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Contexto/ Creado el: 2020-03-07 11:01

Iglesia católica inmersa en humanidad

La atención pastoral a todo el linaje humano,  que ha de ser fundamental en una verdadera ecología, se logrará con hombres y mujeres que se empeñen en amplia labor evangelizadora, como ya ejemplarmente han hecho tantos, pero unido al esfuerzo dinámico de los gobiernos y con purificación de toda acción injusta contra los nativos, hermanos que todo se lo merecen procedentes de todos los continentes.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | marzo 07 de 2020

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez

Parecería superfluo escribir sobre la reciente Exhortación del Papa Francisco, que tituló “Querida Amazonia”, publicada hace pocas semanas, pues son ya abundantes los entusiastas y bien logrados comentarios sobre su comprometedor contenido. Siento necesario, sin embargo, destacar aún más, la importancia de este documento papal, cuya repercusión ha de sentirse en toda la creación visible de nuestro planeta, pero especialmente en lo más importante de ella: la familia humana.

Me voy a reducir a destacar dos magníficas reflexiones de personas autorizadas publicadas en el Nuevo Siglo, con llamado a aprovechar su rico contenido. Fueron las  del propio Director de ese  importante diario, siempre listo a poner de relieve temas de especial valor (13-02-20) y otras del fluido y acertado columnista Pbro. Rafael de Brigard, con el llamado especial a tener en cuenta lo principal de toda la creación visible, diciendo desde su título: “´Primero los seres humanos” (23-02-20).      

No era el propósito del Papa, destaca el Director Uribe Vegalara,  entrar en definición de temas como el de la disciplina celibataria del Clero en la parte latina de la Iglesia, ni ganar aplausos con  ideas novedosas, sino dar continuación del pensamiento católico y cristiano expuesto ya por el mismo Papa sobre la ecología,  algo vital para la humanidad,  a la cual se debe dar suma importancia en la labor pastoral. Es que esta “Madre y Maestra” está inmersa, como su propio Fundador, Jesús, que siendo Dios tomó la condición humana para el rescate de ésta su principal obra visible, y a su atención y salvación va dirigida toda su misión. Si se ocupa el Papa y la Iglesia de la Amazonia es por su amor a todo el planeta, “casa construida para toda la humanidad”. La atención pastoral a todo el linaje humano,  que ha de ser fundamental en una verdadera ecología, se logrará con hombres y mujeres que se empeñen en amplia labor evangelizadora, como ya ejemplarmente han hecho tantos, pero unido al esfuerzo dinámico de los gobiernos y con purificación de toda acción injusta contra los nativos, hermanos que todo se lo merecen procedentes de todos los continentes.

Cada renglón del escrito del Padre De Brigard, es un acertado destacar afirmaciones del Papa, con su gran verdad en la que es necesario insistir para descubrir el real valor de lo expuesto en su Exhortación, como es poner en primera línea la defensa de la madre tierra, “casa” dada por Dios a la creatura humana de tan especial grandeza. Con oración y reflexión, y amplias consultas, se preparó el Sínodo sobre estos temas, y en ambiente de tanta dedicación y responsabilidad se adelantó con pastores y fieles de la Amazonia.  Su propósito, comenta el P.  De Brigard no fue  el de deslumbrantes  novedades sino un aterrizar en lo esencial del compromiso humano y cristiano, hacia resultados prácticos de una presencia de Iglesia profundamente comprometida con las regiones más descuidadas del mundo, e invitación a todos los estamentos humanos,  creyentes y no creyentes, a una esfuerzo común consciente y creciente, en defensa de la creación.

El Papa, resalta  el P. Brigard, como S. Pablo, no se presenta con “persuasivos” discursos de sabiduría humana (I Cor. 2,3), ni con novedades que complazcan a quienes esperan una Iglesia  que  atraiga con cambios de disciplina que ha traído tanto bien, sino yendo al grano de compromisos con lo fundamental, y  así, con bases graníticas, emprender la urgente defensa del planeta comenzando por lo más importante que  hay en él.

Qué importante final del escrito del levita y escritor. “La verdadera ecología, la integral, debe tener esta perspectiva: Mirar con amor la creación y tratarla con cariño, y, como centro de todo, los hombres y mujeres puestos allí por el Creador”.