Jóvenes de Neiva aprendiendo a ahorrar en clases de matemáticas
En la institución Educativa Ricardo Borrero, el conocimiento adquirido es aplicado en la vida de los estudiantes. El ahorro en el hogar es un problema que resuelven en las clases de décimo grado, a través de un proyecto liderado por docentes con una visión diferente de la educación secundaria.

¿Cómo recuperar la economía de mi hogar? Es el proyecto de aula que inició en la Institución Educativa Ricardo Borrero del centro de Neiva. La docente Johany Ramírez Salazar, al evidenciar el problema constante de recursos para las actividades de grupo, optó por crear una ecuación que los estudiantes pudieran aplicar y de la que surgiera el dinero para los eventos de recreación.
Durante un año la docente de matemáticas realizó diagnósticos y conversatorios para conocer aún más la raíz de la queja constante de los jóvenes por la falta de financiación de sus estudiantes. Todas las variables apuntaban a las dinámicas en el manejo de los recursos en el hogar y la poca importancia del ahorro como práctica indispensable para financiar bienestar.
Los estudiantes Braian Javier Polo Charry y Yenifer Lorena Perdomo Rodríguez, se unieron a la investigación y a la identificación del tipo de trabajo que generaba el sustento de las familias de cada uno de los estudiantes del grado 1002, que permitiera construir una posible alternativa de ahorro y manejo adecuado de los recursos.
Ejecución
La docente de matemáticas propuso a sus estudiantes la opción de ahorrar desde sus hogares, teniendo en cuenta como primera opción, analizar el registro de pagos y costos durante cuatro meses de los servicios prestados por las empresas de energía y agua. Durante ese tiempo, aprendieron porcentaje, reparto proporcional y estadístico que ayudaron al estudiante a interpretar los recibos de pago y visibilizar que había familias con altos gastos y bastantes deudas.
En consenso con los padres de familia y jóvenes, se realizó en la Institución Educativa el primer “mercado de pulgas”, donde cada estudiante llevó de su hogar, objetos en buen estado que ya no utilizan, pero que le servían a otras personas y que podían vender a bajo costo. Los resultados fueron positivos y el ahorro comenzó a dar sus frutos entre los alumnos.
Finalmente, se dio inicio al control en las compras familiares, ejercicio que evidenció la fuga de dinero en artículos innecesarios. Se realizaron los respectivos análisis de las facturas de compra y se comprobó que los gastos de las personas clientas de los grandes almacenes eran mayores, comparado con aquellas familias que realizaban sus compras en las tiendas de su barrio.