Cuarta condena para reina de la escopolamina
Cerca de veinte años de prisión es la nueva sentencia condenatoria contra Yadira Narváez Marín, la mujer que tiene en su prontuario varios homicidios de mototaxistas.

Siempre, en las audiencias, no hay ningún familiar que la acompañe. Acude a los estrados con camiseta, bluyín, tenis y su cabello amarrado en un moño. Ayer, durante la diligencia en la que el juez Cuarto Penal del Circuito resolvió condenarla, mantuvo su rostro tapado con su mano izquierda. Esta vez la sentencia es de 19,33 años de prisión y sería la cuarta que recibe por homicidio en concurso con hurto calificado y agravado.
La decisión del jurista surgió después de legalizar el acuerdo al cual llegó la Fiscalía Novena Seccional y la defensa. Yadira Narváez Marín, más conocida como la reina de la escopolamina, aceptó un nuevo asesinato y gracias a ello obtuvo la pena mínima por ese delito. Le respondió al togado que nadie la obligó, que no recibió dinero y que su determinación la tomó en estado de plena conciencia, sin alterarla con el consumo de algún alucinógeno o bebida embriagante.
La víctima de este caso fue Jaime Guanaca, quien murió después de que la mujer le diera Carbofurán, uno de los plaguicidas más tóxicos y que ocasiona graves afectaciones al ser humano. Fue en una habitación del hotel Huila Real el once de noviembre de 2011. Las cámaras del lugar registraron la entrada de un hombre (Jaime) y una mujer (Yadira) sobre las diez y media de la mañana.
“Minutos después el señor sale con la camisa en la mano, ingresa ella y a las once y treinta y uno de nuevo sale totalmente desorientado caminando con dificultad. Se observa cuando la mujer con la que llegó sale de la habitación a buscarlo, lo coge del brazo y lo ingresa nuevamente”, relató el juez. Una hora después, la reina de la escopolamina salió del hotel y afuera la esperaba un hombre que ya se había apoderado de la motocicleta de Guanaca.
Jaime Guanaca fue hallado tendido sobre la cama y en la mesa de noche se encontraron dos botellas desechables en las que al parecer estaba el químico. La sustancia le produjo un edema pulmonar y finalmente una insuficiencia respiratoria que acabó con su vida. La moto fue vendida la misma tarde. La familia pudo recuperarla luego pero no quiso asistir a la audiencia. “Nada les va a devolver su ser querido”, fue la frase que usaron al hablar con la fiscal y justificar la ausencia.
En marzo aceptó otro asesinato
El pasado 31 de marzo Yadira Narváez Marín aceptó su responsabilidad en la muerte de Ferney Lozano Lizcano en un hotel de Campoalegre. La reina de la escopolamina, como en otros casos, le robó la motocicleta al hombre que tenía 36 años de edad.