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Internacional/ Creado el: 2016-03-18 11:56

Nuevo descalabro de Colombia en La Haya

Pues era jurídicamente previsible que la Corte rechazara todas las excepciones previas propuestas por Colombia que alegaban su incompetencia para conocer de las mismas.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 18 de 2016

Marcelino Triana Perdomo

Especial para Diario del Huila

La Corte Internacional de Justicia de La Haya en providencias simultáneas dictadas en el día de ayer,  decidió declarar su competencia para conocer de las dos nuevas demandas de Nicaragua, algo que en mi artículo: "La  nueva demanda contra Colombia por parte de Nicaragua", publicado en el DIARIO DEL HUILA del 26 de octubre de 2014, ya había  pronosticado cuando afirmé: "Al  efectuar un estudio del caso, desafortunadamente para el país y para los colombianos, las perspectivas no son nada halagüeñas y sin caer en el pesimismo, distan mucho de ser optimistas, pues a mi modesto entender, la mitad de esta nueva batalla ya está perdida" .

Pues era jurídicamente previsible que la Corte rechazara todas las excepciones previas propuestas por Colombia que alegaban su incompetencia para conocer de las mismas.

También afirmé en aquella oportunidad que en relación con la pretensión de Nicaragua de reclamar una plataforma continental extendida  más allá de las 200 millas náuticas, esto es,  lograr soberanía sobre plataforma continental hasta aguas cercanas a Cartagena, podía ser admisible para la CIJ, a pesar de que Colombia renunció a su competencia porque:

"... la Convención de Viena  prevé que dichas renuncias solo tienen efectos un año después de efectuadas y la Corte fundó además su competencia en el Tratado de Soluciones Pacíficas, conocido como el Pacto de Bogotá, que también nos amarra a su competencia, y al que Colombia renunció sólo varios meses después de producirse la sentencia de la CIJ, lo que quiere decir, que para ésta nueva demanda también invocará su competencia, pues para el 13 de septiembre de 2013 (nueva demanda de Nicaragua), no había transcurrido un año de la renuncia al Pacto de Bogotá (denunciado el 27 de noviembre de 2012)."

Es que como lo manifesté en ésa oportunidad. Colombia desde el año 1980 debió estudiar cuidadosamente la estrategia a seguir, cuando el Gobierno Sandinista de Nicaragua desconoció el tratado Bárcenas -Esguerra, que definía nuestros límites con ellos; retirándole la competencia a la Corte Internacional de Justicia de la Haya y denunciando el llamado Pacto de Bogotá, como lo aconsejaron muchos tratadistas de derecho internacional; tampoco lo hizo en 1991, cuando dicha competencia contradecía el artículo 101 de la nueva Carta Política, ni en el 2001, cuando se produce la primera demanda de Nicaragua, ni tampoco  una vez se produjo el fallo de ésta.

Así las cosas, ante el rechazo de nuestras excepciones, se abre paso la posibilidad de que Colombia sea condenada a sanciones internacionales, incluida una indemnización monetaria por posible incumplimiento de la primera sentencia  y a perder plataforma continental, porque la pretensión de Nicaragua de extender su plataforma hasta las 350 millas náuticas puede significar que las dos plataformas se superpongan y haya necesidad de señalar una línea divisoria entre ambas, lo que significaría reconocimiento de plataforma adicional para Nicaragua en detrimento de la plataforma Colombiana.

El no continuar la participación de Colombia ante la Corte de la Haya, en el trámite de las dos nuevas demandas de Nicaragua, puede ser una medida populista que le dé gusto a algunos sectores y que tranquilice los ánimos, porque los fallos definitivos sólo se conocerán dentro de varios años;  PERO  NO IMPIDE, que en caso de resultar finalmente desfavorables a Colombia, los mismos no sean válidos, obligatorios  y exigibles al Estado Colombiano.