Dos familias quedaron desamparadas tras incendio en Neiva
Un voraz incendio ocurrido ayer en el sector del José Eustasio Rivera de la ciudad de Neiva destruyó dos humildes viviendas. Una joven madre y su bebé sufrieron quemaduras de primer y segundo grado.

A un corto circuito al interior de una vivienda atribuyeron Bomberos de Neiva el origen del incendio registrado ayer en el barrio José Eustasio Rivera de la capital huilense. La conflagración que inició hacia las 7:10 de la mañana consumió totalmente dos humildes casas ubicadas a un costado del rio Las Ceibas sobre la carrera séptima con calle 26, y dejó pérdidas parciales en otras dos cercanas. Un motociclista que pasaba por el lugar, fue quien dio aviso a los Bomberos.
En el hecho resultaron con quemaduras de primer y segundo grado una joven madre identificada como María Alejandra Bedoya, de 19 años de edad y su bebé de 1 mes de nacida. Ambas fueron trasladadas al centro de salud Granjas de la ESE Carmen Emilia Ospina.
María Alejandra presenta lesiones en la parte lateral de su cuerpo mientras que la infante en el abdomen y la frente. En el momento del incendio se encontraban durmiendo al interior de la vivienda junto al otro hijo de la joven, un niño de 3 años y su suegra. Afortunadamente lograron salir rápidamente con los dos menores, antes que la residencia hecha en madera, cartón y tejas de zinc terminara en cenizas. La familia vivía de la venta de lombrices para pesca.
Otra de las damnificadas es Amanda López, madre de cuatro hijos a quienes mantiene con su trabajo de las ventas informales. Las llamas le destruyeron todo, se quedaron solo con la ropa que tenían puesta.
Se evitó una tragedia mayor
Según relató el teniente Carlos Alberto Polanco, del Cuerpo de Bomberos de Neiva, la tragedia puedo haber sido peor, ya que en la emergencia se presentó un escape de gas ocasionado por el mismo incendio. “un cilindro se estaba quemando y amenazaba con estallarse, se le aplicó enfriamiento y se evitó una situación más grave”, dijo.
Igualmente reportó que las personas que perdieron sus pocas pertenencias en la conflagración, ya fueron registradas en el censo de damnificados y se les ofreció una primera ayuda económica. Sin embargo el futuro de estas familias es incierto pues quedaron sin un techo donde refugiarse.