Así operaban Las Diosas del microtráfico
Ocultaban las sustancias ilícitas en las raíces de los árboles, andenes, o postes de alumbrado público, para comercializarlas en pequeñas dosis en el centro de Neiva. Conozca cómo controlaban el microtráfico de estupefacientes, los 8 integrantes de la banda delincuencia desmantelada en las últimas horas por las autoridades.

Miembros de la Sijín de la Policía Metropolitana de Neiva capturaron a cinco mujeres y dos hombres, y aprehendieron a un menor de edad, señalados de ser presuntos integrantes de una banda delincuencial denominada Las Diosas, dedicada al microtráfico de estupefacientes en el centro de la capital huilense.
Durante seis meses, investigadores policiales realizaron seguimientos minuciosos a estas personas, cuyas actividades ilícitas quedaron registradas en diferentes videos y fotografías recolectadas. Inmediaciones de la Plaza Cívica y la Plaza de San Pedro, eran los puntos estratégicos que utilizaban para el expendio de los alucinógenos.
¿Cómo estaban organizados?
Édinson Serrato Guevara, alias Perro Sonso, de 41 años, era quien presuntamente dirigía toda la banda delincuencial. Su mano derecha era Inmirida Arango, alias La Gorda, de 44 años, supuesta encargada de la venta de los estupefacientes y del control de los expendedores; como tales actuaban Anyi Viviana Arango, de 20 años quien hacía además el papel de “campanera”, o de avisar la presencia de las autoridades; Eliana Lucía Garzón Becerra, de 19 años; Érika Constanza Losada Acosta, de 24 años; y Maglloly Hernández Betancurt, una trabajadora sexual de 30 años. Estas personas fueron capturadas en una primera operación desplegada en coordinación con la Fiscalía Especializada Antinarcóticos en la carrera 2 con calles 6 y 7.
Otro que hacía parte de la organización ilegal es Diego Raúl Garzón Becerra, alias El Chato, de 27 años, presuntamente estaba encargado de transportar y entregar los estupefacientes a Erika Constanza Losada. Su captura se dio mediante el allanamiento a un inmueble ubicado en la calle 1G con carrera 21 del barrio Alfonso López, al suroriente de la ciudad. Todos estos sujetos estaban requeridos por el Juzgado Segundo Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Neiva, mediante orden de captura vigente por los delitos de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes y concierto para delinquir.
Un último integrante de la banda, que cayó en otro sector de Neiva, es un adolescente de 17 años, al parecer también era expendedor de estupefacientes en pequeñas cantidades, y es requerido por el Juzgado Tercero Penal Municipal para Adolescentes Control de Garantías, mediante orden de aprehensión vigente, por los mismos delitos del resto de los integrantes.
La comercialización
Según las investigaciones, estas personas comercializaban sustancias ilícitas como bazuco, marihuana y cocaína en pequeñas cantidades, sobre la vía pública en el sector céntrico de Neiva. Para no ser sorprendidos por la Policía, las ocultaban en las raíces de los árboles, las puertas de los diferentes establecimientos públicos, sobre los andenes, en los postes del alumbrado público, alcantarillas y hasta en las partes íntimas de su cuerpo, llevando consigo siempre la dosis personal de 4 a 6 papeletas.
Se estableció que Édinson Serrato, cabecilla de la banda, presenta antecedentes por hurto calificado y agravado, mientras que Maglloly Hernández le figura dos condenas por el delito de hurto calificado y agravado. Anyi Viviana Arango y Érika Constanza Acosta registran antecedentes por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Los capturados y adolescente infractor, pasaron a órdenes de la Fiscalía General de la Nación, siendo presentados ante el juez de Control de Garantías, quien determino cobijarlos con medida de aseguramiento.