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Judicial/ Creado el: 2014-04-10 07:44

Denuncian a concejal de violar a su ahijado

El hecho se registró en Altamira. Responde el supuesto violador y dice que todo se trata de envidias. Presuntamente lo accedió por más de dos años.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | abril 10 de 2014

En las esquinas de Altamira todo es rumor, pero el rumor ya pasó a ser un escándalo que se sabe en el centro del Huila: el presidente del Concejo de este municipio, Julio Malagón Díaz, habría violado a su ahijado de 15 años de edad.  

Él cabildante se defiende y no solo dice que es una mentira sino que se trata de un soborno de 15 millones que le hace el padrastro del niño (Nelson*) para sacarle plata. Pese a que ya hay una denuncia penal en la Fiscalía 21 de Garzón por “actos sexuales con menor de 14 años”, él dice que se siente tranquilo “¿por qué voy a estar preocupado? y por eso no me preocupa que esto salga al aire. La demanda ya está hecha y como dice el dicho: hay que salirle al toro. Cuando uno tiene la conciencia limpia, la vaina hay que afrontarla”.

Mientras que el ahora presidente del Concejo de Altamira dice esto, Nelson, el padrastro del niño manifiesta lo que a su manera es la verdad. “Hace aproximadamente tres años atrás él se convirtió en el padrino de él. Cada ocho días lo sacaba de la casa y comenzó a manosearlo a manosearlo hasta que lo penetró. Así lo tuvo por un poco de tiempo y le daba plata para que no fuera a decir nada y después le dijo al muchacho que si denunciaba lo mataba. Lo amenazó y así pasaron más de dos años”, señaló.

Pero, ¿cómo hicieron para saber que se trataba de Julio Malagón?, “porque el mismo muchacho después nos dice. Cuando él (niño) se fue para Bogotá, por allá fue que dijo. Llamaron acá y ahí es cuando yo hago la denuncia”, señaló su padrastro Nelson.

Ahora el niño tiene un trauma, según explicó el padrastro en la Fiscalía el 27 de septiembre del año pasado “esto ha generado que mi entenado tenga amanes (ademanes) de mujer, incluso quiere ser mujer, hasta el punto de vestirse como mujer y pretender hacer todo lo que hacen ellas. Lo único que solicito es que se investigue el caso y se dé con el responsable de ello”, manifestó entonces Nelson.

Malagón Díaz, quien vive con su compañera en la finca Chapinero, ubicada a 50 metros del casco urbano de Altamira, dice que “el padrastro de este menor viene a exigirle a mi familia una suma de $15 millones para callar o sacar la noticia. Yo le digo, yo no tengo nada que ocultar y no me le den un peso a ese sinvergüenza, haga lo que haga, porque yo en ningún momento le he dado un solo peso de lo que él ha pedido”, recalcó Malagón.

“Claro, acá están los testigos, me están queriendo sobornar porque venirme a decir que yo tengo una demanda y venirme a pedir esa cantidad de plata a mí, que soy una persona humilde. É piensa que porque mi esposa tiene algo de recursos, piensa que me van a sacar la plata. Él no ha querido hablar conmigo sino con mi esposa para cuadrar el tema económico. Yo le dije, no señor, que siga el proceso y al sinvergüenza no le doy un solo peso”, recalcó.

DIARIO DEL HUILA habló con el señalado Julio Malagón Díaz, un conservador de raca mandaca, que ahora funge como presidente del Concejo de Altamira.

¿Usted es el padrino del menor?

Sí señor.

¿Usted en ningún momento ha tratado de abusar de él?

En ningún momento, yo no sé de dónde sacan esa información por la cual vienen y hacen esa clase de denuncias. Cuando conocimos al muchacho, supimos que abusaban del menor en el hogar de paso de donde él venía, porque él no sabía ni que era hijo de esa señora.

Acá tuvimos otro inconveniente porque ellos eran vecinos de nosotros (Nelson y Noralba, la madre del niño). A él (Nelson) le quitaron las dos niñas por acceso carnal violento un juez y le profirieron medida de aseguramiento también, y ahora que viene a pedirme la plata lo mandamos pal carajo porque no merece nada más. Porque después de que abusa de sus hijas viene a extorsionar a una persona de bien como lo puede decir cualquier persona de Altamira, Huila.

Él dice (Nelson) ‘yo no fui, fue Norbey, el sobrino de mi mujer’. Imagínese, eso es un sancocho que no tiene ni cabeza ni pies.

¿Todo, dice usted, es una mentira?

Es una mentira y el tiempo me dará la razón. Ante la opinión pública, ante Dios y ante todo me dará la razón. La ley tiene que obrar a favor mío.

