jueves, 11 de septiembre de 2025
Neiva/ Creado el: 2020-07-23 07:27

Entre Nostalgias y temores se ‘mueve’ el comercio de Neiva

Mientras las grandes ciudades mantienen  restricciones en las ventas, en Neiva se ha promovido la dinámica comercial, un respiro de vida para vendedores formales e informales cuya situación económica es diferente. La experiencia del día a día se construye de nostalgias, ilusiones y temores.

Las promociones siguen vigentes, pero faltan compradores, el comercio formal de Neiva.

Escrito por: Redacción Diario del Huila | julio 23 de 2020

Por: Luis Fernando Gaspar S.

Permitir la reactivación del comercio en esta época de restricciones y de aislamiento social, es una medida esperada para salvar los negocios y facilitar el sustento de miles de familias. Así lo da a conocer Alejandro Medina, administrador de un almacén de zapatos del centro de la ciudad de Neiva. Para este empleado, lo importante es que esta reactivación comercial se desarrolle de manera organizada y se apliquen las normas de bioseguridad.

El crecimiento del comercio informal es impactante en el centro histórico de la ciudad, donde se observa romería de hombres y mujeres que con sus ventas ambulantes se disputan clientes para sus mercancías y así conseguir el sustento familiar. En una esquina de este recorrido nos encontramos con el comerciante Nelson Aristizabal: “todavía hay platica, esta semana ha estado caidita pero bien, las ventas han servido gracias a Dios, aquí tenemos sandalias, libros, un revuelto de todo. Bueno, yo soy de Medellín, regresé hace mes y medio, pues por allá no estaba haciendo nada, afortunadamente aquí estoy haciendo algo, es que por allá son mayores las restricciones y la competencia también”. Este paisa con familia huilense dice que Neiva es una ciudad intermedia agradable y buena para vender, porque la considera más organizada.

El surtido en el negocio. Los juegos didácticos a la espera de los niños.

Pero también están los negocios formales, donde se siente la nostalgia de aquellos tiempos sin pandemia. Leidy Yohana Tovar, empleada de un negocio de zapatos describe la situación: “las ventas están un poco pesaditas porque a la gente le da miedo salir por la cuestión del covid, así que estas se han disminuido en un 20 y 40 %. En los días sin IVA hubo unas buenas ventas. Aquí siempre se atiende y se cumple con los protocolos de seguridad”. Para Leidy la gente ha cambiado, con la desconfianza de siempre pero ya no son los mismos.

Después nos cruzarnos hacia la carrera 6 y por necesidad llegamos a una tienda naturista, allí nos atendió Sebastián Forero: “aquí somos comercializadores de productos naturales, y bueno pues las ventas han disminuido por la situación económica que estamos atravesando, además esta asistencia de público disminuye en un 30% por el pico y cédula. Añoro el tiempo de antes, porque las ventas eran buenas y porque la gente podía socializarse”.

Mientras recorremos el microcentro y hablamos con sus protagonistas, nos damos cuenta que muchos de nuestros personajes entrevistados son oriundos de otras regiones, pero se quedaron y se enamoraron de Neiva.

Al tomar la calle 9 se observa que muchos negocios permanecen cerrados: billares, almacenes de ropa, calzado y muebles. ¿Cuántos empleos se perdieron en estos negocios? Y es que la situación se complicó cuando los eventos sociales dejaron de realizarse, de acuerdo con Victoria Mora, administradora de un local de ropa: “los eventos sociales provocaban en el tiempo de antes buenas ventas, porque venían y le pedían a uno vestidos de gala, aquí por ejemplo vendemos vestidos para dama y pues aquí se vendía bastante y se acabaron los eventos sociales y ya la gente no tiene la necesidad de comprar. La gente ahora está comprando algo ya más sencillo, pues las celebraciones ya son en casa. Los primeros días de la semana son mejores para vender que los viernes y sábados. Pero esta semana ha sido de bajas ventas, esto es preocupante porque uno necesita vender.  Antes yo tenía una compañera de trabajo, pero se tuvo que despedir porque no se alcanza para pagar empleados, este negocio en temporadas teníamos hasta 7 empleados. Ahora, la gente trabaja para cancelar deudas y servicios públicos, porque estos no los van a dejar de cobrar, es crítica la situación, muchos negocios cerraron”.

Por supuesto, cerraron los negocios relacionados con las actividades sociales. En el itinerario por la ciudad, pasamos por un lugar donde antes se veía la alegría de las celebraciones, hoy es un supermercado de verduras y frutas frescas. También, algunos restaurantes se convirtieron en panaderías, es decir hubo una reinvención productiva, así como le tocó al grupo de música llanera ‘Llano Bonito’ dirigido por Jan Carlos Ávila, el hombre de la guitarra, quien nos comenta: “hace dos años recorremos el país y hace un mes y medio estamos en el Huila, somos artistas reconocidos, tenemos trabajo discográfico, hemos estado presentes en muchos eventos de diferentes pueblos, pero debido a esta pandemia pues tuvimos que reinventarnos, aquí estamos en la carrera 5 ofreciéndole a la gente lo que sabemos hacer, y la verdad la gente nos colabora”.

Las farmacias son un negocio que también tiene su propia clientela.

Después del deleite musical queríamos descansar y tomar un refresco en el restaurante ‘Don Camacho’, un sitio muy reconocido por los vendedores, visitantes y trabajadores del Palacio de Justicia y de la Gobernación del Huila. Allí, nos encontramos a Natalia Pérez: “yo soy empleada, regresé hace poco a retomar el trabajo, mes y medio quede sin empleo. Cuando se dio vía libre al comercio nos dedicamos a vender a domicilio, pero no es lo mismo, porque anteriormente se veía más gente, además porque la gente le gustaba venir a comer a este sitio, ya que le gusta la atención y la sazón de la cocinera. Anteriormente teníamos gente de la Gobernación y del Palacio, ahora tocó buscar nuevos clientes, tenemos personas de algunos almacenes; ahí en el Palacio no están trabajando y los de la Gobernación trabajan por turnos”.

Concluyendo este recorrido, llegamos a la zona de los almacenes de bicicletas, un negocio que ha sido beneficiado en este tiempo de pandemia, según lo comentado por el señor Jaime Acevedo: “para nosotros ha sido una época maravillosa, porque afortunadamente la gente ha tenido y ha querido comprar su bicicleta porque el alcalde nos ha permitido hacer dos horas de entrenamiento, y este es una actividad promovida por el Ministerio del Deporte. La dificultad está en la escasez de mercancía, los importadores no han traído, pero ahí nos estamos defendiendo”.

Los comerciantes entrevistados se sienten animados y esperanzados de que la actividad laboral continúe en la buena marcha, que lleguen los eventos sociales y las oportunidades laborales para quienes perdieron sus empleos en este tiempo de pandemia. Pero, sienten temor de regresar al encierro, situación complicada para la economía de muchas familias que viven de las ventas. Entonces, muchos esperan la solidaridad de la comunidad, la organización de los comerciantes y la buena gestión de la administración local.

Los almacenes están dispuestos a cumplir con los protocolos de bioseguridad.

El crecimiento del comercio informal es impactante en el centro histórico de la ciudad, donde se observa romería de hombres y mujeres que con sus ventas ambulantes se disputan clientes para sus mercancías y así conseguir el sustento familiar.