“Quería impedir la aprehensión de dos menores”
Un vendedor ambulante de plátanos fue enviado a la cárcel porque al parecer obstaculizó las labores de policías que perseguían a dos menores que escaparon del centro de internamiento Hogares Claret.

Don Hermógenes Medina Morales siempre quiso responder más de lo que le preguntaba el juez en las audiencias preliminares realizadas ayer en su contra. Su afán era decir que las cosas, tal como las narró el fiscal, no eran ciertas.
“Que por un radio”, contestó al togado cuando lo interrogó sobre si los patrulleros que lo capturaron le comentaron las razones de esa acción. El señor, vendedor ambulante de 55 años de edad, fue enviado a la cárcel después de que le imputaron los cargos de hurto calificado y agravado en concurso con asonada.
Su educación formal llegó hasta tercero de primaria y dijo que sabía leer. El derecho a permanecer en silencio le fue concedido aun cuando quería expresar más. Sus respuestas debieron ser cortas. “No acepto los cargos”, expresó. Pero también alcanzaron a salir de su boca, sin que lo interrumpieran, las siguientes palabras: “Lo que él dijo no sucedió”. Se refería a lo relatado por el fiscal.
Según el delegado del ente acusador, el pasado 16 de marzo sobre las diez de la noche, Hermógenes Medina Morales obstaculizó la captura de dos adolescentes que se escaparon del centro de internamiento para menores infractores de Hogares Claret el viernes anterior.
Los patrulleros habrían recibido información de que en el barrio Panorama, suroriente de Neiva, se encontraban dos de los seis muchachos que huyeron de la sede La Primavera de la fundación antes mencionada. Uno de ellos posiblemente entró a la casa del vendedor ambulante para resguardarse, “situación que fue aprovechada por Hermógenes para quitarle el radio de comunicación al patrullero”.
Haberle quitado el elemento de comunicación al uniformado configura la comisión del delito de hurto y la presunta actuación violenta y hábil para hacer efectiva la hazaña fue tipificada como calificada y agravada. Además, Medina Morales es acusado de instigar a otras personas del barrio para impedir la captura. “Se armó de dos garrotes”, comentó el fiscal. Para disuadir la aglomeración los policías usaron gases lacrimógenos pues los habitantes del sector habrían lanzado piedras.
Finalmente, uno de los menores fue reaprehendido y don Hermógenes capturado en flagrancia. El radio, en el momento, al parecer lo pasó a otro sujeto. El lunes su esposa Bernanda Trujillo entregó el equipo de comunicación a las autoridades pero no pudo solucionar la situación judicial de su esposo que fue enviado a la cárcel de Rivera.