¿Usted por qué decidió apadrinar al menor?

La pareja llegó acá en una pobreza muy tenaz. Él (Nelson) dice que yo le regalé útiles, que yo lo manoseaba. Yo le doy útiles a medio pueblo de Altamira y por eso es que la gente me quiere y me estima porque yo me desprendo de las cosas, yo reparto lo poco y nada que tengo.

¿Por qué decidió apadrinar ese niño?

Porque vimos un niño que estaba tan abandonado, venía de un sitio de paso, no sé cómo se llama,  Bienestar creo, porque ni la mamá Noralba, ni el padrastro Nelson lo querían ver acá. Viendo esa pobreza, acá nosotros somos muy católicos y pues tenemos un corazón muy grande, pues decidí apadrinar ese muchacho. Mandar a hacer el cursillo, apadrinar ese muchacho y seguir con el curso de primera comunión.

¿Finalmente es cierto que usted invitaba al menor y le daba regalos?

Qué regalos, yo no regalo ni a fin de año.

¿Cuál era el fin de apadrinarlo si no le iba a ayudar en nada?

Le estaba dando la parte estudiantil con su cooperativa. Creo que eso es más que suficiente para una persona que va a estudiar.

¿Y por qué cree que lo están denunciando?

No sé. Yo con el padrastro he tenido una relación bastante estrecha con él desde que nos conocimos.

Hace poco tuvimos un problema con el señor, él me demanda a mí por supuesto abuso carnal. ¿Si me entiende?

¿Cómo es la relación de la familia con ustedes?

Después de lo de la relación de las niñas, cuando ya se las llevaron, de la supuesta violación, porque a él se las quitó Bienestar aquí.

¿De qué niñas me habla?

Las niñas de él, porque se las quitó el Bienestar aquí. Porque aparecieron violadas también.

¿Y violadas supuestamente por quién?

No sé, el primer sospechoso fue el padrastro (Nelson) y se lo llevaron para la cárcel, fue detenido. No sé en qué quedó esa investigación porque, me disculpa la expresión, pero no me interesa.

¿De quién son esas niñas?

Son hijas propias de él (Nelson).

¿Para esa época lo conoció a él?

Sí a Nelson, porque estaba recién salido de la cárcel. Venía de pagar una condena por otro delito. No lo conocíamos, cuando vino acá fue porque su esposa trabajaba acá, ella tenía el otro niño que no lo aceptaba como hijo.

¿Ella, la compañera de Nelson?

La señora Noralba que es la compañera sentimental en este momento de él.

¿Usted está dispuesto a comparecer ante la justicia?

Claro, hace rato estoy en esas. Apenas el vino a sobornarme yo me dirigí a la Fiscalía de Neiva para el tema.

¿Usted por qué cree que ellos hacen esta denuncia tan grave contra usted?

Ellos siempre quisieron estar aquí en el puesto donde yo estoy. Esa el  realidad.

¿Cuál puesto, el de concejal?

No, no señor. Ellos siempre se opusieron a que yo estuviera en esta casa en la cual estoy viviendo hoy, en la finca. Ellos tenían muy mala reputación, no solo en Altamira sino en todos los lugares donde han vivido.

Es decir, ¿ellos no están de acuerdo que usted viva en esa finca donde está viviendo?

No. Porque yo comencé una relación con la dueña de la finca y ellos no aceptaban eso y cada que íbamos a coger un corte de uva o un trabajo, no los teníamos en cuenta porque, soy sincero, no me gustaba la actitud del señor. A ellos les molestaba eso y después tocó suspender la señora de acá porque comenzaron unos chismes raros. Y ahí fue el problema porque la sacamos de la finca.  

¿Por qué con todos esos antecedentes decide ser el padrino del niño?

Yo ya era el padrino de él.

¿Cuál es el problema de la supuesta envidia para que usted esté viviendo con la señora de la finca?

Pues lógico, que por la plata.

Pero, ¿por qué ellos son aparentemente envidiosos con esto?, ¿qué relación tiene una cosa con otra?

A raíz de que ellos venían de la cárcel y venían con esos antecedentes con un señor de Garzón. Yo no permitía darles la confianza, porque ellos cogían las cosas como si fueran de ellos ahí era donde yo los atajaba y eso fue lo que a ellos no les gustó.  

*Los apellidos se omiten para evitar cualquier indicio que revele la identidad del menor.

“Él cada ocho días lo sacaba de la casa y comenzó a manosearlo a manosearlo hasta que lo penetró. Así lo tuvo por un poco de tiempo y le daba plata para que no fuera a decir nada y después le dijo al muchacho que si denunciaba lo mataba”.