El calvario del cabo Huertas después de su secuestro
Vivió en carne propia una emboscada del ELN en Norte de Santander, en donde murieron 11 de sus compañeros y estuvo secuestrado 42 días por el grupo ilegal. Hoy el cabo tercero del Ejército, Carlos Fabián Huertas además de enfrentar un proceso penal y disciplinario, fue considerado no apto sicológicamente para ser reubicado en la Institución. Al respecto se pronunció el Coronel de la Novena Brigada.

Un año y medio después de sufrir un ataque guerrillero y el flagelo del secuestro, el neivano Carlos Fabián Huertas, cabo tercero del Ejército, hizo pública la difícil situación que lo tiene al borde de la desvinculación de las Fuerzas Militares.
El 22 de mayo del 2013, Huertas de 23 años de edad, vio morir a 11 de sus compañeros de tropa perteneciente al Batallón Galán, adscrito a la Quinta Brigada, luego de que insurgentes del ELN los emboscaran en zona rural del municipio de Chitagá, en el Norte de Santander. El grupo guerrillero lo mantuvo secuestrado y 42 días después lo entregó a una comisión de la Cruz Roja cerca de Fortul (Arauca).
En el Hospital Militar fue sometido a chequeos médicos durante 8 días y lo remitieron a su ciudad de origen, siendo reubicado en el Batallón Cacique Pigoanza de la Novena Brigada, para que cerca de su familia pudiera iniciar tratamiento médico y su vida laboral.
Aparentemente todo iba bien en su vida; en septiembre pasado fue ascendido por su buen desempeño en el Batallón de Servicios y respondía positivamente al tratamiento sicológico. Sin embargo, hace unos días recibió un concepto emitido por la junta de neurosicólogos del Departamento de Medicina Laboral del Ejército en el que le reporta la no autorización de su reubicación al hallarlo no apto, y le da un plazo de cuatro meses para apelar la decisión médica, de lo contrario será desvinculado.
Investigan las muertes
A lo anterior se suma el proceso penal y disciplinario que abrió la justicia penal militar por los hechos ocurridos en el ataque guerrillero, y donde según el cabo Huertas, lo señalan de haber suministrado información de la tropa.
Desde Bogotá, donde se encuentra solicitando a los especialistas médicos y al Estado lo evalúen nuevamente, el militar habló vía telefónica con DIARIO DEL HUILA. “Me toma por sorpresa la decisión de la junta médica, que emitió un grado de 34,79 de incapacidad, eso es muy desfavorable, cuando yo me siento en perfectas condiciones para continuar en el Ejército, no estoy buscando pensión, por lo contario lo único que espero es que me permitan estudiar y continuar en la institución”, manifestó Huertas.
Considero una injusticia “el haberme abierto un proceso penal, yo tengo mi conciencia tranquila y he sido muy sincero y honesto. Se tiene que abrir una investigación pero no en contra mía, porque yo fui víctima de este ataque, fui lesionado en la rodilla izquierda, me están afectando mucho, es como deberle al Estado sin saber por qué, me siento como un delincuente”.
La 9 Brigada se pronunció
Lo que no se entiende en el caso del militar Huertas, es como después de haberle otorgado el ascenso a cabo tercero, casi que inmediatamente le arrojan un dictamen de no apto para continuar. Al respecto, el Comandante de la Novena Brigada del Ejército en el Huila, coronel Ariel Gustavo Vargas se pronunció.
“El ascenso se habría dado por el buen desempeño y la respuesta positiva a los tratamientos, pero pudo haber tenido una recaída y los especialistas médicos emitieron este concepto de que no es apto para ser reubicable laboralmente. Si resultara desacuartelado de las Fuerzas, obviamente entraría a mediar el tema pensional. Sin embargo, ahora se le dio la oportunidad de ir a Bogotá para que solicitara una nueva evaluación, ya los sicólogos dictaminarán si este concepto que se emitió es válido o si tienen que entrar a evaluarlo de nuevo”.
En torno a la investigación que se lleva por la muerte de los soldados en Norte de Santander, el coronel dijo: “No es que estén investigando al cabo Huertas para hacerlo responsable; en este caso hay 11 muertes y debe haber una investigación penal para esclarecer los hechos y buscar a los responsables. No hay señalamientos directos ni pliego de cargos contra él, la investigación la adelanta el Batallón Galán a través de la justicia penal militar, y él no tiene que sentirse responsable porque él no comandaba el pelotón. Hay unos 18 soldados más que sobrevivieron al ataque y seguramente también serán investigados”.
Hermano con problemas mentales
El cabo tercero Carlos Fabián Huertas, sostuvo tener un hermano que presenta serios problemas mentales, que se originaron cuando pertenecía hace más de 10 años, al Ejército. La familia informó que lo desvincularon y sin razón justificable, no le dejaron ni siquiera servicio médico.
Ante esto, Carlos Fabián advirtió que “no pueden comparar la situación de él que es muy diferente a la mía porque yo sí me encuentro en perfectas condiciones”.