Trump implementará tortura en su gobierno
El relator de la ONU para los derechos humanos en casos de terrorismo, Ben Emmerson, dijo que lo que menciona el mandatario estadounidense sobre tortura “hiela la sangre”.

Donald Trump ha dicho tantas cosas y todas tan sorprendentes que a estas alturas no debería haber nada que causara horror. Sin embargo, el relator de la ONU para los derechos humanos en casos de terrorismo, Ben Emmerson, dijo que las declaraciones del presidente estadounidense en favor de la tortura “hielan la sangre” y suponen un desafío al derecho internacional. "Oír al presidente Trump, a los pocos días de su investidura, elogiar las virtudes de la tortura como arma en la lucha contra el terrorismo, y confirmar su voluntad personal de autorizar el uso de la tortura si se le pide, hiela la sangre”, declaró Emmerson ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Eso demuestra un nivel asombroso de preparación para gobernar", añadió. Trump quiere reintroducir el uso de la tortura por razones "populistas", explicó. Esto es lo que ha dicho Trump sobre la tortura que confirman los peores temores respecto a sus planes. A pocos días de haber llegado a la Casa Blanca, el republicano le habló a la cadena ABC y aseguró: “He hablado con oficiales de inteligencia, y son grandes partidarios de, por ejemplo, waterboarding. Porque dicen que funciona. Funciona”.
El uso de agua para provocar la asfixia controlada de los prisioneros, un método que internacionalmente es considerado como tortura, fue empleado por la CIA en sus cárceles secretas contra sospechosos de terrorismo durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009). La práctica fue prohibida por el presidente Barack Obama, pero Donald Trump se declaró incluso antes de su elección favorable a su reintroducción, ya que considera que "la tortura funciona".
En plena campaña, en junio de 2016, durante un discurso en Ohio, el magnate aseguró que la aplicación de métodos de tortura a los terroristas interrogados por las fuerzas armadas eran válidas. Lo peor del tema fueron los vítores que arrancó de sus seguidores. “Me preguntaron qué pensaba del waterboarding y dije que me gusta mucho, que no me parece tan duro”. Según dijo después en otra intervención, no aplicar esos métodos a los terroristas solo hace quedar al país como “débil”, “estúpido” y “sin liderazgo”.
Destacado: Sus palabras siempre son directas y breves. Impropias también. Para desmarcarse de la clase política ha decidido gobernar de un modo no tradicional y por eso repite una y otra vez frases con la única intención de crear una polémica.