestaron ante el togado no tener ocupación ni lugar de residencia. Las autoridades señalaron que todos los procesados harían parte de la columna móvil Teófilo Forero y del frente 6 de las Farc. 

′Cayeron′ por la llamada de un informante

El pasado 22 de febrero la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dijín) recibió la comunicación de una persona que pidió que le protegieran la identidad, quien tenía información del movimiento de “un material de guerra”. La razón que tenía para este órgano policial, según el fiscal, era la siguiente: “la guerrilla va a realizar un movimiento de armamento, armas largas, cortas y explosivos, los cuales posiblemente van a ser utilizados para plan pistola, hostigamiento a la fuerza pública”. De igual manera, también dio indicaciones de que ese arsenal sería trasladado en el techo de un camión tipo furgón de color blanco que estaría custodiado por dos motos y que el viaje lo harían entre uno y dos días.

Después de esta comunicación, personal de la Dijín llegó a Neiva el mismo día. El domingo 23 la fuente manifiesta que el “movimiento” ya se está llevando a cabo. El origen del traslado fue el municipio de Caloto, Cauca, y estaría dirigido a Algeciras, oriente del Huila. Es así, como son interceptados en horas de la tarde.

En el camión iban Dolly Consuelo Chávarro Satizábal y Hermes Andrés Jiménez que, según el ente acusador, no pusieron resistencia para las requisas respectivas. En su poder se hallaron 116.000 pesos y 641.000 pesos, respectivamente, se identificaron con sus nombres reales. En la audiencia, la señora Chávarro dijo ser docente de primaria y mientras el fiscal decía que ella y Jiménez sabían de la existencia de las armas en el vehículo, ella negaba con la cabeza. Su cara de preocupación la mantuvo a lo largo de la diligencia.

Mientras tanto, a bordo de las motocicletas que se movilizaban a alta velocidad, estaban Luis Alberto Mora Ramos, Wilmar Alejandro Tabares Marín –investigados también por la autoría del atentado al exministro Fernando Londoño Hoyos- y Rocío Cuéllar Guevara. Los tres presentaron documentos de identidad falsos y cerca de $8′148. 000.

Los procesados no se allanaron a los cargos que el fiscal les imputó. La pena que pueden purgar en caso de ser hallados culpables sería entre 22 y 30 años. Si aceptan, podrían obtener rebajas de hasta una cuarta parte, solo el delito de terrorismo no tiene beneficio. Dolly Consuelo Chávarro Satizábal, antes de decir “no acepto”, suspiró.