Militar demanda al Gobierno de EE.UU
A través de una demanda, el oficial Michael Smith espera que la justicia estadounidense aclare la legalidad de los ataques de EE.UU. en territorio sirio contra el Estado Islámico. Para él, es una cuestión de saber si como militar está cumpliendo su deber constitucional o si está participando en una “guerra ilegal”.

Hasta ahora, el gobierno de Obama ha sostenido su entrada en la guerra en Siria (que consiste en el envío de cazabombarderos y, hace dos semanas, de más de 200 tropas de entrenamiento) en dos autorizaciones del Congreso, formuladas en 2001 y 2002. Dichas autorizaciones permitieron al entonces presidente, George W. Bush, enviar tropas a Irak y Afganistán para combatir a aquellos que habían atacado a su país el 11 de septiembre de 2011.
Sin embargo, Smith arguye que estas autorizaciones no le permiten a Obama luchar contra el Estado Islámico y que, por lo tanto, su inmersión en esta guerra va en contra de la Constitución.
Según cuenta el diario The Washington Post, Smith (de 28 años) se unió al ejército estadounidense en 2010, sirvió en Afganistán y apoyó los primeros bombardeos de EE.UU., contra el Estado Islámico. A pesar de ello, como recuerda uno de los consultores de su demanda, Bruce Ackerman, en el New York Times, Smith se preguntaba con cierta constancia si valía la pena luchar una guerra que, aunque “buena”, no tiene la aprobación del Congreso ni del pueblo estadounidense. “El capitán Smith escribió Ackerman tiene la razón en creer que las cortes federales proveen el justo escenario para liberarlo, a él y otros soldados conscientes, del terrible dilema impuesto por sus deberes militares”.
De acuerdo con Ackerman, Smith podría recurrir a los casos presentados por militares durante la guerra de Vietnam, cuando el entonces mandatario Richard Nixon tomó medidas que luego fueron calificadas como excesivas. A causa de estos excesos, una ley aprobada y formulada por ambos partidos, conocida como Resolución de los Poderes de Guerra.
En su formulación, Smith llega a varias conclusiones certeras. En primer lugar, de ser necesario un permiso para la participación de EE.UU., en dicha guerra (con la especificación de que ocurre en Siria y de que su objetivo es el Estado Islámico), eso significaría que hasta ahora, Obama se ha excedido en sus funciones. Significaría también, que la legalidad de las autorizaciones para las guerras en Irak y Afganistán ha sido sobre interpretada y que EE.UU. actúa sin gobierno ni control.