Estrés y trastornos del sueño ¿Qué hacer al respecto?
Además de los riesgos para el sistema cardiovascular, en el largo plazo esto puede conducir a agotamiento, dificultades para dormir y a debilitar el sistema inmunológico.

Para un número creciente de personas resulta difícil encontrar el equilibrio interior frente a un mundo que a menudo se mueve a una velocidad vertiginosa. Se sienten constantemente bajo presión y comienzan a verse afectados por estados de inquietud nerviosa y trastornos del sueño producto del estrés.
Sentir estrés es algo natural. Se trata de una fuerza motriz para el cuerpo, que frente a esta condición libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, generando un impulso de energía que permite estar despierto y ser más productivo. En sí mismo el estrés puede ser positivo, el problema se genera cuando no se produce una fase de recuperación después del incremento de energía, ni caen los niveles de hormonas que subieron producto de esta situación. Además de los riesgos para el sistema cardiovascular, en el largo plazo esto puede conducir a agotamiento, dificultades para dormir y a debilitar el sistema inmunológico.
Es clave tomar conciencia si nos encontramos en este estado y adoptar las medidas necesarias para salir del círculo vicioso del estrés. Algunos consejos para lidiar con la ansiedad son:
Busca activamente formas de relajación: El yoga y la meditación son sólo dos de muchas posibilidades para recuperar la armonía interior
Ejercicio, ejercicio y más ejercicio: Si te quedas quieto, tienes tiempo para pensar en las cosas. Pero si trotas, nadas o sales a andar en bicicleta, verás que tu cabeza se apaga automáticamente.
Proporcionar las condiciones perfectas para una buena noche de sueño: Acá es importante considerar que la cama sea cómoda, la habitación tenga ventilación adecuada y que, en lo posible, durante la noche se logre la mayor oscuridad posible. También se sugiere realizar una cena liviana y evitar el consumo de alcohol y bebidas estimulantes.
Es importante que nuestros intentos de lidiar con la ansiedad y el estrés no terminen sobrecargándonos más. Puede que tome algún tiempo encontrar el camino que nos lleve a restaurar el equilibrio y en ese lapso la medicina natural puede ser un soporte para aliviar los síntomas del estrés.
Los siete trastornos más comunes
Insomnio
Entre los trastornos más comunes encontramos el insomnio, que afecta a un 25% de la población. Puede deberse a ciertos trastornos de fondo como la depresión o la ansiedad. El insomnio se define como la incapacidad para conciliar el sueño y permanecer dormido toda la noche. Cada persona necesita ciertas horas para sentirse descansado aunque lo normal es entre 7 y 9 horas.
Las personas con insomnio suelen sentirse somnolientas durante todo el día perjudicando esto a su vida diaria, y por la noche les volverá a costar quedarse dormidos a pesar del cansancio. Dentro del insomnio; el llamado efecto de “piernas inquietas” consiste en un hormigueo en las piernas que obliga al paciente a moverlas. Se produce por la noche y dificulta el sueño.
Apnea del sueño
Es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una pausa en la respiración durante el sueño. Suele durar poco y la persona recupera su respiración normal con un ronquido fuerte. Generalmente es un trastorno crónico que altera el sueño ya que ocurre en la fase REM y se pasa a un sueño ligero provocando que la persona no descanse correctamente.
El primero en notar este síntoma suele ser un familiar ya que la persona no se da cuenta de esto. El tipo más común es la apnea del sueño obstructiva, que se debe a una obstrucción en las vías respiratorias que impiden que el aire pase. Normalmente es más frecuente en personas con sobrepeso.
Si no se trata correctamente puede haber graves consecuencias porque en los periodos de anoxia (falta de aire en el cerebro) se pueden dañar neuronas asociadas al sueño. Y aumentar la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco.
Otros trastornos menos comunes son la narcolepsia y la cataplejía.
Narcolepsia
Esta enfermedad neurológica se debe a una anomalía cerebral que altera los mecanismos neurales del sueño; Consiste en episodios de sueño repentinos en horas de vigilia, pudiendo quedarse dormidas durante 2-5 minutos en cualquier lugar y despertándose sintiéndose despejadas. Puede ocurrir conduciendo, hablando o paseando simplemente. Estas personas carecen del sueño de ondas lentas y pasan directamente a la fase REM. La narcolepsia se puede dar también en perros.
Dentro de esta enfermedad encontramos algunas variantes como son la cataplejía: Es una parálisis total que ocurre durante la vigilia. La persona sufre debilidad muscular y puede quedar totalmente paralizada y caer al suelo. Lo que ocurre es que el fenómeno del sueño REM se produce en un momento inapropiado. La persona está consciente durante estas crisis.
Alucinaciones hipnagógicas: Ensueños vividos que ocurren antes de que la persona se duerma. Son sueños mientras se está despierto.
Parálisis del sueño: Suele darse justo antes del sueño o al despertar por la mañana pero en un momento en el que no representa peligro para la persona.
Trastornos de conducta asociados al sueño REM
En el sueño REM estamos paralizados corporalmente. Si no fuera por esa parálisis representaríamos nuestros sueños.
En el trastorno asociado al sueño REM (que es una enfermedad neurodegenerativa) los pacientes representan sus sueños, levantándose y moviéndose sin ser conscientes de ello. El paciente puede sufrir lesiones.
Trastornos asociados al sueño de ondas lentas
Durante esta fase, concretamente en la fase número 4 del sueño (una de las más profundas), algunas personas sufren conductas de inadaptación; como pueden ser el sonambulismo, enuresis nocturna (mojar la cama) y terrores nocturnos.
El sonambulismo
En los niños suele ser por fatiga, falta de sueño o ansiedad; en los adultos puede deberse a trastornos mentales, alcohol entre otras. Estas personas se pueden levantar y pasear con normalidad, realizar acciones… estos episodios suelen ser muy breves y si no se les despierta volverán a irse a dormir pero pueden quedarse durmiendo en cualquier lugar diferente.
Dentro del sonambulismo se encuentra el trastorno de ingesta asociado al sueño; La persona come mientras está dormida. Para prevenirlo suelen guardar la comida bajo llave.
Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos son más comunes en los niños de entre 3 y 7 años. El niño puede estar sudando o respirando agitadamente, en estado de shock y muy desorientado.
En definitiva, se necesita de un sueño reparador para estar al 100% en nuestro día a día. Es por ello que, en el caso de que sufras algunos de los síntomas descritos, consulta con tu médico y él podrá diagnosticarte adecuadamente y tomar medidas si es necesario. Muchos de estos trastornos tienen tratamientos altamente efectivos.