Condena de 36 meses para conductor borracho de Rivera
Como una injusticia fue calificada la sentencia condenatoria por parte de la esposa y madre de las víctimas del accidente producido por un conductor en estado de embriaguez en Rivera el año pasado. Carlos Benjamín Villalba Calderón nunca pisó la cárcel.

Por el delito de homicidio culposo y lesiones personales culposas agravadas, el juez Cuarto Penal del Circuito condenó al comerciante y universitario Carlos Benjamín Villalba Calderón a una pena de treinta y seis meses de prisión y a una multa de $18’880.400. El condenado no asistió a la diligencia de lectura de fallo pero sí lo hicieron las víctimas.
Doña Amira Escobar, madre y esposa, después de escuchar la decisión del juez, la calificó como una injusticia. “Es injusto, está libre como si no hubiera hecho nada”. No obstante, la abogada de las víctimas dijo que iniciará el proceso para lograr la indemnización.
El 8 de abril de 2013, doña Amira, perdió a su esposo Delio Yara y su hijo Cristian Felipe Yara quedó con discapacidades físicas permanentes. Ese lunes sobre las siete y cuarto de la noche un conductor borracho los arrolló cuando ellos viajaban en una motocicleta a la altura de la estación de servicio, entrando al municipio de Rivera.
“Me quitó algo valioso”
Fue Villaba Calderón en su automóvil Renault Clio. La prueba de embriaguez dio segundo grado. “Me quitó algo tan valioso, a él (Delio) que siempre decía que no se debía manejar con tragos en la cabeza y que ahora ya no está por culpa de un borracho”, manifestó entre lágrimas.
Don Delio Yara y su hijo Cristian Felipe se dirigían a recoger el carro que tenían en el lavadero cuando Villalba Garzón los atropelló. “Llegó ese señor y pasó lo que pasó”, dijo con dificultad Cristian Felipe, quien después del accidente debe caminar con ayuda de alguien más y tiene alterado el habla.
“Todo lo que me ha tocado luchar no ha sido cualquier cosa”, relató doña Amira aun sollozando, una señora que vive en el barrio La Libertad del municipio de Rivera y que le ha tocado esperar a que la gente le “colabore”. En su rostro se expresa la inconformidad.
Nunca pisó la cárcel
Carlos Benjamín Villalba fue llevado a audiencias preliminares el 9 de abril de 2013. Ese día no fue considerado un peligro para la sociedad y el juez de control de garantías lo cobijó con medida de aseguramiento privativa de la libertad en lugar de residencia. Además, no aceptó los cargos. El 5 de julio la Fiscalía presentó el escrito de acusación por los delitos de homicidio culposo -no buscaba matar a nadie- y agravado –por haberlo cometido en estado de embriaguez- y el de lesiones personales culposas agravadas.
El 3 de febrero de 2014 las partes hicieron un preacuerdo en el cual se declaró culpable. Al delito se le quitó la causal de agravación y por ello se determinó una condena de 32 meses y cuatro más por el concurso de conductas ilícitas. Ayer en la sentencia condenatoria ratificaron ese periodo de tiempo de privación de libertad pero seguirá en su casa, ubicada en un condominio de Rivera.
Por otra parte, no podrá conducir en un término de cuatro años y estará inhabilitado para ejercer funciones públicas hasta que termine la pena. El comerciante no se presentó a la lectura de fallo.
“No nos han indemnizado”
Aunque saben que es irreparable la pérdida, la familia Yara Escobar no ha recibido indemnización alguna y ese es un proceso que todavía deben librar con ayuda de su abogada. El accidente les cambió la vida por completo.
El señor Delio Yara, dedicado al oficio del volante, perdió la vida en el infortunio después de sufrir un trauma craneoencefálico severo y un paro cardiorrespiratorio. Mientras tanto, el joven Cristian Felipe Yara Escobar quedó con secuelas permanentes. Su movilidad fue perjudicada de por vida y debe apoyarse en las personas para poder dar sus pasos. Pronuncia palabras con dificultad y eso hace parte de la afectación permanente que el accidente le dejó en su sistema nervioso central.