Gaitania, un lugar donde renace la nueva esperanza de vida
Con los brazos que antes empuñaba un arma, ahora acaricia su bebé. María Pérez es oriunda del Tolima, cambió las muñecas, por armas, e ingresó a la ya extinta guerrilla de las Farc a los 13 años de edad, porque le “gustaba”. Actualmente tiene 31 años y hace parte de los desmovilizados de este grupo ilegal.

Las manos que antes agarraban su fusil con fuerza y precisión en cada cargue, apunte, y dispare, ahora acarician a una bebé de tres meses en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación. María Pérez, ex combatiente de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Farc, rememora que en su tiempo como militante de este grupo ilegal, estuvo en el Huila, Cauca y Tolima; lugares que según cuenta, tienen en común el “profundo miedo” que despertaban los combates con el ejército o con otras guerrillas.
En la región de Gaitania –Tolima, el panorama actual para ella y 130 personas en proceso de reincorporación, según sus testimonios les sabe a gloria, pues quienes se acogieron al Acuerdo de Paz firmado en el 2016, entre el Gobierno Colombiano y Farc, han comenzado como María a tener su propia familia.
Y es que se estima, han nacido más de 15 niños y niñas. Además, muchos infantes se han vuelto a reunir con sus padres esperanzados en conformar una familia, y los excombatientes han abierto un nuevo lugar para los pequeños nuevos integrantes.
Tal es el caso de otra hija que la mujer ‘Fariana’ tuvo en época de conflicto. Según comentó, el estar lejos de su otra hija, fue también “uno de sus momentos más difíciles”, dando a entender que no tenía según ella otra opción.
“Luego de haber salido con libertad condicional de la cárcel donde duré cuatro años, salí y me fui para el monte otra vez. Yo la tuve a los 27 años allá, y a los cuatro meses la mandé para donde una hermana mía. Luego volví a ver a mi hija cuando ella tenía dos años y ahora estoy con ella y su nueva hermana”. Su hija mayor tiene ahora 4 años de edad.
Asegura que su relación es buena y que “ahora las cosas son mucho más diferentes porque tener un hijo allá era un riesgo muy grande. En un combate o algo, ¿cómo hace uno?”.
De otro lado, el principal mensaje que le deja a la sociedad, es la no estigmatización.
“Mi mensaje es que nos den oportunidades porque nosotros somos seres humanos como cualquier otro. Somos personas que tenemos sentimientos. Mucha gente nos mira con otra cara porque los medios de comunicación también infundían cosas que no eran ciertas”.
Acuerdo
También dio su punto de vista con respecto a lo pactado en la Habana en el marco del Acuerdo de Paz.
“El gobierno no nos ha cumplido bien como estaban establecidos los acuerdos. Principalmente en la construcción de las casas, porque aún no están terminadas y hay algunas personas que no tienen su pieza. Además tampoco nos ha dado tierras en donde nosotros trabajar. Han cumplido algunas, pero es más lo que nos ha incumplido”, sostuvo.
Con respecto al nuevo gobierno del Presidente Iván Duque, dijo que sentían “miedo, en parte porque él se expresa de una manera en que se contradice. Algunas veces dice que está de acuerdo, pero luego no”.
Aunque abandonó la escuela cuando comenzaba su adolescencia, y no había culminado cuarto de primaria, el sueño de María Pérez según dijo es aprovechar la oportunidad que le da el gobierno y comenzar a estudiar enfermería el próximo año.
“Ahora acá están dando estudio y yo estoy estudiando, hago décimo. Ya el otro año nos graduamos”, expresó con agrado.
Como María Perez, hay miles de niños, niñas y adolescentes que ingresaron a las Farc. Y como la primera hija de María, hay otros cientos que nacieron en la selva. Así lo dio a conocer el Centro de Memoria Histórica.
Datos
Desde la década de 1960 y hasta 2016 se registraron 16.879 registros sobre el reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes, según informe del Centro Nacional de Memoria Histórica – CNMH.
De acuerdo con el informe, las guerrillas han sido los mayores reclutadores de menores con 8.701 casos que equivalen al 69% del total.
De ellos, las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Farc, hoy desarmadas y transformadas en partido político, fueron responsables de 54% del total y el Ejército de Liberación Nacional – Eln, de un 10%.
Los paramilitares, desmovilizados en 2006, fueron responsables de 27% y grupos armados posteriores a la desmovilización de los paramilitares de 7%.
*María Pérez: nombre cambiado a solicitud de la fuente.