sábado, 19 de julio de 2025
Internacional/ Creado el: 2016-08-31 01:02

Dilma Rousseff es destituida como presidenta de Brasil

La suspensión de la primera presidenta de Brasil también supone el fin de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT)

Escrito por: Redacción Diario del Huila | agosto 31 de 2016

Dilma Rousseff fue suspendida definitivamente como presidenta de Brasil en una votación en la que más de dos tercios del Senado la consideraron culpable de autorizar maniobras fiscales para maquillar las cuentas públicas.

Con 61 votos a favor y 20 en contra y tras un proceso que ha durado 274 días, Rousseff pierde su mandato y quien fuera su vicepresidente, Michel Temer, asume definitivamente la presidencia de Brasil, un cargo que venía ejerciendo de manera interina desde medidados de mayo, cuando el Senado aprobó el inicio del juicio político.

La suspensión de la primera presidenta de Brasil también supone el fin de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) que comenzó con el primer gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en 2013.

Según informó la agencia AP, Rousseff podría apelar ante la Corte Suprema su inhabilitación. Sin embargo, el Senado decidió en otra votación que no quede inhabilitada de ejercer cargos políticos por ocho años como planteaba otra pregunta.

Tras conocerse el resultado de la votación, algunos parlamentarios cantaron el himno de Brasil. Mientras, en las calles de algunas ciudades brasileñas se oyeron cohetes.

La presidenta, que ya estaba apartada del poder desde hace más de 100 días, se defendió este lunes ante los 81 senadores que debían votar su destitución definitiva: “Anular mi mandato es como someterme a una pena de muerte política”, se quejó la todavía presidenta, durante un duro discurso de 45 minutos en el que miró a los ojos a sus adversarios y los acusó de “golpistas”.

Aprobado en abril en el pleno de la Cámara de los Diputados, a Rousseff se le abrió el proceso de impeachment por las llamadas "pedaladas fiscales", una práctica por la que supuestamente emitió decretos presupuestarios sin autorización del Congreso y recurrió a préstamos de los bancos públicos como forma de maquillar las cuentas públicas y recabar apoyos para su gobierno.

A diferencia de buena parte del Parlamento y de la clase política brasileña, la sucesora de Lula no estaba acusada de corrupción, sino de un supuesto crimen de responsabilidad fiscal. Ella y sus aliados mantuvieron siempre que se trata de un “golpe” para derribar un Gobierno elegido en las urnas y desgastado por la impopularidad en plena crisis económica.

Ahora está previsto que Temer sea confirmado en la Presidencia en una breve ceremonia de toma de posesión en el Congreso, tras la cual partirá hacia China para asistir a la Cumbre del G20, ya como jefe de Estado efectivo de Brasil.

Rousseff, por su parte, deberá dejar definitivamente el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia, en la que permaneció atrincherada desde que fue suspendida de sus funciones, el pasado 12 de mayo. Se prevé que tras este largo proceso de impeachment se mude a Porto Alegre, en el sur de Brasil, con su familia.

Por su parte, Temer podrá ejercer la presidencia hasta el final del mandato en 2018. El nuevo presidente deberá enfrentar una de las peores recesiones de la historia de Brasil. De hecho, cuando empezaba la sesión en la que se decidiría el futuro de Rousseff, se conoció que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo 0.6% intertrimestral, lo que supone la sexta trimestral consecutiva.