El abusador de niñas en colegio de Neiva

Un escándalo se ha desatado entre algunos beneficiarios de una de las rutas escolares que transporta estudiantes del colegio Comfamiliar en Neiva. Ya hay cruce de misivas entre los padres de una menor de 8 años, aparentemente afectada por el ‘tocamiento’ del conductor del vehículo.

Aunque el colegio conoce de la situación, no se atreve a dar vía libre para ‘separar’ de esta actividad al conductor, porque no se lograron recaudar los suficientes elementos materiales de prueba para justificar su salida. Sin embargo, los padres de la menor aunque han denunciado -hasta en la Fiscalía- el conductor sigue manejando el vehículo con menores.

La madre de la niña, Carmen Palacios (nombre cambiado por protección de identidad de la menor), asegura que hay otras menores intimidadas que no se han atrevido a contarle a sus padres pero sí han exteriorizado su temor ante el conductor.

La historia

De acuerdo con la madre de la menor, ella desde hace un tiempo ha contratado el transporte de su hija con una señora, que a su vez subcontrató con el sujeto implicado en el presunto abuso.

“Este tipo era un abusivo, estaba de morboso con la niña. Entonces mi hija en un recorrido que hizo en mayo, el tipo la hizo hacer adelante y comenzó a tocarla. La niña me cuenta que el señor se introducía los dedos en su boca y luego se los metía en la boca de la niña”, asegura la madre.

Según su relato, el conductor la obligaba siempre a sentarse a su lado en el carro y le decía que le iba a dar regalos y que si siempre se hacía al lado de él, le daba dulces y regalos.

“La niña no había contado. Eso pasó como un viernes de mayo y ella contó a la siguiente semana”, ante esto, “mi esposo se puso furioso y puso la denuncia”. Sin embargo, esta denuncia no sirvió de nada, pues en la Fiscalía, después de una leve averiguación determinaron que no había contundencia en los elementos materiales probatorios y excusados que fue un ‘tocamiento’ y no un acceso carnal, remitieron el caso al ICBF.

Efectivamente a los dos padres de la menor los citaron al Instituto de Bienestar Familiar donde les dieron una charla sicológica y le hicieron un análisis nutricional de la pequeña. No se hizo nada más. Ni siquiera se hizo una visita a manera de inspección a la institución educativa, en jurisdicción de Palermo (en las afueras de la ciudad).

“Como no hubo violación, como solo fue tocamiento, la Fiscalía solamente hizo remitir el caso al ICBF que para que le hiciera seguimiento, para que asesorara a la familia y a la menor”, dijo.

Cuando ocurrió el episodio del conductor con la menor, la niña al siguiente día no quería subirse al vehículo de la ruta transportadora, sin embargo, no dio explicaciones a los padres.

Ante la explicación del ICBF que eran unos conciliadores entre los niños y la familia, el colegio a través de su rector, dio una explicación en torno al transporte escolar “me permito informar que estaremos atentos a tomar las medidas pertinentes en los casos en que la ley nos lo permita y el alcance que pueda tener la investigación realizada por el ICBF. Lo anterior teniendo en cuenta que el servicio de transporte de los estudiantes, conocidas como ‘rutas’ son prestadas por empresas transportadoras ajenas al colegio y contratadas directamente por los padres de familia, por lo que, solo hasta que se cierre la investigación, lo más prudente es cambiar a la niña de ruta”, indicó el rector de la institución Fernando Perdomo Rodríguez, en una misiva entregada a la madre el viernes pasado.

“Respecto a su solicitud de tomar acciones directas contra el sujeto demandado, el colegio se abstiene de realizar acción alguna, por cuento los prejuzgamientos atentan contra la presunción de inocencia y por lo tanto puede resultar contraproducente”, concluye la carta del rector.

Han pasado tres meses y no ha habido una solución. Los padres de la menor están viendo la posibilidad de retirar a la menor del colegio, sienten que hay una negligencia, mientras su menor cada que ve al conductor siente que la va a volver a coger.